Exportaciones de carne, en la mira
Sospechan de envíos de carne especial como despojos; Fiscalía investiga un caso

Un caso de falsificación de documentos motivó que la Aduana de la Federación Rusa vetara a uno de los tres frigoríficos bolivianos habilitados para la exportación de carne vacuna y la investigación de este tema, a cargo del periodista Carlos Valverde, encontró, además, inconsistencias entre los reportes de exportaciones de Bolivia e importaciones de China. La Caneb presume que se podrían haber realizado envíos de carne especial al exterior utilizando una subpartida arancelaria de despojos comestibles para eludir autorizaciones.
En un año en el que el gobierno de Luis Arce llegó a prohibir las exportaciones de carne vacuna (en febrero) con el objetivo de regularizar el abastecimiento y bajar los precios en el mercado interno, Valverde expresó sus sospechas de una probable triangulación con Paraguay y Brasil para sacar la carne nacional con sello boliviano rumbo a otros países.
La empresa en cuestión es Frigorífico BFC S.A., cuyas exportaciones de carne boliviana fueron suspendidas por el Ministerio de Agricultura de la Federación de Rusia luego de que la Aduana de ese país rechazara seis certificados de Origen Formulario A emitidos para el importador ruso PT Sokolova M.S. y correspondientes a enero y febrero de 2023, de acuerdo con los documentos de respaldo presentados por Valverde, quien recordó que el propietario de BFC, Jair Antonio de Lima, tiene mataderos en la frontera con Brasil.
En una entrevista publicada en El Deber el 23 de abril de 2024, Lima dijo que “BFC es el primer y mayor exportador porque tenemos el más grande frigorífico (de Bolivia). Nuestra experiencia de exportación es muy grande. Somos productores en Paraguay y en Brasil. En realidad, nacimos en Paraguay, después nos fuimos a Brasil y después a Bolivia”.
La referida prohibición por parte de Rusia consta en un documento del 7 de febrero de 2023 que lleva el número de instructivo KC-7/2707 y cuya copia del original, en idioma ruso, fue presentada por Valverde en su programa “Sin Compostura”.
EL CASO DE BFC
Los certificados en cuestión debieron ser emitidos por la regional del Servicio Nacional de Certificación de Exportaciones (Senavex) en Santa Cruz, pero, tras averiguaciones internas, la institución central informa el 3 de diciembre que nunca lo hizo.
El 16 de ese mes se requiere a la Unidad Administrativa Financiera que informe si los certificados observados por la Aduana rusa fueron vendidos a la BFC. En su respuesta, se evidencia que la empresa frigorífica había adquirido en enero 50 formularios y en febrero 71, y que, según el correlativo de número de control, “ambas compras abarcan la compra de los certificados de origen formulario ‘A’ observados por la Aduana rusa, sin embargo los mismos no fueron emitidos por el Senavex”.
Luego, el descargo del Senavex ante el fiscal de materia a cargo de este caso en el Ministerio Público, firmado el 29 de abril de 2025 por Fernando Marca Fuentes como Jefe de Unidad de Control y Asuntos Jurídicos a.i., indica que “…no fueron emitidos por el Servicio Nacional de Verificación de Exportaciones, por lo que se presume que los mismos fueron falsificados”.
Se investigan los delitos de uso de instrumento falsificado contra Paulo Martins Macedo, representante legal de BFC, y falsedad material y falsedad ideológica contra Sebastián Candia Céspedes, personal dependiente de ese frigorífico habilitado para firmar y registrar trámites en el Senavex, según el mismo documento.
FRIGORÍFICOS
Hay tres empresas frigoríficas autorizadas para exportar carne vacuna en Bolivia: Fridosa, Frigor y BFC. Esta última, dos de cuyos personeros están siendo investigados por el Ministerio Público, tiene capitales brasileños.
¿Qué pasó con la denuncia de la Caneb ante dos ministerios?
El gerente general de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Olguín, informó a CORREO DEL SUR que se presume que uno o más operadores pudieron haber utilizado la subpartida arancelaria de ‘despojos comestibles’ para exportar cortes de carne especiales, eludiendo autorizaciones requeridas para este último tipo de producto. Confirmó además que ya el año pasado hicieron conocer esta presunción a dos ministerios del Gobierno, sin haber obtenido hasta ahora una respuesta favorable.
“Lo que nosotros presumimos es que uno o más frigoríficos han estado exportando cortes especiales –porque los precios se corresponden más a cortes especiales que a despojos comestibles– bajo una subpartida arancelaria, bajo una clasificación comercial que no está alcanzada por la regulación, es decir que no requiere una autorización de exportación, y que se ha dejado la subpartida de cortes especiales –que está cubierta con un cupo y necesita autorizaciones de exportación– para también enviar por esa vía. En otras palabras, es probable que algún frigorífico haya estado enviando, en vez de despojos comestibles, carne de ganado de la especie bovina para eludir los controles y las autorizaciones que se necesitan para exportar ese tipo de producto”, explicó Olguín.
“Hay una diferencia muy grande en torno a estas exportaciones, tanto en volumen como en valor. Hemos revisado, lo propio, datos de los productos exportados a la China y otros mercados y los precios promedio de exportación y hemos encontrado, de la misma manera, una inconsistencia en términos de los productos exportados bajo la denominación de despojos comestibles (…)”, agregó.
Asimismo “lo que hemos observado es que los precios pagados por estos mercados son particularmente elevados para la exportación boliviana, lo cual no se corresponde a los precios pagados por otros orígenes de importación de la carne, de otras fuentes; por lo cual, existe la presunción de que haya sido utilizada esta subpartida arancelaria de despojos comestibles por algún o algunos operadores habilitados para la exportación para enviar este tipo de productos, cortes especiales bajo la denominación de despojos comestibles”.
En coincidencia con lo señalado por el periodista Carlos Valverde, dijo que “por los volúmenes exportados bajo esa subpartida (despojos) necesitaríamos tener otro tipo de datos de abatimiento de ganado, de sacrificio de ganado muchísimos más altos que los que tenemos actualmente en el país; es decir, para enviar 1 tonelada de cortes especiales se necesita abatir una determinada cantidad de animales, pero para enviar 1 tonelada, por decirle algo, de lenguas, necesitaríamos multiplicar por mucho esa cantidad de animales”.
Finalmente, dijo que “el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras nos ha referido que es Desarrollo Productivo la instancia encargada, aun tomando en cuenta que en norma son los dos ministerios los responsables de habilitar estas autorizaciones de exportación”.
Inconsistencias en los registros
Bolivia ocupa el séptimo lugar entre los países que venden carne a China, según consta en la página del Centro de Comercio Internacional ITC Trade Map, que ofrece datos estadísticos mundiales. Entre 17 naciones, el gigante asiático representa el 67,5% del total del producto exportado, seguido de Hong Kong (25,1%), Ecuador (3,1%) y Perú (2,7%).
Por datos oficiales, se sabe que las exportaciones de carne crecieron constantemente desde 2016 hasta 2025, cuando el gobierno de Luis Arce decidió prohibirlas con la intención de regularizar el abastecimiento y bajar los precios en el mercado nacional.
El periodista Carlos Valverde detectó en su investigación inconsistencias entre las cifras reportadas por Bolivia como exportaciones de carne vacuna a China y las registradas como importadas por ese país.
En el periodo 2020-2024, Bolivia exportó 108.388 toneladas (t), mientras que China importó 237.576 t. Eso significa una diferencia acumulada de +129.188 t (China reportó un 119,19% más que Bolivia). Las diferencias fueron en aumento desde 2020, cuando Bolivia reportó 18,9% más que China, aunque en este caso pudo deberse a retrasos logísticos, según fuentes especializadas consultadas por Valverde y corroboradas posteriormente por CORREO DEL SUR.
Pero la brecha se abre todavía más entre 2021 y 2022. En este último año, China registró el doble de lo que Bolivia exporta. Y en 2023 y en 2024 la diferencia superó las 47.000 y 67.000 toneladas, respectivamente.
En una segunda línea de investigación, Valverde encontró que la información oficial no coincide con el peso real de las vísceras o despojos de bovinos comestibles, que también se exportan desde Bolivia. En julio se exportaron 15 contenedores y en marzo, 75, pero en este último mes las exportaciones de carne estaban prohibidas y lo llamativo es que BFC, en el primer trimestre del año, justo cuando el Gobierno prohibió las ventas fuera del país, comenzó a hacer más envíos, hizo notar el periodista cruceño.