Fancesa o Itacamba: ¿Quién lo hizo mejor en la ejecución de su planta?
La factoría local expone sus reparos a las conclusiones del estudio.
El investigador Miguel Ángel Amonzabel realizó un análisis comparativo de la ejecución de las plantas de producción de cemento de Itacamba y Fancesa, llegando a la conclusión de que una de estas empresas invirtió y tardó más, pero consiguió una fábrica de menor capacidad.
Itacamba invirtió $us 220 millones en una planta con capacidad de producir 950.000 toneladas de cemento al año. El tiempo de ejecución hasta su puesta en operación fue de dos años, nueve meses y ocho días.
Fancesa, en cambio, manejó un presupuesto de $us 222 millones y obtuvo una línea de producción de 860 toneladas de cemento. Su tiempo de ejecución: cuatro años, siete meses y 14 días.
Para puntualizar algunos aspectos de su análisis comparativo, Amonzabel respondió algunas preguntas:
Pregunta (P). ¿Cómo se explica que la planta de Fancesa haya demorado más tiempo que la de Itacamba?
Respuesta (R). Haciendo un análisis cronológico, el 2015 el directorio decide realizar la ampliación de Fancesa, que le van a llamar el proyecto Nueva Línea de Producción (NLP). En febrero de 2017 emiten bonos por un valor de Bs 168 millones (primera emisión), ese dinero lo obtienen de la Bolsa Boliviana de Valores y le entregan a la FL Smidth el 2017 y no hacen nada, o sea, solamente pagan a la empresa adjudicada y recién el 2018 van a comenzar a hacer ese proyecto.
En 2017 se prestan otros Bs 490 millones (segunda emisión) y ese dinero también lo utilizan para pagar una parte a la FL Smidth, y la otra parte se lo agarran, lo tienen en caja y bancos, no ganan nada por eso.
El 2018 recién están empezando a hacer las obras, ahora ¿qué puedo decir a su pregunta? Ha habido una pésima planificación, no han hecho un buen cronograma para la ejecución del proyecto.
Si ellos ya sabían que el 2015 iban a hacer la NLP, ellos ya podían haber adelantado con recursos propios, pagarle a la FL Smidth, porque tenían dinero de sus dividendos que eran más de Bs 150 millones. Podían haberle pagado como adelanto a la FL Smidth para que esté preparando las máquinas y, posteriormente, sacar deuda para el emplazamiento o la ejecución propiamente dicha de la planta.
¿Y dónde están los errores? Primero, podían haber usado los dividendos, no pagar durante dos periodos a las copropietarias, y eso era una suma de Bs 304 millones que pudo haber servido para pagarle a la FL Smidth, y recién recurrir al endeudamiento que no hubiera sido mayor a los 658 millones como ha sido en una primera instancia, sino solamente Bs 350 millones.
Dos, hubo poco control entre 2018 y 2020. No le podemos echar la culpa a la pandemia (del covid-19) que recién fue el 2020, o sea, han improvisado, han tardado demasiado, no había gente que controle la rapidez del emplazamiento.
Por lo tanto, hubo una pésima planificación a nivel de ejecución del proyecto y, por otro lado, una pésima planificación del financiamiento para la ejecución de la NLP.
P. ¿Cómo se puede entender que con menos inversión Itacamba haya obtenido una planta con mayor capacidad de producción?
R. Aquí, lo único que puedo decir es que Itacamba ha realizado una mejor negociación, o sea, ha logrado en ese ‘tira y afloja’ de las negociaciones entre proveedor y cliente reducir el precio para la provisión e instalación de su planta de producción.
P. ¿Puede estimar cuánto de recursos perdió Fancesa por el retraso en la puesta en marcha de su NLP?
R. Si hubieran utilizado los recursos de los dividendos de Fancesa que les pagan a las copropietarias, que en la sumatoria del 2016 y 2017 da Bs 304 millones, obviamente no se hubieran prestado tanto.
Ese es el problema, se han prestado un dinero mayor y por eso están pagando 4% de interés de esos Bs 304 millones, que es aproximadamente Bs 12 millones, por un dinero que podían haber usado de los dividendos.
El hecho de haber contratado de manera tan desordenada, si ellos se hubieran ordenado, el endeudamiento no hubiera sido el 2017, hubiera sido un año o dos años después. En ese caso, Fancesa no estuviera teniendo tantos problemas para pagar.
Este problema podría estar produciéndose recién el año 2025, cuando le estarían pidiendo la devolución del capital más los intereses y, reitero, el problema sería mucho menor.
Ahora que ya están empezando a negociar (con la Bolsa Boliviana de Valores), van a pedir mayor prórroga para pagar la deuda y, en este caso, va a haber daño económico porque van a pagar un dinero adicional.
Fancesa: El análisis “carece de fundamento técnico de comparación especializada”
Sin el ánimo de entrar en polémica y considerando que es necesaria hacer algunas observaciones y aclaraciones a la investigación de Miguel Ángel Amonzabel sobre la ejecución, inversión y capacidad de la nueva línea de producción (NLP) de Fancesa, desde la empresa afirman que este análisis “carece de fundamento técnico de comparación especializada”.
En un informe brindado a CORREO DEL SUR, el gerente de Operaciones de Fancesa, Wilson Balanza, dice que para hacer una comparación debe tenerse presente contextos bien establecidos.
Primero, Itacamba es una cementera del grupo Bbotarantin (capitales brasileños), que en entre 2012 y 2013 compró tres plantas chinas Sinoma y una de ellas la instaló en Bolivia por conveniencia y tener en ese momento condiciones interesantes de un gas subvencionado, las reservas y concesiones de caliza a disposición de esta transnacional y otros.
Segundo, Fancesa, entre los años 2013 y 2016, alcanzó a copar su capacidad al 98% y “es natural” pensar en que su ampliación debería realizarse con anticipación, a pesar de los retrasos. “Entiendo que en marzo de 2017 se incorpora una adenda al inicio de contrato y (es cuando recién) arranca el proyecto, que termina de montarse en febrero de 2021 y es puesta en marcha en junio de 2021”, subraya.
Asimismo, Balanza afirma que esta comparación con Itacamba es relativa porque Fancesa enfrentó periodos difíciles, como la crisis política y social de 2019 que le obligó a parar el proyecto entre uno y dos meses, y la pandemia del covid-19 que detuvo la ejecución entre dos y seis meses.
En cuanto a capacidad, señala Balanza, Itacamba tiene una planta de 2.000 toneladas por día de clínker, referencial al año 600.000 toneladas, y llegando a cemento 750.000 toneladas por año.
La de Fancesa es de 2.100 toneladas por día de clínker, producción anual referencial al año 660.000 toneladas y llegando a cemento 900.000 toneladas por año.
¿Por qué la diferencia es grande en cemento? Porque Itacamba tiene una limitante en la dosificación de caliza, es decir, por normativa, no pueden dosificar más allá del 15%, solo hacen cemento Filler; por lo tanto, a mayor dosificación su resistencia baja y se vuelve más higroscópico.
“En cambio Fancesa, con su dosificación de puzolana va más allá; por lo tanto, tiene mayor rendimiento en volumen y una calidad sostenida”, compara Balanza.
MONTAJE
En cuanto al montaje y desarrollo de la planta en su fase de proyecto, según se puede conocer por datos del sector a nivel mundial, una planta china de generación 2.000, considerando obras estándar y demás cuesta $us 150 millones. En el caso de Itacamba, con su montaje EPC (llave en mano) pudo haber pagado $us 220 millones.
En tanto que Fancesa realizó su proyecto bajo la modalidad de administración directa con un monto total de $us 220 millones. También de las referencias que se pudo conocer, una ejecución EPC está oscilando entre 50 millones y 60 millones de dólares.
“Si hubiéramos optado por EPC probablemente (nuestra NLP) habría costado 250 millones de dólares”, remarca el Gerente de Operaciones de Fancesa.
En tal sentido, Balanza concluye que el análisis de Amonzabel “carece de fundamento técnico de comparación especializada”.
COMPARACIÓN
Itacamba tiene una planta de la generación 2.000, su molino de cemento es horizontal, no está enfocada a optimizar energéticos, sus parques de prehomogeneización y otros materiales son a cielos abierto, el clínker se descarga en una pila a cielo abierto.
En cambio, Fancesa cuenta con parques techados y un silo de ckínker con cubiertas para 65.000 toneladas.
Por lo tanto, en esas condiciones la planta NLP puede operar con sostenibilidad durante 330 días al año, mientras que la otra planta China baja a 300 días al año; además, “pone en riesgo su calidad”, compara Balanza.
Asimismo, la cementera chuquisaqueña tiene un sistema de control automático de última generación con fibra óptica redundante, por lo que las paradas disminuyen y la estabilidad aumenta por este aspecto.
“Es una planta de diseño europeo de la generación 2018, considera una de las más modernas en cuanto a tecnología instalada en el mundo en los últimos tres años”, concluye el ejecutivo.