Alza salarial pone contra las cuerdas incluso a las empresas más grandes
CORREO DEL SUR recogió las reacciones de tres empresas en Chuquisaca

En Chuquisaca, uno de los departamentos con los índices más bajos de crecimiento del país, incluso las empresas más grandes temen que no podrán cumplir al 100% la disposición gubernamental del incremento salarial este año.
El martes, el presidente Luis Arce y la dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB) acordaron un aumento del 3% al salario básico nacional y del 5,85% al mínimo nacional.
La noticia “cayó como un balde de agua fría” para el empresariado de Chuquisaca, donde ni siquiera las grandes empresas, como Fancesa, se animan a declarar que podrán cumplir al 100% la medida.
“Definitivamente es una carga muy pesada, realmente esta situación afecta bastante y pone en riesgo la estabilidad de la empresa porque al final son incrementos que la propia empresa no puede sostener y mucho más en nuestro medio donde quedan contadas empresas que están haciendo un esfuerzo para mantenerse en el mercado. La situación económica de Sucre es delicada, nuestro crecimiento es mínimo”, dijo a CORREO DEL SUR el presidente del directorio de la Fábrica Nacional de Cemento S.A. (Fancesa), Alberto Ayaviri.
La principal factoría de los chuquisaqueños tiene una planilla salarial mensual de entre 4 millones y 4,5 millones de bolivianos y su situación financiera no es de las mejores.
Actualmente, la cementera arrastra una deuda de tres a cuatro meses de salarios a sus trabajadores.
Al no contar con la suficiente liquidez, Fancesa anunció que “negociará” con el sindicato para cumplir con el incremento salarial en función a sus posibilidades.
“Vamos a entrar en un plan de negociación con ellos en base a una propuesta que está elaborando nuestra Gerencia General”, anunció Ayaviri.
El directivo recordó que en años pasados se alcanzó acuerdos con el sindicato en función a la realidad económica de la factoría. “En una anterior oportunidad lo que se ha visto ha sido considerar los ingresos más bajos desde un rango, si mal no recuerdo, de Bs 10.000 o un poco menos, pero se han considerado y previsionado esos montos para considerar este incremento”, remarcó.
CRECIMIENTO
Con un 2,41% para 2022, Chuquisaca está entre los tres departamentos con menor nivel de crecimiento en Bolivia, según datos del Instituto Nacional de Estadística publicados el año pasado.
Cotes, en crisis, dice que cumplirá
Pese a su crisis financiera desde hace varios años, en la Cooperativa de Telecomunicaciones Sucre R. L. (Cotes) aseguran que harán un esfuerzo para pagar el incremento salarial y así evitar incurrir en multas o sanciones por incumplimiento.
“Es realmente perjudicial para la empresa, más en la situación en la que está, pero tenemos que asumir al ser una resolución del Gobierno y que es ineludible. De lo contrario, podrían caer en multas y penalizaciones”, expresó el director técnico interino de la cooperativa, Rodolfo Malpartida.
El ejecutivo dijo que el alza del salario mínimo repercutirá en el bono de antigüedad, por lo que la planilla de sueldos “se inflará” por los dos lados, pues también habrá que hacer un recálculo del haber básico.
Cotes también está sumida en una crisis institucional debido a que no tiene consejeros de Administración y Vigilancia desde mediados del año pasado.
Hasta antes del incremento salarial del 2018, la empresa tenía una planilla mensual de sueldos y salarios de Bs 2.049.879. Actualmente, debe haberes de 10 meses a sus trabajadores.
Sureña estima pagar 15% más
Las industrias locales incrementarán por lo menos en un 15% sus gastos, pues al 10% más que ya pagan por los giros internacionales ahora se suma un 5,85% de incremento salarial.
Así lo estimó la presidenta ejecutiva de Cervecería Sureña, Paola Álvarez, para quien el alza salarial llegó como “un baldazo de agua fría”.
“Debido a la falta de divisas nuestras materias primas cuestan 10% más, que es lo que se paga por los giros, más 5,85% del salario (mínimo), las empresas básicamente en esas dos cosas solamente van a pagar entre 15 y 16% más”, sostuvo.
Añadió que en el caso de las factorías, que tienen una utilidad del 25 o 30 por ciento de utilidad, estas caerán a menos de 15%. “¿Con cuánto de utilidad nos quedamos?, ¿con 10%? Y con eso tenemos que solventar todo. O sea, se está volviendo sumamente complicado, creo que muchas de las empresas, sobre todo las pequeñas, van a empezar a cerrar o van a empezar a despedir personal”, lamentó la empresaria chuquisaqueña.
Álvarez cuestionó que el Gobierno trate con preferencia a las empresas públicas en cuanto a este beneficio: “Deberían ser ellos (los del Gobierno) los primeros en dar el incremento (en las empresas estatales) y que vean si es posible. Si ellos pueden, nosotros vamos a cumplir callados. Pero yo les apuesto que no podrán”.
Finalmente, cuestionó el accionar del Gobierno central, que no toma en cuenta al empresariado privado para las negociaciones, pero se les obliga a pagar estos incrementos salariales.
En esa línea, se pronunció también en Correo del Sur Radio el presidente de la Cainco Chuquisaca, Hernán Vidaurre.