Reciclaje: De basura a tubos de construcción
La fábrica “Proplast” de Sucre requiere una tonelada diaria de materia prima, pero debe comprar una buena parte de Santa Cruz, Cochabamba y Potosí para cubrir su demanda.
La fábrica “Proplast” de Sucre requiere una tonelada diaria de materia prima, pero debe comprar una buena parte de Santa Cruz, Cochabamba y Potosí para cubrir su demanda. A corto plazo, sus responsables proyectan diversificar la producción y fabricar incluso madera sintética
No es nada irrealizable. Los residuos plásticos de la basura de Sucre y Potosí pueden desaparecer del paisaje urbano. Una fábrica asentada en la capital lo hace posible desde hace seis años, transformando plásticos reciclados, duros y blandos, en tubos para el área de la construcción que son comercializados en las ferreterías.
Requiere una tonelada diaria de materia prima, pero debe comprar una buena parte de Santa Cruz, Cochabamba y Potosí para cubrir su demanda.
A corto plazo, sus responsables proyectan diversificar la producción y fabricar incluso madera sintética.
“El fin es el principio”
Bajo el lema de “El fin es el principio, trabajando por un mundo mejor”, los esposos Cliver Torres Espada y Karina Villagómez Linares ejecutaron un emprendimiento que tiene un propósito grande: ayudar a descontaminar el planeta.
Ellos soñaron un día con una fábrica que luego denominaron “Proplast” y que hoy permite avizorar un paisaje sin basura, bolsas ni objetos de plástico, dando un descanso, además de a la vista, al pedazo de Tierra que habitamos y que es nuestra responsabilidad cuidar.
“Yo veo que en la ciudad de Sucre el plástico que se bota es un contaminante tremendo al cual se le puede sacar un rédito económico. Nuestra visión es de negocio y ecologista”, aclara Cliver.
Para que ese proyecto familiar alcance con su propósito ecológico a una mayor cantidad de personas, necesariamente, se requiere de la participación de las autoridades. En concreto, el reciclaje exige la responsabilidad pública de facilitar el rescate de la basura plástica para que esta no vaya a los botaderos municipales o clandestinos y llegue a una fábrica, en este caso Proplast (en el futuro podría ser cualquier otra), comprometida con su región y con el medio ambiente.
Actualmente, la fábrica de los Torres acopia basura a través de empresas recolectoras y de gente que ahora, en lugar de arrojar los plásticos —desde bolsitas de nylon del mercado, de yogurt, de leche y de embutidos hasta botellas pet o baldes rotos, entre otros—, los recolectan para venderlos como materia prima. El precio por kilo puede oscilar entre 1,5 y 3,5 bolivianos, dependiendo sobre todo de cuán limpio esté el producto.
Una fábrica particular
Pasando el aeropuerto Juana Azurduy de Padilla, sobre la carretera se encuentra la fábrica de residuos plásticos “Proplast” que, hoy por hoy, representa una esperanza para Sucre y Potosí, ambas inundadas de basura. Al cruzar su fachada blanca se ve una pila de tubos Bergman para cableado interno; es el producto final, luego de que la basura ha sido procesada en ingeniosas maquinarias de hierro y acero construidas por Cliver Torres, de la familia de afamados metalmecánicos “Torres”, en Sucre.
Precisamente fue su padre, Simón Torres, quien le propuso a Cliver, entonces recién egresado de la carrera de Ingeniería Mecánica, que desarrollara su tesis sobre el procesamiento de la basura e investigara sobre el tema. La fábrica es, justamente, el producto de la tesis de grado de Cliver, hecha realidad 15 años después, con toda la maquinaria pensada y construida por él mismo. Allí también se aplicaron los conocimientos de la Maestría en Mecatrónica que hizo su actual propietario en Brasil, junto con una especialidad en Procesamiento de Plásticos.
Además, se trajo muchas ideas de ese país, líder mundial en reciclado, algunas de las cuales pretende aplicar en la fábrica local para diversificar su producción.
Básicamente, la empresa se dedica a entregar una solución a la problemática de los residuos plásticos provenientes del consumo masivo, como es el caso de polietileno de alta y baja densidad, poliestireno, polipropileno, PVC, PET en sus formas comerciales (envases, bolsas, productos de empaque, etc.).
Lo que hace “Proplast” es que, a través de la reutilización de estos materiales, fabrica nuevos insumos (tubería plástica). De esta forma no solo consigue darle uso al plástico desechado, sino que además las personas que utilizan sus productos, ayudan a reducir el impacto ambiental de los plásticos.
Entre proyectos y amenazas
La fábrica produce de 1.000 a 1.500 piezas de tubos Bergman diarias y también puede fabricar tubos para alcantarillado más económicos y resistentes. En un año pretenden vender tanques y podrían hacer ladrillos, asientos, parachoques, por mencionar algunos productos.
Sin embargo, el gran objetivo es convertir a la planta en una alternativa ecológica que contribuya a disminuir la utilización de madera ofreciendo “madera sintética”; esta tendría la misma textura y calidez y podría ser aplicada a revestimientos, pisos, zócalos, etc. Para darle esa “calidez”, se necesita sumar a la fórmula de plásticos un ingrediente orgánico, en este caso, cáscara de maní. Buscan proveedores estables de este insumo a gran escala.
Cliver Torres espera automatizar el proceso para lograr un aumento en los volúmenes de reciclado y producción. Espera un día acercarse a las fábricas que existen en Brasil, donde toda la basura, sin discriminación de aluminio, cartón o plástico, es procesada y convertida en algo de utilidad.
“Para las personas que pensamos en la ecología, esas fábricas son como un sueño”, afirma Torres, admirado de que en ese país nada se bota, todo se recicla, incluidos los pañales de bebé.
Pero perseguir los sueños cuesta, a veces, algunos sinsabores. Los costos de producción de Proplast se incrementan por la elevada tarifa de electricidad que la fábrica tiene que pagar, por lo que han pensado en trasladarla a Santa Cruz de la Sierra, donde se ofrecen facilidades a este tipo de iniciativas privadas, tanto por los costos de terrenos en áreas industriales como por las tarifas preferenciales en servicios
Sin lugar a dudas que empresas como esta (son más, por supuesto, pero valga la mención), que buscan una optimización continua aportando a la sociedad con actividad económica y dando oportunidades a sectores empobrecidos mediante la generación de fuentes de trabajo directas e indirectas, merecen el apoyo de las autoridades.
Ironía: Basura insuficiente
Pese a que en la periferia, incluso en el centro de Sucre, se advierte con preocupación cómo prolifera la basura por las calles —sin contar la mala imagen que dejan carreteras y basureros clandestinos—, irónicamente, todo lo que esta fábrica recolecta de plásticos reciclados es insuficiente.
“Quisiéramos reutilizar el 100 por ciento de la basura plástica que se genera”, dice Cliver Torres al señalar que no existe un sistema eficiente que recoja solamente plásticos.
Dentro de sus posibilidades, “Proplast”, en coordinación con la Cámara de Industria y Comercio de Chuquisaca (CAINCO), desarrolla un plan de convenios con colegios e instituciones para separar su basura plástica, de manera que ellos puedan recogerla. Lo mismo con los domicilios de los ciudadanos que decidan reciclar sus plásticos.
Este tipo de fábricas asentadas en el sur del país obliga a ciudadanos y autoridades, incluidas las empresas recolectoras, a repensar su logística para destinar la basura plástica a emprendimientos como estos, antes de que vaya a parar a botaderos donde los residuos se convierten en un contaminante con difíciles posibilidades de degradación en cientos de años.
En ciudades de Ecuador, por ejemplo, la alcaldía dota a los ciudadanos de contenedores de basura para facilitar la clasificación de la misma y, por lo tanto, su recojo.
En La Paz, sin ir tan lejos, existe un compromiso de autoridades, ciudadanos y empresas con el recojo preclasificado de la basura plástica, orgánica, así como de vidrios, cartones y papeles. El recojo de los residuos por parte de los carros basureros es diferenciado: cada cual tiene un día específico.
¿Por qué trabajan así? Porque saben que una vez que los residuos entran mezclados al camión, ya no se pueden recuperar y es basura perdida.
El gran objetivo es convertir a la planta en una alternativa ecológica que contribuya a disminuir la utilización de madera ofreciendo “madera sintética”; esta tendría la misma textura y calidez, podría ser aplicada a revestimientos, pisos, zócalos, etc. Para darle esa “calidez”, se necesita sumar a la fórmula de plásticos un ingrediente orgánico, en este caso, cáscara de maní. Buscan proveedores estables de este insumo a gran escala
Las ventajas de reciclar en familia
Reciclando contribuimos a que nuestro entorno esté mucho más limpio. De esta manera, será posible disfrutar de una ciudad y de un planeta más libre y descontaminado. Entre sus principales ventajas figura la conservación y el ahorro de energía, materias primas y recursos naturales, así como la disminución del volumen de residuos a eliminar.
Ahorramos energía y evitamos la contaminación causada por la extracción y procesamiento de materiales vírgenes, así como la manufacturación de productos usando materiales vírgenes.
Permitimos que los materiales usados, es decir, los desechos, puedan volverse a utilizar (aunque algunos no puedan ser reciclados ya que son dañinos, como por ejemplo: aceites, pinturas o pegamentos).
Reducimos también la necesidad de crear espacios para vertederos e incineradoras de basura.
| OTRAS VENTAJAS
A través del reciclaje se puede obtener diferentes ventajas ecológicas, económicas y sociales:
1. Ecológica. El reciclaje permite disminuir la cantidad de materiales que van a los vertederos de basura. En su lugar, se convierten en materias primas y estas, a su vez, en nuevos productos de alto consumo.
2. Económica. La actividad del reciclaje es una forma de obtener dinero en épocas de crisis. Por un lado, del reciclaje se logran materias primas que van a ser utilizadas por fábricas e industrias nacionales; si no existiera el reciclaje, esta materia prima debería ser importada. Por otro, el reciclaje beneficia económicamente: es una manera de ganar dinero reutilizando materiales que pasan directamente a las industrias; así, pueden ser vendidos a los consumidores como nueva materia prima.
3. Social. La cadena de reciclaje involucra directamente a una considerable cantidad de mano de obra.
Reciclar en familia ayuda al planeta
Nuestras acciones diarias pueden ayudar a salvar el planeta. ¿Cómo?:
Educando a los niños para que sepan que reciclar ayuda al planeta
Separando las basuras para facilitar el reciclado.
Empleando productos que no dañen el medioambiente.
No desperdiciando el agua potable.
Usando materiales reciclados.
Respetando las plantas y los animales de nuestro alrededor.
Ayudando a asociaciones de protección diaria del medioambiente.
El principal problema para el reciclaje es la falta de educación medioambiental en escuelas colegios e instituciones públicas y privadas. Por eso es importante explicar a niños y adultos la importancia de esta actividad para la vida en sociedad
¿Qué es el reciclaje?
El reciclaje es la mejor manera de sacar provecho a los materiales usados, porque con ellos se crean nuevos materiales.
Reciclar es un proceso que depende del aporte de materias primas de miles de personas y, por este motivo, sigue siendo y será la mejor ayuda para la conservación del planeta, tanto para el hombre como para el medioambiente.
¿CÓMO EXPLICAR EL RECICLAJE A LOS NIÑOS?
Reciclar los residuos es una responsabilidad que tenemos todos con el planeta y con nuestros hijos, por el futuro de su calidad de vida.
A partir de los tres años de edad, los niños pueden ir aprendiendo a reciclar los residuos en casa. Lo primero que debemos enseñarles es cómo seleccionar la basura y dónde debemos depositarla. Los residuos pueden ser separados en cinco grupos: el de papel, vidrio, plástico, restos de comida, y otros más orientados al aceite, a los juguetes y a las pilas.
Al principio, el aprendizaje debe ser práctico y debemos enseñarles con el ejemplo, ya que el cuidado y el respeto al medioambiente comienza dentro de casa.
Luego, esta enseñanza debe estar en concordancia con el reciclaje y la reutilización de materiales en el colegio. Es importante orientar a los niños desde muy temprana edad, ya que en un futuro serán ellos los principales responsables de nuestro planeta.
Para ello, es preciso hacerles entender que el reciclaje existe para poder evitar la destrucción del medioambiente. Esta explicación se puede concretar mediante juegos, dinámicas y otras actividades que motiven a los niños a participar en el reciclaje.
Proceso de transformación de la basura
1. ACOPIO DE PLÁSTICOS: Propalst compra la basura plástica de empresas recicladoras y de recolectores de Sucre, aunque, para alcanzar sus cupos de producción, también deben adquirirla de Potosí, Cochabamba y Santa Cruz. En la actualidad buscan contar con la basura clasificada de colegios, instituciones y personas particulares. Idealmente, necesitan que los plásticos y bolsitas estén limpios. También es posible llevar el plástico directamente a la fábrica.
2. CLASIFICACIÓN: En la fábrica se clasifica la basura plástica separando la blanda (bolsas de nylon) de la dura (botellas, recipientes plásticos, etc). En esta parte del proceso se revisa la limpieza del material y se selecciona por colores y tipos.
3. TRITURADO: La máquina trituradora (que es como una moledora de carne gigante), reduce tanto el tamaño del plástico duro como de las bolsas de nylon. Esta y otras máquinas de la fábrica son el producto del ingenio y los conocimientos en metalmecánica de Cliver Tórres.
4. LAVADO: Los pedazos de plástico ingresan a una lavadora. El material es cargado y descargado manualmente.
5. CRISTALIZADO: Una vez triturado, una máquina se encarga de cristalizar el material plástico gracias a una combinación de calor —que ablanda el material— y de choques de frío a través del agua. De esa forma se obtienen escamas o trozos que luego serán mezclados en porcentajes previamente establecidos con nylon, obteniendo la dureza o flexibilidad requerida para el tubo que se está fabricando.
6. MOLDEADO: La máquina llamada “extrusora”, literalmente, se traga por un embudo los pedacitos de plásticos. Por medio del calentamiento, logra hacer que el plástico pase de estado sólido a pastoso. Esa masa, como plastilina, es empujada hacia la punta, donde está el molde que le da forma al tubo de plástico. Este, todavía blando, pasa por una cámara de enfriamiento para volver a su rigidez original, pero esta vez con la forma deseada para ser reutilizado. Para cambiar de dimensiones o formas, basta con modificar el molde de la punta.
7. COMERCIALIZACIÓN: El mercado está abierto para todo tipo de productos fabricados con plástico reciclado. Actualmente, Proplast vende tubos Bergman para la construcción de 12, 14 y 18 pulgadas, pero también puede fabricar tubos para alcantarillado más económicos y con mayor resistencia.
* Teléfonos de “Proplast”: 728-8339, 711-60046, 6467477. Email: [email protected]. Dirección: Av. Navarra S/N, a 50 metros de EMBOL, zona aeropuerto, Sucre.