Industria farmacéutica activa alerta por proyecto estatal Lifab

La Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) expresó su profunda preocupación ante el proyecto estatal “Laboratorio Industria Farmacéutica Boliviana (Lifab)”, que –en su criterio– pretende sustituir a la actual industria, con la producción de medicamentos que por temas de tecnología o inversión no se producen en el país, como oncológicos, hemofílicos o vacunas, así como también aquellos que vienen siendo producidos.

“En la práctica esta orientación representará una competencia desleal contra el aparato productivo privado nacional, en un contexto crítico marcado por la crisis económica y la escasez del dólar”, advierte la representación de las empresas del sector privado farmacéutico.

La industria farmacéutica recuerda que constantemente pide colaboración al Gobierno nacional para enfrentar la escasez de dólares y mantener el abastecimiento, pero lamentan que las autoridades “se enfocan en una empresa pública orientada en sustituirla”.

Según Cifabol, la puesta en marcha de este megaproyecto estatal proyecta una inversión superior a los Bs 3.300 millones, que “no solo implicará la sustitución de importaciones, como sostiene el Gobierno, sino la sustitución directa de las operaciones que actualmente lleva adelante la industria privada”.

Con estos argumentos, advierte el riesgo de afectaciones al empleo, innovación y abastecimiento, además de un ambiente de incertidumbre total.

“El sector lamenta que, en lugar de buscar una complementariedad estratégica planteada por el sector privado, se impulsen iniciativas que duplican capacidades existentes y al final se vaya solo a producir lo que ya se produce”, agrega Cifabol en una nota institucional.

Finalmente, la industria farmacéutica reitera su propuesta de complementariedad y de que este proyecto estatal se enfoque en la producción de medicamentos oncológicos, biológicos y vacunas, mismos que la industria nacional actualmente no produce, pero que son altamente demandados por la población, tienen elevado costo y además su importación implica erogación de divisas para el país.

“La complementariedad no solamente puede tener un verdadero impacto social y económico, sino también permitir el optimizar recursos y generar capacidades por transferencia tecnológica, todo en beneficio de la población boliviana”, apunta Cifabol.