Municipios perdieron 37% y gobernaciones, 54%, por transferencias de impuestos y regalías
Las autoridades que se elegirán el 7 de marzo administrarán escasos recursos económicos
Las gobernaciones y los municipios del país se encuentran en una situación complicada, con recursos limitados, en un contexto en que la población demanda respuestas ante la emergencia sanitaria, la recuperación de las economías locales y regionales, la provisión de servicios y la inversión pública.
Los principales recursos que reciben los gobiernos departamentales y municipales provienen de la participación de recaudaciones nacionales. Estos ingresos cayeron en 37% para el caso de municipios y en 54% para las gobernaciones, entre 2014 y 2020.
Los municipios reciben las transferencias por coparticipación tributaria (participación popular) y el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). Para las gobernaciones, su asignación proviene de regalías, recursos del IDH y coparticipación a través del Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD).
De acuerdo con información procesada por Fundación Jubileo, con base en datos oficiales, los ingresos para el país aumentaron significativamente hasta 2014 y, en adelante, comenzaron a disminuir, principalmente por la caída de la renta por hidrocarburos (IDH y regalías), tanto por precio como por volúmenes de producción y exportación.
Con relación a las transferencias por coparticipación que dependen de las recaudaciones de impuestos nacionales, estas se habrían estancado los últimos años como resultado de una economía en desaceleración y, en 2020, disminuyeron como efecto de la crisis provocada por la pandemia.
Durante la última década, los ingresos para el país estuvieron en subida hasta 2014. En esa gestión, el conjunto de los municipios recibió 15.428 millones de bolivianos, cifra que hasta el año 2020 descendió hasta 9.730 millones, lo que representa una caída de 37% en ese periodo.
En el caso de los gobiernos departamentales, estos recibieron, en 2014, un total de 9.821 millones de bolivianos, registrando una reducción paulatina hasta llegar a 4.530 millones para 2020, lo que significa una pérdida de 54% en ese periodo.
Con referencia a sus recaudaciones propias, que sin embargo tienen un menor peso en sus presupuestos, el 2019 ya registraron una tendencia a bajar y, el 2020, habrían disminuido al igual que las recaudaciones nacionales, siempre según el análisis de la Fundación Jubileo.