Complejo de raquetas recibe nacional y es evaluado para el Panamericano del mes de mayo

El camino al Panamericano de Squash 57 comenzó este jueves en el complejo municipal de raquetas “Kevin Conrrado Moscoso Ortiz”, que reúne a más de un centenar de deportistas de todo el país.

Con el evento internacional en el horizonte cercano (del 15 al 18 de mayo), los deportistas de Oruro, Potosí, Cochabamba, Santa Cruz, La Paz y Sucre compiten desde ayer en el clasificatorio nacional.

La lluvia no fue un inconveniente, ya que pese a la situación climatológica en el territorio boliviano, las mejores raquetas llegaron a la capital con el sueño de clasificar al Panamericano.

Ayer se disputaron más de 80 partidos en las cinco canchas del bloque de squash. Una cantidad similar se jugarán entre viernes y sábado, mientras que el domingo concluirá el certamen nacional con las finales en todas las categorías habilitadas.

Los hermanos Mike y José Cruz Chirinos, Nicolás Iglesias y María Jean Ramos (Primera), además de Viviana Caballero y Julián Caballero (Ejecutivo) son las principales cartas de triunfo de la delegación capitalina.

Entretanto, el orureño Alvin Ríos y la potosina Andrea Fuertes se pintan como los visitantes más peligrosos.

EL  ESCENARIO

La ocasión servirá, además, para evaluar el escenario deportivo, que a principio de semana mostraba bastantes deficiencias.

“Se ha hecho un trabajo para tapar las rajaduras y las filtraciones en las cubiertas. Esperemos que (las autoridades) sigan aportando”, manifestó Mauricio Miranda, presidente de la Asociación Municipal de Squash.

Por su parte, Alba Gamarra, presidenta de la Confederación Sudamericana de Squash, también se hizo presente en el complejo y resaltó que “las instalaciones se han mantenido muy bien. Están poniendo su mejor esfuerzo (las autoridades)”.

Sin embargo, existe una preocupación particular de la dirigente. “Lo único quizás para el Panamericano es que tengamos el acceso asfaltado hasta el final”, señaló.

Gamarra –como todas las personas que se trasladaron al complejo– tuvo que circular por el único acceso que, al ser de tierra aplanada, mostró sus deficiencias por las lluvias: hubo desborde de tierra y rocas en medio del camino, además de agua acumulada en los baches.