Celulitis grave
Científicamente, la celulitis que se produce en una persona previamente sana, sin una puerta de entrada cutánea obvia, en la mayoría de los casos se debe a “estreptococos Beta hemolíticos o a “stafilococus Aureus”.
Científicamente, la celulitis que se produce en una persona previamente sana, sin una puerta de entrada cutánea obvia, en la mayoría de los casos se debe a “estreptococos Beta hemolíticos o a “stafilococus Aureus”.
Lo más importante en el tratamiento de la celulitis es identificar lo antes posible si existe necrosis del tejido celular subcutáneo, la fascia o el músculo. La aparición de cualquiera de los siguientes datos clínicos puede indicar la existencia de necrosis:
A) dolor intenso no explicable por la aparente extensión de la celulitis.
B) desarrollo de sepsis grave o shock.
C) progresión rápida de la lesión a pesar del tratamiento antibiótico apropiado.
D) aparición de áreas equimoticas, bullas de contenido hemorrágico o necrosis cutánea.
E) anestesia de la piel afectada.
F) crepitación o presencia de gas en las pruebas de imagen.
G) despegamiento del plano fascial.
Generalmente, es fundamental someterse a un tratamiento antibiótico de inmediato. Para esto se debe conocer el estado de la flora bacteriana habitual evaluando en laboratorios con hemocultivos, cultivos de tejidos blandos y pruebas de imagen.
Si existe supuración y/o necrosis, se da paso al desbridamiento y limpieza quirúrgica tan pronto como sea posible.
Además, es recomendable mantener la extremidad afectada en elevación e inmovilizada, y, por supuesto, la profilaxis. Siempre se aconseja que cualquiera situación infectológica grave sea manejada por un médico especialista.