Ellen Baker, alcanzando las estrellas
Según Baker, permanecer en el espacio no es aburrido. Hay mucho trabajo por hacer y bastante por observar: la Tierra y las estrellas, por ejemplo. “Vivimos en un planeta frágil, único y hermoso”.
La ex astronauta norteamericana Ellen Baker es una de contadas mujeres que formaron parte de tres misiones de la NASA. Con 686 horas en el espacio, ahora se dedica a motivar a los niños del mundo a soñar con llegar algún día a los remotos lugares donde ella y muy pocos más pudieron estar… Una quimera para millones, pero, ella dice que no está lejos de plasmarse en realidad.
Bajo el eslogan “Alcanza las estrellas”, la Embajada de Estados Unidos propició la llegada de Baker a Bolivia para que dé charlas motivadoras y gratuitas a niños sobre su experiencia en el espacio y su trabajo en el Servicio Nacional de los EEUU del Aire y del Espacio, NASA.
Su llegada al país fue toda una novedad. Baker dictó conferencias sobre su vida de astronauta y sobre la era de los descubrimientos espaciales en La Paz, El Alto, Sucre, Potosí, Santa Cruz y Tarija. Dijo que “Bolivia es una tierra hermosa con gente agradable y muy simpática”.
“Viviendo en el espacio”
En Sucre participó en el 8° Congreso Mundial para el Talento de la Niñez, con la conferencia “Viviendo en el espacio”.
En ese momento se refirió a la ilusión de muchos niños: “Hoy en día los estudiantes que tienen grandes sueños pueden llegar a alcanzar lo inalcanzable. Lo importante es que cada uno se desafíe, establezca metas y se trace altas expectativas de vida. No es fácil, pero como cada uno tiene control sobre sí mismo, sobre lo que hace con su vida y a dónde quiere llegar, se puede”.
Considera que la educación de los niños para el futuro debe ser una prioridad, fundamental para la supervivencia de la Tierra y sus habitantes. “Tenemos las herramientas y el conocimiento para hacer una diferencia, para resolver muchos problemas unidos. Es un reto que debemos encarar”, sostiene.
Su experiencia
Ellen Baker confiesa a ECOS que nunca pensó en ser astronauta, pero, con el paso de los años, las cosas fueron cambiando en su vida.
Dice que en Estados Unidos no se discrimina a las mujeres astronautas porque incursionan en esa área desde hace 40 años. Pese a que ir al espacio es una actividad arriesgada, mucha gente sueña con ser parte de ese riesgo, indica ella.
Para ser astronauta, Baker enseña que se requiere de una gran cantidad de conocimientos técnicos y científicos en matemáticas, meteorología, astronomía, física, adquirir familiaridad con las computadoras y estudiar navegación espacial; tener una excelente preparación física y contar con un buen equipo de trabajo y de cooperación.
“Debes aprender sobre motores de cohetes, control de naves, sistemas informáticos, navegación, y se requiere ser fuerte para combinar todas esas habilidades”, detalla después.
A continuación, explica que la exploración del espacio y la ciencia espacial son proyectos verdaderamente complejos, en los que muchos países del mundo están incursionando para comprender mejor el universo y utilizar esa información para mejorar nuestras vidas. “Los seres humanos vivimos en un planeta pequeño y en un universo inmenso, y desde el espacio se puede ver que a través de los viajes espaciales no se ha llegado muy lejos de la Tierra”.
Según Baker, permanecer en el espacio no es aburrido. Hay mucho trabajo por hacer y bastante por observar: la Tierra y las estrellas, por ejemplo. “Vivimos en un planeta frágil, único y hermoso”, revela a ECOS.
La ausencia de gravedad
El programa de adiestramiento es agotador, pero el físico más todavía.
Para habituase a la ausencia de gravedad, el entrenamiento se realiza a bordo de un avión modificado, en cuyo interior se recrea artificialmente la falta de gravedad por períodos superiores a medio minuto. Luego, los astronautas se someten a una preparación más compleja en el agua, en una piscina especial, para realizar caminatas espaciales.
Durante los momentos de gravedad cero, los astronautas deben realizar diferentes actividades como manipular aparatos, comer y beber, algo que no es nada fácil.
Sin embargo, ya en el espacio, debido a la ingravidez el organismo se ve afectado y se necesitan varios días para acostumbrarse a las nuevas condiciones. Por ello los astronautas se preparan con mucho tiempo de antelación para soportar las duras condiciones.
“Cuando hay ausencia de gravedad, la postura arriba y abajo no tiene ningún sentido. Uno se puede mover como quiera; no cae, flota”, detalla.
Dentro de la cabina todo está sujeto, desde los equipos más grandes hasta los insumos más pequeños, para que no flote o se pierda.
Muchas misiones espaciales requieren de caminatas espaciales, por lo que los astronautas visten trajes especiales y llevan oxígeno para trabajar durante 27 horas, haciendo mantenimiento o reparando algo.
Un día en el espacio
Los astronautas duermen unas ocho horas en sacos especiales y no se pueden duchar: se asean con paños. Trabajan siguiendo las instrucciones del día, leen, escuchan música, ven una película, tocan un instrumento musical o envían emails a sus familias.
La comida es similar a la que se consume en un campamento, se le debe agregar agua. Para los primeros días llevan comida sólida. No comen pan, solo alimentos ligeros para no tener la cabina sucia.
Hacer ejercicios es parte de la rutina diaria: tienen una bicicleta estacionaria. La forma física resulta siendo vital.
Una de las tareas más complejas en el espacio es ir al baño, según Baker, un verdadero desafío…
Cuestión de mujeres
- Solo el 10% de los astronautas que salieron al espacio, hasta hoy, son mujeres. A pesar de ser minoría su papel resulta esencial en la exploración espacial.
- Las mujeres siempre cumplieron algún papel en las agencias espaciales, solo que era poco visible. Llevan años formando parte del entramado (como administrativas, científicas e ingenieras) que culmina con el espectacular despegue de un cohete. Pero el papel protagonista se les resistió durante décadas.
- La primera mujer en salir al espacio exterior fue Valentina Tereshkova, con el nombre en clave de “Gaviota”. Ella hizo historia el 16 de junio de 1963 a bordo de la nave Vostok 6. Tenía 26 años y llevaba poco más de uno participando en un programa de mujeres cosmonautas.
- Según Muy Interesante, hay menos mujeres astronautas porque el umbral de exposición a la radiación espacial de ellas es inferior al de los hombres.
- Según la NASA, la exposición prolongada a la radiación cósmica aumenta las probabilidades de desarrollar enfermedades como el cáncer. El porcentaje sube en las mujeres por poseer órganos (ovarios y pechos) sensibles a ese mal.
- La primera mujer estadounidense que viajó al espacio fue Sally Ride, el 18 de junio de 1983. Formaba parte del Challenger. Murió a los 61 años a causa de un cáncer.
FUENTE: INTERNET
Biografía
Ellen Louise Shulman Baker nació el 27 de abril de 1953 en Fayetteville, Carolina del Norte (Estados Unidos). Está casada con Kenneth J. Baker y tiene dos hijas, una abogada y la otra escritora.
Obtuvo una licenciatura en Geología de la Universidad Estatal de New York, un doctorado en Medicina de la Universidad de Cornell en 1978 y una maestría en Salud Pública de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Texas en 1994. En 1981, después de su residencia, se unió a la NASA como oficial médico en el Centro Espacial Johnson.
Fue especialista en tres misiones espaciales: La STS-34 DEN en 1989, la STS-50 en 1992 y STS-71 en 1995. Se retiró de la NASA en diciembre de 2011.