“Somos la mayor reserva de litio”: Arce promete manejo inteligente e industrialización
Destacó que la minería “no ha muerto”, sino que “seguirá siendo uno de los pulmones de desarrollo y crecimiento de Bolivia”
Con la conclusión de los estudios en los salares de Coipasa, en Oruro, y Pastos Grandes, en Potosí, las reservas cuantificadas de litio de Bolivia se elevaron de 21 a 23 millones de toneladas, con lo que el país se consolida como “la mayor reserva de litio en el mundo”, destacó el presidente Luis Arce.
El Mandatario, en un acto por el aniversario del municipio orureño de Coipasa, reveló los resultados de la cuantificación en los salares de Oruro y Potosí que realizó Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) desde 2022.
“Somos la mayor reserva de litio en el mundo y tenemos que saber manejar inteligentemente este sitio, de estar como número uno del mundo en la reserva de este tan preciado elemento”, apuntó el Mandatario, que destacó también que el Gobierno nacional “está empeñado en la industrialización y uno de los recursos estratégicos es el litio”.
Agregó que existen empresas “interesadas en explotar y transformar el litio boliviano, al ser un recurso estratégico y demandado en el mundo”, en alusión a que países de la Unión Europea expresaron su interés de adquirir este recurso, invertir y participar en el proceso de industrialización.
También anunció que, con el trabajo de YLB, continuarán explorando otros salares para incrementar las reservas de litio del país.
Después, en un acto por el aniversario de la Federación Departamental de Juntas Vecinales de Oruro, el Presidente enfatizó en las perspectivas del litio y otras industrias de este departamento.
“Queremos industrializar Oruro. Estamos avanzando no solo con el litio y la minería, sino también con la planta de camélidos, pero además tenemos muchos otros planes, porque esto significa empleo e ingresos para las familias”, señaló el Presidente.
Destacó que la minería se constituye en una fuente esencial para mantener viva la industria tecnológica mundial y que “no ha muerto”, sino que, por el contrario, “seguirá siendo uno de los pulmones de desarrollo y crecimiento de Bolivia”.