Sabores amazónicos: Las croquetas de pacú tienen un gran potencial

Nancy Yuco Sucubono, de Trinidad, es una de las finalistas del concurso Emprende Ideas de la Fundación Samuel Doria Medina Arana. Su idea de negocios no solo es buena, sino también deliciosa. Se trata de la producción semi-industrial de croquetas de pescado pacú recubiertas con chivé saborizado. Una mezcla de una de las recetas más populares del mundo, las croquetas, con los sabores propios del oriente boliviano.

Nancy es técnica superior en Industria de Alimentos. La elaboración de croquetas de pacú fue el proyecto que presentó para obtener su título profesional. Esta idea universitaria es hoy un emprendimiento que le permite generar sus propios recursos.

Nancy es mamá de cuatro niños pequeños, por lo que ha preferido emprender antes que enrolarse en un trabajo regular que pudiera ser un problema para cuidar bien de sus hijos.

Su ingenio creativo se podrá notar por la siguiente anécdota: su primera idea fue preparar nada menos que chorizo de paiche (otro pescado amazónico como el pacú), pero no le gustó el sabor que obtuvo; por eso optó por las croquetas de pacú, las que, según afirman sus clientes, tiene un sabor inigualable.

En su ciudad se consume mucho pescado, pero en las formas tradicionales: frito, asado o sudado. Introducir el consumo de croquetas no fue fácil; algunas personas le decían: “las croquetas son comida para perro”; sin embargo, al probarlas cambiaban de opinión.

Aunque Beni es un gran productor de pacú, Nancy es exigente a la hora de comprar la materia prima de sus croquetas. Opta por adquirirla directamente de los pescadores que arriban del río. De esta manera, garantiza un producto fresco, que una vez elaborado con chive (obtenido de la yuca) puede durar tres meses refrigerado.

Actualmente, Nancy tiene clientes fijos en Trinidad y Riberalta; también ofrece sus croquetas de manera ambulante, ya que no cuenta con un puesto fijo de venta.

En caso de ganar el concurso de Emprende Ideas de la Fundación Samuel Doria Medina Arana, quisiera invertir el premio en mejorar el ambiente de su domicilio que ha destinado a la elaboración de su producto y tramitar el permiso de Senasac que necesita para comercializarlo en otros departamentos de Bolivia.