El transporte sufre por diésel e insiste en liberar las importaciones
Las largas filas para cargar diésel persisten en el eje central del país, lo que llevó al transporte pesado de Cochabamba a declararse en estado de emergencia y a exigir al Gobierno que se agilice la libre importación de combustible.
Las largas filas para cargar diésel persisten en el eje central del país, lo que llevó al transporte pesado de Cochabamba a declararse en estado de emergencia y a exigir al Gobierno que se agilice la libre importación de combustible. La demanda surge en medio de una controversia entre YPFB y una empresa privada que mostró interés en proveer el carburante.
Según reportes de la red Unitel, la distribución irregular de diésel provocó este sábado colas de más de cinco cuadras en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. En estas ciudades, los conductores debieron esperar entre dos y tres días para abastecerse. “Desde ayer estoy esperando y recién acabo de cargar. Llegó una cisterna, pero no va alcanzar. Perjudica. Ya no dormimos de día. De noche trabajamos”, relató un chofer cerca al mediodía. La situación es distinta para la gasolina, cuyo tiempo de espera se redujo a entre 15 y 20 minutos.
Ante este panorama, el dirigente del transporte pesado de Cochabamba, Juan Quispe, dijo que su sector se declaró en emergencia. “Lo que nosotros hemos exigido es que ellos (el Gobierno) puedan garantizar el combustible. Hay una empresa que quiso importar y no le dan las condiciones. El tema es más burocráticos. Tiene que ser más flexible y holgado para importar”, manifestó.
Sobre el asunto, YPFB aclaró el martes que la empresa Pegasus no presentó la documentación requerida ni una oferta formal. El director de Comercialización de la estatal, Marcos Durán, indicó que la firma pretendría “que se vulnere la normativa vigente de contrataciones”.