Cinco de cada 10 jóvenes trabaja, pero en condiciones precarias
La mitad de los jóvenes en Bolivia ya son económicamente activos, sin embargo, sus empleos son precarios, según datos oficiales sistematizados por el Cedla.
La mitad de los jóvenes en Bolivia ya son económicamente activos, sin embargo, sus empleos son precarios, según datos oficiales sistematizados por el Cedla.
De los 3,2 millones de jóvenes en el país, 1,7 millones eran económicamente activos (52%) y 1,5 millones ya contaban con una fuente de empleo (48%), según se lee en el boletín Alerta Laboral publicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), a propósito del Día del Trabajo. La organización considera jóvenes a los bolivianos de 14 a 29 años.
“Si bien la mayoría de los jóvenes económicamente activos logran insertarse en una fuente laboral, en la gran mayoría de los casos se trata de empleos altamente precarios, con condiciones laborales y salariales desventajosas”, remarca.
Algunos datos: el 47% de los jóvenes ganaba hasta un salario mínimo nacional y 42% de uno a dos; un 60% cumplía jornadas laborales de más de ocho horas diarias (hasta 14); la gran mayoría dependía del Seguro Universal de Salud y no de una caja de salud, a pesar de que el 42% eran dependientes y solo el 12% estaba afiliado al sistema de pensiones.
El Cedla apunta además que la instrucción superior no es una garantía para obtener empleo: “Si bien del total de jóvenes ocupados de 19 a 29 años, el 36% contaba con educación superior, la mayoría de los jóvenes desempleados (53%) también contaba con esta”.
Otro dato: el 56% de los trabajadores jóvenes poseían capacidades y conocimientos (instrucción superior) que excedían los requisitos para los puestos que ocupaban.
¿INDEPENDIENTES?
El 56% de los trabajadores jóvenes están ocupados en unidades económicas autónomas: 26% son trabajadores por cuenta propia y 30% trabajadores familiares no remunerados; no obstante, los asalariados también representan un porcentaje importante: 40% obreros/empleados y 2% trabajadores del hogar.
O sea, efectivamente son independientes, pero “la problemática central radica en que el 75% de los jóvenes ocupados está en el subsector informal del mercado de trabajo”, manifiesta el Cedla.
En su conclusión, la organización llama a considerar el empleo informal, las condiciones laborales precarias, la flexibilización de la normativa laboral y el empleo infantil, en la discusión sobre ocupación y desempleo juvenil.
“El debate no debe centrarse solamente en ‘por qué los jóvenes no consiguen empleo’, sino ‘por qué tantos jóvenes buscan empleo’, particularmente en edades en las cuales el empleo priva a los jóvenes de un desarrollo (físico, psicológico, intelectual, social, etc.) adecuado”, concluye.