A la caza del hiperrealismo

Arrugas, pliegues, venas, uñas, lunares, cejas, pestañas, cicatrices, lengua, dientes, ojos, musculatura... El detallismo de Javier Portugal salta a la vista y parece rozar la perfección en texturas y semblantes

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    Oscar Díaz Arnau ECOS
    Ecos / 08/08/2015 17:25

    Arrugas, pliegues, venas, uñas, lunares, cejas, pestañas, cicatrices, lengua, dientes, ojos, musculatura... El detallismo de Javier Portugal salta a la vista y parece rozar la perfección en texturas y semblantes de personajes a los que solo les falta hablar. El escultor chuquisaqueño ha dado pasos decisivos en la búsqueda del hiperrealismo, esa corriente artística que surgió a finales de la década de 1960 y que se basa en la reproducción fiel, casi fotográfica, de la realidad.


    Personajes infantiles se entremezclan con mutantes, superhéroes y estrellas de rock, en una sala rebosante de talento y esfuerzo. “Para las esculturas más vale la práctica: es un 10% talento, otro 10% esfuerzo, 10% ganas y 70% práctica y experiencia”, enseña Portugal, un joven de 34 años que hace siete se dedica íntegramente a este arte de manera autodidacta.

    Artista plástico empírico, aprendió experimentando con diferentes materiales, “echando a perder”, como él dice, puliendo detalles, incluso haciendo click en videos de YouTube. “No hay dónde aprender aquí: no hay una facultad de Bellas Artes, no hay institutos especializados en escultura o cine que puedan servir como base. Cuando uno quiere incursionar en este campo, no hay dónde hacerlo y, entonces, tiene que ser todo autodidacta”, comenta con un dejo de pena.

    No es la primera vez que ECOS recoge la preocupación de un joven del sur del país por la falta de carreras para los aficionados al dibujo, la pintura o la escultura. Las autoridades deberían hacer algo por ellos, si es que no quieren consolidar su frustración.

    Casi todos comienzan igual, haciendo garabatos en una hoja, esbozando trazos de alguna caricatura de la televisión o una revista: Javier Portugal no es la excepción. Pero, en su caso, un concurso le dio un empujón decisivo para que terminara abocándose de lleno a este arte. A nivel nacional buscaban ocho escultores que pudieran realizar los dinosaurios del Parque Cretácico y él quedó entre los seleccionados. Tres de las maravillosas reproducciones que a diario son admiradas por cientos de personas en Cal Orck’o han sido el fruto del esfuerzo conjunto de este artista y del trabajo en equipo.

    “Allí entendí qué es la escultura y que había gente que se dedicaba a eso; hasta ese momento, era solo un hobbie”.

    Recientemente montó su exposición, denominada “Esculturas de película”, en el MUSEF de Sucre, “para que la gente vea la diversidad de personajes que se puede hacer”, explica él, sencillamente, tal cual su característica: un artista silencioso, de bajo perfil.

    La respuesta del público es conmovedora: los niños, alucinados al verse inmersos en un mundo fantástico junto a sus personajes favoritos, se expresan libremente y se olvidan de que se encuentran en un museo. Lo propio sucede con los adultos, que parecen retroceder en el tiempo y sonríen a dentadura suelta para la fotografía.

    Y es que no hay forma de evitar un abrazo con Homero Simpson o enternecerse al lado del Chavo del 8. Un poco más allá, pocos resisten la tentación a la foto con Yoda, el gran maestro de la Orden Jedi, con Gollum, el de los ojos desorbitados, o con Wolverine, el mutante de las venas impresionantes. Aunque a los niños nadie les quita su encantamiento con el Spiderman que se descuelga del techo, con Batman y Robin en versión lego, con Draculaura, Twilight Sparkle, Minnie-cienta, Doki o con la Peppa pig.

    Portugal se vale de una técnica mixta para dar forma a sus personajes, a veces partiendo de arcilla, de porcelana fría, de plasticera o de plastilina, y luego copiando en resina poliéster. Debe atravesar por trabajosas etapas que requieren incluso de un equipo de tres adolescentes: Rubén Mamani y los hermanos Alfonso y Germán Limachi, más el apoyo incondicional de la esposa de Javier, Micaela Montaño, también artista.

    A él, no le cuesta sacar para fuera su sensibilidad de padre: “Me gusta ayudar, inducir a los niños al ámbito de la escultura”.
    Utilizan masilla epoxi (similar a la Poxilina, en la que se mezclan dos componentes y después endura), pero este es nada más un detalle; en general, explica Javier, “son materiales que hay que conocerlos, saber cuándo utilizarlos, en qué partes de la escultura, qué tiempo te dan para trabajarlos, qué ventajas tienen”.

    Por último, se muestra convencido: “echando a perder se aprende”.

    Práctica y disciplina
    El escultor y gerente de su propia empresa, “Portugal: Diseño y Escultura”, prefiere resumirlo todo, muy convencido, en términos porcentuales: “es un 10% talento, otro 10% esfuerzo, 10% ganas y 70% práctica y experiencia”.

    “Yo mismo me fijo horarios, y casi siempre son de oficina, como si alguien me controlara, para tener una disciplina”. Esto requiere mucho de eso.

    La empresa ofrece los servicios propios del diseño gráfico, la escultura y la decoración y ambientación de eventos, como el armado de escenografías o de stands, incluso para fiestas de cumpleaños y otras. Dice que el diseño gráfico se complementa con la escultura, “es una gran herramienta que me ayuda a conseguir un resultado más cabal del personaje que busco esculpir”.

    Comercializar el arte
    ¿Es fácil comercializar tu arte?, le pregunto. Y responde: “Escultura es fácil, se interesan personas particulares, empresas, instituciones como la Alcaldía, el Parque Cretácico, la Casa Nacional de Moneda, pero es un trabajo a pedido. Si quieres vender tu arte, es otra cosa. Porque para hacer arte no tienes que tener la presión económica y de tiempo”.

    Lo que más le piden son dinosaurios: “mucha gente piensa que solo hago dinosaurios”. Evidentemente, Javier es paleoescultor, le gusta hacer dinosaurios, pero también produce otro tipo de esculturas.

    Para el Teatrillo del Parque Bolívar hizo un mural con dos dinosaurios que parecen salir de la pared. Notó que la gente iba y se tomaba fotografías allí: “si les gusta ese efecto, ¿por qué no seguir realizando ese tipo de trabajos?”, se preguntó.

    Ahora también experimenta con la fibra de vidrio en relieve, para demostrar que se puede lograr el realismo, captar la idea de tridimensionalidad y hacer una escultura que no ocupe tanto espacio, sin perder el efecto visual.

    La idea se amolda a la perfección con los personajes infantiles. Javier y su empresa lo toman como un servicio, “porque a veces un papá tiene la intención pero no los medios ni el tiempo; entonces, para eso estamos nosotros, para apoyarles con la ambientación de su fiesta”.

    Entre risas admite que “en casa de herrero, cuchillo de palo”, consciente de que “a veces no puedo hacer lo que les gusta a mis hijos porque estoy ocupado con los pedidos y debo cumplir un cronograma”. Aunque no dejó de darse el gusto: “Muchos de estos personajes los hice pensando en mis hijos, son los que a ellos les gusta; por ejemplo, Minnie-cienta. Para el cumpleaños de mi hijita armamos la escenografía junto con mi esposa, y mi hijita se sintió como una princesa. A mi hijo le encantan los Legos”.

    Por último, el autor del diseño del dinosaurio “Orkito”, la mascota de los Juegos Bolivarianos 2009 que se desarrollaron en Sucre, lo tiene muy claro: “Me gusta conjuncionar la caricatura con el hiperrealismo; que, a la vez de exagerados, los personajes parezcan reales. Yo puedo decir que voy a medio camino en esa tendencia, quiero llegar a colmar todavía muchos detalles más; eso es lo que me apasiona”.

    Su anhelo es contar algún día con un lugar donde pueda exponer sus trabajos, introduciendo en nuestro medio el concepto de “centro recreacional”, al estilo de los museos de cera, donde la gente pueda distraerse en familia, tal cual ocurre con el Parque Cretácico.

    “Las autoridades deben saber que en Sucre no solamente se hacen dinosaurios, sino también esculturas de diferentes temáticas; ¡se pueden crear mundos fantásticos!”, reflexiona el artista, al momento de plantear una nueva opción de entretenimiento para la recreación del público local y del turismo.


    La exposición en el Musef de la calle España estará abierta hasta el 15 de agosto. “Portugal: Diseño y Escultura” recibe pedidos en el celular 72862569.

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