¿Cómo está Bolivia en la industria del cemento a nivel sudamericano?
La capacidad instalada en el país es más del doble que la demanda
El consumo per cápita de cemento en Bolivia de 305 kilogramos anuales es el tercer nivel más alto de Sudamérica, mientras que en producción el país ocupa el séptimo puesto.
El gerente general del Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón (IBCH), Marcelo Alfaro, dijo a CORREO DEL SUR que este indicador “no deja de ser una referencia importante” para Bolivia.
Según el reciente informe estadístico elaborado por la Federación Interamericana del Cemento (Ficem), en la región, Perú (416 kg/hab) es el país con el mayor nivel de consumo per cápita, seguido por Brasil (354) y Bolivia (305).
PRODUCCIÓN
El mayor productor de cemento es Brasil (60.772 miles de toneladas), seguido por Colombia (13.797), Argentina (12.117) y Perú (12.855), entre los principales.
Bolivia ocupa el séptimo lugar por delante de Venezuela, Paraguay y Uruguay.
CONSUMO
Brasil también lidera el ranking en consumo de cemento, después aparecen Perú, Colombia y Argentina, respectivamente. Bolivia también se sitúa séptimo en consumo, superando a Venezuela, Paraguay y Uruguay.
Bolivia tiene una capacidad instalada de producción anual que ronda los 9 millones de toneladas anuales de cemento, que se incrementará este 2023 con el ingreso al mercado de la estatal Ecebol Potosí, cuya capacidad sería de 1,6 millones de toneladas.
En el país operan cinco fábricas de cemento; dos son estatales, y este año se sumará una nueva competidora estatal, con lo que la capacidad instalada será de más del doble que la demanda nacional de cemento.
EXPORTACIÓN
Dada la capacidad de producción, Alfaro consideró que siempre es bueno exportar y el cemento en Bolivia tiene una excelente calidad. Sin embargo, no es fácil.
“El cemento se produce en todas partes y es un material muy sensible al precio del transporte. Si tiene que ser por carretera y a grandes distancias, le resta mucha competitividad. El transporte por barco o por ferrocarril es mucho más eficiente; es por eso que Itacamba, que tiene una ubicación estratégica cerca de la Hidrovía, logra exportar cemento al Paraguay, pero para otras empresas es más difícil porque el transporte carretero resulta más caro. Por ello las exportaciones de cemento no representan números muy significativos”, explicó el experto.
La Fábrica Nacional de Cemento S.A. (Fancesa) también exportó este último tiempo. Hizo despachos de clínker (materia prima) a la empresa cementera Bío Bío de Chile.
En los años de bonanza que vivió el país, uno de los sectores más favorecidos fue el de la construcción, que llegó a registrar tasas de expansión por encima del 10%. Su dinamismo tiró, a su vez, de la producción de cemento, que registró un inusitado crecimiento, tanto por las obras privadas como del sector público. Es así que el volumen total producido de cemento pasó de 1,440 miles de toneladas en 2005 a 3,611 miles de toneladas en 2017; un incremento de 150,8%.
Por cierto, la producción total no cayó desde el año 2003, sí en cambio declinó la tasa de variación a partir de 2014 cuando registró un 9%, para luego caer en 2017 a tan solo 0,3% de crecimiento. Estas últimas cifras reflejan una pérdida de impulso que resiente la producción de cemento en el país, de hecho, un fenómeno paralelo a la desaceleración de la actividad del sector de la construcción.
Sin embargo, la producción de cemento en el país creció 12% y las ventas, 5,6% de enero a octubre de 2022 respecto a similar periodo de 2021, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este comportamiento alcanza niveles récord comparado con los últimos cinco años (2018-2022).
COMPETENCIA
La demanda de cemento en el país se encuentra en 4 millones de toneladas y la oferta ronda los 9 millones de toneladas, lo que genera una fuerte competencia entre las empresas cementeras en Bolivia.