El megacampo Mayaya X1 se comenzó a perforar en 2022; Gobierno desmiente a Evo

El presidente Luis Arce anunció el descubrimiento del megacampo Mayaya X1, en el norte de La Paz, pero, luego, el expresidente Evo Morales salió a atribuirse ese hallazgo. Finalmente, el actual Gobierno le respondió que el pozo en cuestión se comenzó a perforar recién en 2022, es decir, durante la actual administración.

El potencial hidrocarburífero de hasta 7 trillones de pies cúbicos (TCF), en el conjunto de cinco estructuras, dentro de una nueva cuenca situada en el Subandino Norte, supone una noticia importante para el país y por eso Morales, en franca pugna política con Arce, no dejó pasar la oportunidad para intentar adjudicarse el eventual logro.

En un tuit, el exmandatario dice que “en 2008 se empezaron los trabajos de geología, sísmica, magnetotelúrica e interpretación de los datos, para perforar el pozo, con Petroandina”. Luego, menciona otros pasos, en diferentes años, hasta llegar a julio de 2019, en el que, según dice, se produce “el anuncio público de la inversión de $us 76 MM para la exploración del pozo Mayaya”.

Incluso un día antes, recordó que un anuncio público que él mismo hizo, sobre una inversión de $us 76 millones, en relación con ese pozo.

EL RECHAZO

Al respecto, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, informó en las últimas horas que el Mayaya X1 se empezó a perforar en 2022; en consecuencia, no se trata de un logro de la gestión de Morales, sino de la de Arce.

En la administración Morales hubo exploración en hidrocarburos, pero en el Subandino Norte y Sur, en Sécure y Chispani en Cochabamba; en Madidi, Lliquimuni y Chepite, en La Paz. Pero, paradójicamente, según fuentes del actual Gobierno, rechazó una recomendación de perforar en Mayaya hecha por expertos internacionales de Beicip-Franlab, prestigiosa empresa de gas y petróleo con sede en Francia.

EL LLIQUIMUNI

Morales, en 2019, anunció públicamente una inversión de $us 76 millones para el pozo Mayaya, que sin embargo no se perforó hasta 2022, año en que ya estaba en el Gobierno el presidente Arce.

En cambio, durante el gobierno del exmandatario se prefirió el Lliquimuni, ubicado en el mismo bloque.

Varios años antes, tras dos acuerdos de cooperación energética con Petróleos de Venezuela (Pdvsa), se constituye Petroandina, una sociedad en la que Bolivia, a través de YPFB, tiene el 60% de las acciones y la venezolana el restante 40%.

Precisamente con Petroandina, el país decide dar prioridad a la exploración y explotación del área Lliquimuni, en el Subandino Norte. Después de un largo proceso, que incluye el trabajo exploratorio, y un costo total de $us 540 millones, se alcanza una profundidad de 4.562 metros, pero el resultado es negativo. El Lliquimuni está seco.

Para entonces, Morales había generado expectativas relacionadas con este pozo que rondaban los 50 millones de barriles de petróleo y un trillón de metro cúbicos de gas.

En resumen, en el área en cuestión, en 2014, durante el gobierno de Morales se perforó el pozo Lliquimuni Centro-X1, sin éxito, con una inversión de 96,83 millones de dólares, mientras que en el de Arce, en 2022, se procedió con Mayaya Centro-X1, con resultados técnicamente conocidos como pruebas de formación en proceso y una inversión de 61,8 millones de dólares.