Ferroviaria Andina celebra 25 años con la misión de integrar al país con Chile, Argentina y Perú
Durante el último quinquenio, las inversiones de Ferroviaria Andina superaron los 40 millones de dólares, con lo que encaró una etapa de modernización y diversificación de servicios
En busca de convertirse en un aliado fundamental de las exportaciones e importaciones bolivianas, la Empresa Ferroviaria Andina S. A. celebra 25 años de administración privada. En su aniversario, la entidad destaca que dejó de ser solamente una compañía de transporte y que ahora enfoca sus operaciones como un centro logístico integral.
Durante los últimos cinco años, las inversiones de Ferroviaria Andina superaron los 40 millones de dólares, con lo que la empresa encaró una etapa de modernización y diversificación de servicios, que se traduce en el mantenimiento y mejora de la infraestructura de vías, de las estaciones y en la renovación tecnológica,
“La empresa pasó de tener unos modestos ferrocarriles en el corazón de Sudamérica a convertirnos en operadores logísticos integrales de gran escala, enmarcándonos en el concepto de desarrollo de infraestructura bioceánica del Estado boliviano y otros países de la región”, señala la gerente general de Ferroviaria Andina S. A., Cynthia Aramayo, citada en una nota de prensa.
La ejecutiva apunta que el próximo objetivo de la entidad es integrar al país con Arica y Antofagasta (Chile), La Quiaca (Argentina) y Puno (Perú). “Tenemos un transporte competitivo y creemos que podremos alcanzar fácilmente este objetivo”, agregó la primera gerente mujer de la empresa.
Desde el 2015, Ferroviaria Andina persiguió el objetivo de revertir su situación económica, afectada por pérdidas en 2013, 2014 y 2015, debido a la caída de los ingresos y el crecimiento del gasto, por lo que se aplicaron medidas de control y cambios en la forma de trabajo de todo el personal.
“Por ejemplo, hace 25 años, las casas de pernocte de las estaciones ferroviarias, o no existían o estaban totalmente abandonadas. Nuestros trabajadores dormían en el piso, sobre bancas y en los propios vagones. Hoy hemos construido lugares dignos que cuentan con calefacción, televisión satelital, cocinas, agua caliente y otras comodidades”, explicó Aramayo.
Además, en los últimos cinco años, Ferroviaria Andina adquirió locomotoras SALI (South American Ligth Locomotive) de la fábrica Stadler de Valencia (España), maquinarias de última generación, con tecnología para las montañas y fabricadas especialmente para operar en regiones de altura y llevar carga por lugares de alta pendiente como el altiplano.
Actualmente, la empresa transporta el 35% del PIB de Bolivia, con servicios de logística integral. Su capacidad de transporte de carga es de 1,5 millones por año, a través de sus 11 estaciones principales que se encuentran en Oruro, Potosí, Uyuni, Río Mulato, Tupiza, Villazón y Avaroa, entre otros lugares.