Sucre, una capital con argumentos

En su artículo 2 también establece la construcción de la infraestructura respectiva para los altos poderes del Estado, principalmente para el Legislativo, en el templo suprimido de San Agustín. Esta ley constituye el real e incuestionable argumento histórico para decir que esta ciudad es la capital de Bolivia

Como corresponde a la verdad histórica, cada 12 de julio, como hoy, se viene recordando el Día de la Capitalía del Estado Plurinacional de Bolivia. Empecemos por aclarar que la “capitalía” es el nombramiento de una ciudad en tal categoría; la “capitalidad”, el ejercicio constitucional pleno emergente de la capitalía para ser sede de los poderes u órganos del Estado. La capitalía debe desembocar inevitablemente en capitalidad, tal cual ocurre en todos los países del mundo.

Con el debido fundamento histórico debemos indicar lo siguiente:

El 6 de agosto de 1825 nace nuestra República, pero sin nombre específico por cuanto son las Provincias del Alto Perú que proclaman su independencia.

La ley del 11 de agosto del mismo año establece, entre otras cosas, que “La denominación del Nuevo Estado, es y será para lo sucesivo, República Bolívar” y “La Ciudad Capital de la República y su departamento se denominará en lo sucesivo Sucre”.

Pero no se refería directamente a esta ciudad, sino que la idea era ubicar un lugar propicio en el cual se estableciese la ciudad capital con ese nombre.

Por diferentes motivos, no se pudo operativizar esta idea y la capitalía de hecho estaba radicada en esta ciudad, con los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que seguía con el nombre de Chuquisaca y no de Sucre, tal como se puede verificar en una serie de documentos de la época.

Ante esta situación, la ley del 1 de julio de 1826 declara a Chuquisaca “Capital Provisora de la República Boliviana”.

Esta situación se mantiene hasta el 12 de julio de 1839, ya que el Congreso reunido en la fecha y en esta ciudad, sanciona una ley que establece: “La ciudad de Chuquisaca es la Capital de la República y conforme a la Ley del 11 de Agosto de 1825, se llamará en adelante la ciudad Sucre”.

En su artículo 2 también establece la construcción de la infraestructura respectiva para los altos poderes del Estado, principalmente para el Legislativo, en el templo suprimido de San Agustín. Esta ley constituye el real e incuestionable argumento histórico para decir que esta ciudad es la capital de Bolivia.

No hubo intento de traslado
Es importante dejar constancia que esta categoría de capitalía nunca se puso en discusión, y tampoco se hizo el intento de traslado o transferencia a ninguna otra ciudad, ni siquiera en la llamada “Revolución Federal”, ya que el objetivo de esa contienda fue eminentemente político, es decir, el afán de los liberales por asumir el poder. Al no poder hacerlo por otros medios, recurren a la prédica del federalismo, a raíz de la aprobación de la llamada “Ley de Radicatoria”, y buscan apoyo de los campesinos aymaras en su lucha.

Logrado el ascenso al poder, se olvidan de todas sus ofertas, como siempre, y más aún no se atreven a tocar el asunto de la capitalía por temor a desencadenar mayores conflictos.

Una capital predestinada
Esta ciudad, desde siempre, estuvo predestinada para ejercer la condición de capitalía y de capitalidad. No olvidemos que desde tiempos remotos desempeñó un papel de primer orden:

Es el centro vinculador en la época precolonial, cabeza de la importante Confederación Charca. En el periodo colonial es la primera ciudad española en ser fundada (1538). Sede del primer obispado (1552), elevado a la categoría de arzobispado (1609), ya en la época republicana sede del primer cardenalato (1968).

Aquí se funda la importantísima Real Audiencia de Charcas, en 1559, que sentó la jurisdicción territorial para la futura república. Se crean los dos primeros colegios: Santa Isabel de Hungría y San Juan Bautista, que dieron lugar a la fundación de la Universidad Mayor Real y Pontificia San Francisco Xavier de Chuquisaca en 1624.

Aquí se da el Primer Grito Libertario de América el 25 de Mayo de 1809 y aquí se funda Bolivia el 6 de Agosto de 1825.

Ya en la época Republicana, nace en esta ciudad la primera Escuela Normal de Profesores y Preceptores de la República, hoy Universidad Pedagógica.

Esto, y mucho más, hace de esta ciudad la “prima inter pares”, es decir, la primera entre las otras con sobrados méritos para ser designada Capital de la República de Bolivia.

Recogiendo estos antecedentes históricos, la Constitución Política del Estado vigente establece en su artículo 6, inciso 1: “Sucre es la Capital de Bolivia”.

Hoy, 12 de julio de 2015, recordamos el 176 aniversario de la nominación de esta ilustre ciudad como Capital de Bolivia. Ojalá nuestras autoridades puedan hacer algo, especialmente en la difusión de mensajes que dejen por bien sentado este hecho y, por qué no, se empiece a trabajar muy seriamente para hacer que los órganos Legislativo y Ejecutivo retornen en un futuro a la ciudad capital, de la que nunca debieron haber salido.

Ojalá nuestras autoridades puedan hacer algo, especialmente en la difusión de mensajes que dejen por bien sentado este hecho y, por qué no, se empiece a trabajar muy seriamente para hacer que los órganos Legislativo y Ejecutivo retornen en un futuro a la ciudad capital, de la que nunca debieron haber salido (Prof. Juan Javier Zárate Caballero)