Posesión del cerro Rico de Potosí

No hay en el planeta cerro más célebre y estimable por sus riquezas que el de Potosí. La explotación de este gigante de la altura, considerado en algún momento como la “octava maravilla del mundo” por albergar en sus entrañas ingentes cantidades de plata, dio pie al trabajo forzado, rudo y prolongado de millones de indígenas. El miércoles 1 de abril se conmemorarán los 470 años de la posesión de este coloso acaecida en 1545, y no así la fundación de la ciudad, como equivocadamente citan algunos autores.

Diferentes investigaciones realizadas por varios historiadores serios, como Pedro Vicente Cañete, Luis Subieta Sagárnaga, Armando Alba y José Fuertes, entre otros, demuestran que Potosí nunca se fundó el 1 de abril.

¿Mito o realidad?
Según el director del Archivo Histórico de Potosí, José Fuertes, hay varias leyendas que giran en torno al cerro Sumaj Orcko, pero la más divulgada es la que refiere al indio Diego Huallpa quien, extraviado cuando regresaba con su rebaño de llamas, decidió acampar al pie del cerro y encendió una gran fogata para abrigarse.
Cuando despertó por la mañana, encontró que entre las brasas humeantes de la fogata brillaban hilos de plata derretida por el fuego, aflorando el metal. El hallazgo derivó en el cambio del nombre de Sumaj Orcko a Cerro Rico.

La historia real, según Fuertes, es que el yanacona Huallpa, natural de Yamqui, que había servido al inca Huayna Capac, en enero de 1545 y en compañía de cuatro soldados españoles fue enviado junto a otro indio desde un cerro vecino al Sumaj Orcko, donde descubrió una veta de plata, mineral del que prácticamente estaba constituido el cerro.

Según Bartolomé Arzans y Vela, el cerro era una “huaca” sagrada que los indígenas conocían desde mucho antes y sabían que no podían tocar.

Ocultaron este hecho a los españoles, pero Huallpa los traicionó. Los indígenas reaccionaron frente a los conquistadores que se hacían dueños de las riquezas que no pudo tocar Huayna Capac y les dieron sangrienta batalla encabezados por el cacique Chaqui Catari, junto a la Cantería, pero los españoles vencieron.

Todo el cerro Rico de Potosí era un inmenso depósito de minerales de plata que llegaban a la superficie en varios sitios.

En parte, este aflorar fue su desgracia al ser atacado sin piedad: tuvo hasta 5.000 bocaminas y socavones, casi todos conectados entre ellos con una longitud total de unos 1.000 kilómetros.

De acuerdo con la Antología El Cerro Rico de Potosí (1545-1995) de la Sociedad Geográfica y de Historia Potosí, “esta ciudad fue creación de la codicia y la irracionalidad, pues antes del descubrimiento de los yacimientos de plata, en 1545, era uno de los parajes más inhóspitos y desiertos de la alta sierra peruana. Donde con una luz transparente y el aire delgado de la altura crecía apenas una vegetación rala, escaseaban los pájaros, había poca agua, y no existía ninguna población indígena”.

La Dirección de Patrimonio Histórico y Arcángeles Arte y Cultura, con el propósito de recordar a las actuales generaciones de estudiantes que el 1 de abril de 1545 aconteció la posesión del cerro Rico y no así la fundación de la ciudad, como algunos piensan equivocadamente, proyecta un audiovisual sobre la temática, reparte trípticos informativos y propicia conversatorios con los niños y adolescentes sobre esta importante fecha.

Fundación de ciudades
Según datos proporcionados por Arcángeles Arte y Cultura, con la llegada de las expediciones de Cristóbal Colón al continente americano, el 12 de octubre de 1492, se iniciaron las fundaciones de ciudades siguiendo las normas de la Corona española.

Solo los gobernadores o capitanes generales podían fundar ciudades. La ceremonia instituida desde mucho tiempo atrás era para tomar posesión del terreno.
Con la presencia del capitán fundador, un sacerdote y testigos, el fundador procedía con la toma simbólica del espacio, cortando las hierbas y ramas de los árboles del lugar. Luego preguntaba si alguien se oponía a la fundación. Enseguida se erigía en el centro de la plaza una picota o madero, símbolo de la jurisdicción de la justicia.

A continuación, se hincaba la cruz en el lugar donde se proyectaba levantar la iglesia principal (símbolo del poder divino), se redactaba el acta de fundación, se oficiaba una misa y se procedía con la denominación de la ciudad. La fundación y la posesión de la tierra conquistada se hacían en nombre del rey.

Las nuevas ciudades fueron diseñadas imitando los viejos campamentos romanos en forma de cuadrícula, con manzanos cuadrados y calles rectas y anchas para aprovechar la circulación de los vientos y el sol. Tenían que ser erigidas en sitios cómodos, accesibles, con pastizales y agua abundante; por tal razón, antes de fundar una ciudad, los españoles recorrían el sector para comprobar que el lugar cumplía con las exigencias.

Sin embargo, algo curioso ocurrió con la región donde se estableció Potosí: no cumplía con los requisitos estipulados. Era un lugar muy frío, inhóspito y con ciénega (gran masa de agua estancada y poco profunda en la cual crece una vegetación acuática a veces densa).

A pesar de ello, los españoles pasaron por alto los requisitos ya que importaba más la riqueza que contenía el cerro. Así nació Potosí como un asiento de minas dependiente de la ciudad de La Plata.

De esta forma comenzaron a llegar muchos españoles y mineros que construyeron casas en los lugares más secos y la población registró un crecimiento acelerado, aunque sin planificación debido a que los buscadores de fortunas pretendían tener una estadía temporal. La influencia de la riqueza del cerro fue tal que Potosí tuvo 160.000 habitantes en 1650.

Por esta razón, el 1 de abril de 1545 no se fundó la ciudad, ni se suscribió acta alguna. Se dice que Potosí nació al azar y creció al ritmo del desarrollo adquirido por los trabajos de las minas del cerro Rico.

Mucho tiempo después, de acuerdo con los escritos de Pedro Vicente Cañete, en 1561, el entonces virrey de Perú, Diego López de Zúñiga, expide la Capitulación de Potosí, que le permite adquirir el rango de Villa Imperial y le da a Potosí autonomía de la Audiencia de La Plata. Asimismo, le asigna prorrogativas administrativas y políticas y le asigna un gobierno propio.

El nombre de Potosí en América
Potosí dio su nombre, sinónimo de riqueza en el pasado, a otras ciudades americanas:
Brasil:
Potosí, estado Pernanbuco, municipio Agua Preta.
Potosí, estado Pernanbuco, Victoria.
Potosí, estado Rio de Janeiro, municipio Cantalago, Santa Rita de Río Negro.
Potosí, Estado Sao Paulo, municipio Gravinhos, Arantes.
Colombia:
Potosí, departamento Bolívar, municipio Olaya Herrera.
Potosí, departamento Caldas, caserío en el camino de Manizales al Nevado de Ruiz.
Potosí, Caquetá (sobre el río Orteguaza).
Potosí, departamento Cundinamarca, municipio Guasca.
Potosí, departamento Cundinamarca, municipio Pandi.
Potosí, departamento Huila, estación de Ferrocarril.
Potosí, departamento Nariño
Potosí, departamento Tolima, municipio Villahermosa.
España:
Potosí, provincia Badajoz, Ayuntamiento Aceuchal, administración de Correos Santa Martha de los Barros.
Estados Unidos:
Potosí, estado Missouri, Distrito Washington.
Potosí, estado Wisconsin, Distrito Grant.
Nicaragua:
Potosí, departamento Chinandega.
Potosí, departamento Rivas.
Argentina:
Potosí, provincia Córdoba, Partido Río Cuarto.
Potosí, provincia Córdoba.
México:
Potosí, estado Chiapas, municipio Pichucalco.
Potosí, estado Durango, municipio Poanas, Villa Unión.
Potosí, estado Nuevo León, Galeana.
Potosí, Tamaulipas, municipio Mante, ciudad Mante.
San Luis Potosí, estado de México, cuya capital tiene el mismo nombre. Esta ciudad fue fundada en 1590 por Luis de Velasco.
Fuente: Revista 1, del año 1, del Instituto de Investigaciones Históricas