El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, reiteró que Bolivia no tiene problemas para enviar más gas natural a Brasil y que lo único que pretende es lograr un mejor precio para el carburante nacional en el mercado del país vecino.
Molina reiteró que el gobierno transitorio firmó un contrato con Petrobras que “perjudica” a Bolivia, la denominada octava adenda, en la que se acordaron precios muy bajos y se modificó el lugar de entrega del hidrocarburo, algo que el ministro calificó como “daño económico para YPFB y el país”.
“Es un deber renegociar las condiciones de dicha adenda, porque quien la firmó fue un gobierno de facto, al que no le importaban los intereses del Estado (…) Bolivia busca un mejor precio para su gas natural, mejores condiciones y un mejor mercado”, ratificó.
En ese marco, Molina explicó que, según la adenda firmada en marzo de 2020, Brasil paga actualmente solo entre $us 6 y $us 7 el millón de BTU (unidad térmica británica, por su sigla en inglés), cuando hay empresas privadas en Brasil que ofrecen comprar el gas bolivianos a precios que oscilan entre los $us 15 y $us 18 el millón de BTU.
Molina informó que YPFB buscó a su par Petrobras para negociar un mejor precio. Sin embargo, esta no respondió como se esperaba.
“La respuesta no ha sido la que se esperaba. Y, ante esa situación, nosotros nos hemos abocado al contrato, donde, en una de sus cláusulas, se manifiesta que, si una de sus partes no está conforme con el precio, esa parte puede buscar la renegociación”, reiteró.
Por otro lado, agregó que, con la octava adenda, es YPFB el que cubre actualmente el costo de envío hasta el punto de entrega, algo que representa una pérdida de $us 70 millones por año para la empresa, según explicó.
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