Chuquisaca comienza a ofertar productos derivados de la tara
La harina de tara tiene un mercado asegurado en las curtiembres de Cochabamba, Tarija y Santa Cruz
Chuquisaca, el principal productor de harina y goma de tara, inicia la comercialización de sus productos en el mercado nacional. Durante este mes, la oferta se enfocará en las curtiembres más importantes de Santa Cruz, Cochabamba y Tarija. Esta iniciativa tiene como objetivo no solo satisfacer la demanda de la industria, sino también elevar la calidad de vida de miles de hombres y mujeres en las áreas rurales de seis departamentos de Bolivia.
El director adjunto de la Sociedad de Cooperación para el Desarrollo Internacional (Socodevi), una ONG canadiense que opera en Bolivia desde hace 40 años, Marcelo Velásquez anunció a CORREO DEL SUR que la planta industrializadora de tara, ubicada en el municipio de Tomina, iniciará este mes una segunda fase de producción.
En esta etapa, se procesarán aproximadamente 40 toneladas de vainas de tara, provenientes mayoritariamente de familias chuquisaqueñas, con una porción adicional de otros emprendedores en cinco departamentos donde también se promueve este cultivo.
De esas 40 toneladas de vaina, se estima que se obtendrán alrededor de 26 toneladas de harina. Velásquez dijo que este producto estará dirigido principalmente a los mercados nacionales, especialmente a grandes curtiembres en Santa Cruz, Cochabamba y Tarija, que ya han mostrado demanda por esta harina de altísima calidad. Esto permitirá a las curtiembres agregar un mayor valor al cuero boliviano, beneficiando así la economía local.
BENEFICIOS
Velásquez destacó la importancia de que las familias productoras de tara cuenten con al menos 500 plantas y que pueden cultivarse en una superficie de media hectárea. Al cabo del cuarto año, estas familias pueden comenzar a generar ingresos significativos y estimó que podrían alcanzar unos 19,500 bolivianos anuales a través de dos cosechas. “Esto representa una fuente de ingresos muy atractiva para los productores”, acotó.
Además, señaló que las plantas de tara pueden asociarse con cultivos anuales como papa, maíz, ají y maní, lo que permite a las familias diversificar sus ingresos y complementar lo que obtienen de sus cultivos tradicionales.
Hasta marzo de este año, Socodevi distribuyó aproximadamente 425,000 plantines de tara en Chuquisaca y en los otros cinco departamentos donde se trabaja: Tarija, Potosí, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Finalmente, el director dijo que con la planta de Tomina, Chuquisaca se posiciona como pionera en la industrialización de un cultivo considerado estratégico dentro de la cadena de valor verde.
PROYECCIÓN
Una vez consolidada la cadena de valor verde, se estima que el procesamiento de 6,000 toneladas de vaina generará un negocio de aproximadamente 7.5 millones de dólares anuales. Además, Marcelo Velásquez, director adjunto de Socodevi, indicó que si el Estado boliviano manifiesta la voluntad política de impulsar la expansión de las plantaciones, el país podría convertirse en el principal productor de Tara a nivel mundial en la próxima década.
¿Cómo se obtiene la harina y la goma de tara?
El director adjunto de la Sociedad de Cooperación para el Desarrollo Internacional (Socodevi), una ONG canadiense, explicó el proceso de obtención de la harina y la goma de tara. Este proceso inicia con la recolección de las vainas de Tara, las cuales son recolectadas por familias en diversos municipios de los seis departamentos de Bolivia. Posteriormente, estas vainas son transportadas a la planta industrializadora situada en Tomina, Chuquisaca.
En la planta, las vainas se someten a un proceso de industrialización. La primera línea de producción se dedica a la elaboración de harina de Tara, que se obtiene de la corteza de la vaina y es especialmente valorada en la industria del cuero.
La segunda línea se ocupa de la obtención de goma de tara, utilizada en las industrias alimentaria, farmacéutica y cosmética. Esta goma se extrae de las semillas, pequeñas hojuelas que se encuentran en el interior de las vainas, y se procesa para maximizar sus propiedades.
Velásquez destacó que este mes se solicitará al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) la inspección de todo el proceso de inocuidad de la línea de goma de tara. “Así, estaremos en condiciones de ofrecer la goma de tara a diversas industrias alimenticias, farmacéuticas y cosméticas en Bolivia”, añadió.
Beneficios ambientales de la tara
La tara es un árbol excepcional que contribuye significativamente a la mejora y recuperación de suelos degradados. Su longevidad, con una vida productiva que puede superar los 100 años, permite un impacto duradero en el medio ambiente. Cada árbol de tara tiene la capacidad de secuestrar hasta 250 kg de dióxido de carbono a lo largo de su vida, lo que ayuda a mitigar el cambio climático.
Además, este árbol desempeña un papel crucial en la recarga de acuíferos y en la prevención de la erosión del suelo. Su manejo se puede realizar a través de diversos sistemas de plantación, como Sistemas Agroforestales (SAF) y cultivos asociados, lo que promueve la sostenibilidad agrícola.
La tara también es fundamental para la biodiversidad, ya que provee polen y néctar a los insectos polinizadores que visitan sus flores.
En el ámbito agroindustrial, se ha implementado una infraestructura de 2.200 m², equipada con dos líneas de industrialización, con una capacidad instalada de procesamiento de 6000 toneladas por año. Además, se han llevado a cabo pruebas de procesamiento, demostrando la viabilidad de su aprovechamiento.