¿Podrá YPFB actualizar en 2022 el estudio de Margarita-Huacaya?
Márquez dice que en 2024 se podrá pagar regalías con el nuevo factor de distribución

El estudio de actualización del factor de distribución del campo Margarita–Huacaya no se podrá realizar el próximo año, tal como se anunció en pasados días desde YPFB, sino recién a mediados del 2023.
Así lo afirmó el exvicepresidente nacional de Operaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Jorge Márquez, quien lamentó que una vez más se postergue este estudio que debería haberse realizado en 2019.
En su reciente visita a Sucre, todavía en el cargo de vicepresidente de Administración, Contratos y Fiscalización de YPFB, Armin Dorgathen, informó que el estudio de actualización del factor de distribución del campo Margarita–Huacaya, se hará después de julio de 2022 y no antes, porque se espera la conexión del pozo Margarita-X10 el próximo año, que es el “disparador” que se utilizará para la actualización del factor de distribución.
El funcionario de la estatal petrolera dijo que tienen nueva información y que seguirán el camino correcto, siendo imparciales y que van a realizar lo que sea justo.
A su vez, el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental (ALD), Ricardo Zárate (MAS), indicó que recibieron una “información clara, objetiva y correcta”, lamentando la ausencia del gobernador Damián Condori en esta reunión.
“Lamentablemente, una vez más, se posterga este estudio que debería haberse realizado en 2019 y por problemas de la pandemia no se logró el 2020, pero que estaba programada para fines de la presente gestión, como un añadido (adenda) al cálculo de reservas a nivel nacional que, con una licitación fallida en septiembre, se tuvo que postergar hasta fines de 2022 y cuyos resultados, recién aparecerán en julio de 2023”, sostuvo Márquez.
Ahora bien, añade el experto petrolero, la explicación del Dorgathen “parece que convenció a todos los presentes, sobre todo con el nuevo calendario que se extendería hasta mediados del 2022”.
“Pero esto no es posible lograrlo, ya que el estudio de actualización está íntimamente ligado al cálculo de reservas y el nuevo proceso licitatorio podrá empezar a mediados del próximo año y si todo va bien, se podrá adjudicar a fines del 2022, y si nos sigue acompañando la suerte, podremos contar con los informes a mediados de 2023 y recién para 2024, se podrá pagar regalías con el nuevo factor de distribución”, explicó.
MÁS OBSERVACIONES
Pero esto no termina ahí para el ingeniero Márquez, ya que –dice– en vez de utilizar el pozo Margarita-X10 como disparador para la actualización del factor de distribución, se debe utilizar el pozo HCY-2ST (Huacaya-2ST) que inició la fase III de perforación del proyecto de desarrollo del megacampo Margarita-Huacaya (octubre del año 2015 y fue completado en marzo del año 2017), alcanzando al reservorio H1b como objetivo principal y entrando en producción comercial en mayo de 2018.
“Además, durante la perforación de este pozo en el municipio de Huacaya (Chuquisaca), se comprobó la conectividad de la formación Icla, corroborando lo afirmado en 2011; o sea la conectividad hidráulica no solo se produce con el reservorio H1b de la formación Huamampampa, sino se extiende a la formación Icla, lo que reafirma la conectividad hidráulica de todo el sistema”, remarcó el especialista petrolero.
En otras palabras, si se determinó en 2012 una participación del 41,45% para Chuquisaca y 58,55% para Tarija en el reservorio compartido H1b (arena más productiva), en este nuevo cálculo, partiendo de la producción comercial del pozo HCY-2ST e incorporando, además de la H1b, a la formación Icla, a la serie denominada H1c y a la más profunda H2 inferior, se puede afirmar que el porcentaje de Chuquisaca subirá a más del 50%, por lo que el pago de regalías en base a los volúmenes originales in situ (GOES), deben ser pagados retrospectivamente desde mayo de 2018, añade Márquez.
CRÍTICA
El ingeniero petrolero Jorge Márquez manifestó su preocupación por la “falta de funcionarios especializados en hidrocarburos” en la Gobernación para que hagan un seguimiento a los proyectos exploratorios y controlen eficientemente la producción de campo, ya que todos los días se tiene que procesar nueva información y, en el caso del Megacampo Margarita-Huacaya, es imperativo un control del historial de producción de cada pozo, porque se producen variaciones y dificultades operacionales que inciden, de alguna forma, en volúmenes producidos y su consecuente percepción de regalías.