Adiós a la sordera
Con el avance de la tecnología, bebés y adultos con 100 % de sordera pueden escuchar. Los niños con un implante coclear colocado a tiempo y los adultos con un buen audífono, que debe ser recetado por un médico
Con el avance de la tecnología, bebés y adultos con 100 % de sordera pueden escuchar. Los niños con un implante coclear colocado a tiempo y los adultos con un buen audífono, que debe ser recetado por un médico, previa prueba de logoaudiometría.
De acuerdo con investigaciones científicas, de uno a cinco niños nacen con problemas auditivos en Bolivia. Si estas dificultades se detectan a temprana edad, se puede colocar un implante coclear a los bebés para que puedan escuchar y posteriormente aprender a hablar.
Todas las maternidades deberían contar con un equipo de otoemisión acústica para la detección temprana de hipoacusia y sordera en recién nacidos. Es básico, nada costoso y, sin embargo, no está disponible en los hospitales. Aunque, desde hace unos meses, el Centro Audiológico dependiente de Fe y Alegría, en Sucre, ya cuenta con uno, aclara el médico otorrinolaringólogo Alberto Castillo, que trabaja en los hospitales Santa Bárbara e IPTK y es propietario del Centro Médico Auditivo Alfa.
“Mandé notas a todos los neonatólogos y pediatras de Sucre indicándoles que cuento con el equipo para prestar un servicio gratuito a los pacientes de escasos recursos económicos, pero, de los más de cien pediatras que creo que hay en la capital, solo tres me enviaron a unos cinco pacientes en todo este tiempo”, afirma el especialista a ECOS.
Deficiencia auditiva
La deficiencia auditiva es una alteración cuantitativa de la correcta percepción de la audición que se presenta en dos formas: la hipoacusia o pérdida de la capacidad auditiva parcial (el lenguaje oral se puede adquirir por la vía auditiva) y la sordera, que es la pérdida total de la capacidad auditiva (el lenguaje se adquiere por la vía visual).
La pérdida auditiva o sordera se clasifica de acuerdo a la localización de la lesión, según el grado de pérdida auditiva, las causas o la edad del comienzo de la sordera.
Las causas pueden ser hereditarias o genéticas; adquiridas por algún problema durante el embarazo o durante el parto, y por presbiacusia o pérdida gradual de la audición a medida que la persona envejece.
“Las personas que no escuchan tienen graves problemas psicológicos, porque la falta de comunicación es como estar muerto en vida”, sostiene el experto.
Implante coclear
El implante coclear es un dispositivo electrónico que se coloca en el oído interno con cirugía. Consta de un micrófono, un procesador y un transmisor. Con él, el niño desde su primer año comienza a escuchar sonidos, luego se le hace tratamiento fonoaudiológico y tiene un crecimiento y desarrollo normal. “Si nosotros hiciéramos implantes a todos los recién nacidos, ya no tendríamos más sordomudos en el mundo”, reflexiona Castillo.
Este implante se puede colocar a los recién nacidos y también a personas con sordera congénita. En los países desarrollados se lo hace desde hace 20 años. El doctor Castillo dice que los implantes cocleares antes costaban $us 50 mil, pero ahora se los consigue en $us 20 mil.
En Santa Cruz y, especialmente, en Cochabamba se practican estas intervenciones con otorrinolaringólogos bolivianos y argentinos que cada año llegan al país. Con la debida anticipación se selecciona a los pacientes. “Es el boom del momento, ahora los padres ya no lamentarán que sus hijos quedaron sordos para toda la vida”.
Los interesados pueden comunicarse con la doctora Gloria Anneliesse Sabath Álvarez llamando a los teléfonos 70345681 o al 4-254321. Ella trabaja en el hospital San Vicente de Cochabamba y cuenta con un equipo de otorrinos bolivianos y argentinos.
Tipos de audífonos
Son dispositivos electrónicos que amplifican y cambian el sonido para permitir una mejor comunicación. Reciben el sonido a través de un micrófono, que luego convierte las ondas sonoras en señales eléctricas. El amplificador aumenta el volumen de las señales y luego envía el sonido al oído a través de un altavoz.
Las personas adultas que perdieron la audición por diferentes razones pueden escuchar con la ayuda de audífonos, incluso los que tienen un 100% de sordera. “Yo creo que en un 90% el audífono es de satisfacción de la mayoría de los pacientes que lo usan. Es igual que con los lentes, uno que no ve bien se siente feliz con ellos porque mejora su visión”, explica Castillo.
El tipo de audífono que se usará depende de la edad. Generalmente las personas de 70 años para arriba, con los dos oídos afectados, deben usar audífonos de bolsillo; tienen la particularidad de habilitar los dos oídos.
En cambio los audífonos retroauriculares, que se colocan detrás del oído, son para personas que tienen deficiencia auditiva solo en un lado.
También hay audífonos que se colocan en la concha del oído. Y otros que se pueden implantar en la parte ósea, sobre todo cuando el paciente tiene problemas de sordera por esa vía.
Para aquellos que presentan 50 % de pérdida en la audición son aconsejables los audífonos intracanales, llamados también “invisibles”.
Estos se colocan dentro del oído y se pueden sacar jalándolos porque tienen un dispositivo como un botón, sin cables.
Un audífono puede durar toda la vida si se le hace un buen mantenimiento, e incluso pasar como herencia para un familiar que lo necesite después.
Todos funcionan con pilas y el tiempo de duración varía de acuerdo al tamaño de la batería, la potencia, las horas que se usa, entre otros detalles.
Lo barato cuesta caro
El costo de los audífonos depende del grado de pérdida de audición de la persona, de la marca, si es auricular o intracanal.
Castillo dice no es recomendable comprar los audífonos que se venden a través de la televisión o del mercado, a 150 o 250 bolivianos, porque son amplificadores que pueden dañar más el oído. El audífono se tiene que usar con una medida y debe ser calibrado de acuerdo a ese parámetro, para regular los tonos agudos o bajos, dependiendo de la audición.
“No es colocarse cualquier audífono y decir ‘bueno, ya estoy escuchando’, sin saber que está ocasionando un grave problema en su oído, porque el audífono no ha sido dotado de acuerdo a su pérdida auditiva”, explica el especialista.
Precios y alerta
Un audífono puede costar entre 3.000 y 5.000 bolivianos, aunque los más sofisticados alcanzan los 1.500 dólares. Según Castillo, la mejor marca es Siemens, de origen alemán.
En Sucre no hay centros especializados con fonoaudiólogos que se dediquen a la venta de prótesis auditivas. Casi todos los centros de comercialización de audífonos pertenecen a gente no profesional que incursiona en el rubro por negocio.
Esto representa un peligro para los pacientes porque en esos lugares les hacen una audiometría y prescriben un audífono sin hacer una prueba de discriminación o logoaudiometría, mediante la cual se ve el porcentaje del entendimiento de las palabras; sin ese estudio, el paciente tiene menos del 60% de entendimiento de las palabras.
“Escuchará sonidos que no entenderá. Hay pacientes que sí son candidatos para usar un audífono y otros que no necesitan de ellos; en vano gastarán su dinero porque su discriminación es mala”, alerta el galeno consultado por ECOS.
Un audífono puede costar entre 3.000 y 5.000 bolivianos, aunque los más sofisticados alcanzan los 1.500 dólares. Según Castillo, la mejor marca es Siemens, de origen alemán. En Sucre no hay centros especializados con fonoaudiólogos que se dediquen a la venta de prótesis auditivas. Casi todos los centros de comercialización de audífonos pertenecen a gente no profesional que incursiona en el rubro por negocio.