Revolución en los Cintis
“Los habitantes de la región de los Cintis siempre hemos vivido pensando que ‘no teníamos historia’, una historia fundamental para contar a nuestros hijos y sentirnos orgullosos; pero no había sido así”.
“El relato de las guerras de la independencia en la región de los Cintis, la antigua la provincia de Pilaya y Paspaya, es una historia que merecía ser contada”, dice el historiador William Lofstrom en el prólogo del libro.
“Los habitantes de la región de los Cintis siempre hemos vivido pensando que ‘no teníamos historia’, una historia fundamental para contar a nuestros hijos y sentirnos orgullosos; pero no había sido así”.
Esta frase, extraída de la introducción del libro “Revolución en los Cintis 1810-1820”, refleja una de las motivaciones que llevaron a su autor, Luis Alberto Guevara López, a investigar sobre la Guerra de la Independencia en aquella zona chuquisaqueña.
Guevara, periodista culpineño que trabaja en el diario Correo del Sur, acudió a documentos primarios para publicar este libro, que a la sazón viene a llenar un vacío en la historia de Bolivia, tal cual lo hace notar el historiador William Lofstrom en el prólogo.
Historia que merecía ser contada
“El relato de las guerras de la independencia en la región de los Cintis, la antigua la provincia de Pilaya y Paspaya, es una historia que merecía ser contada”, dice el renombrado investigador de origen estadounidense que radica en Sucre. Más adelante, añade: “…ningún historiador o cuentista se ha preocupado en consultar sistemáticamente las abundantes fuentes primarias para dicha historia existentes en archivos bolivianos y argentinos, y en archivos virtuales. Al suplir esta falencia historiográfica, Guevara pone la tercera pata que faltaba a un banquito de tres miembros”.
En orden cronológico
Una de las particularidades de esta obra es que, formalmente, tiene un orden cronológico y, ya en el fondo, no solo se detiene en la figura del héroe Camargo, sino que rinde un justo homenaje a personajes anónimos para la historia oficial.
Pero, como correspondía, por respeto, el libro se abre con el patriota mayor de los Cintis.
“Su nombre correcto es Vicente Camargo, tal como se puede corroborar en las cartas que firma y en las referencias que hacían de él los comandantes realistas, en sus informes de guerra”, aclara Guevara respecto a la errónea inclinación a endilgarle al guerrillero nacido en Moro Moro, provincia Chayanta (hoy Ravelo) de Potosí, el primer nombre de “José”.
En este acápite, entre otros detalles anecdóticos anota que Camargo confiaba en su gente de tal manera que, en pleno estado de guerra, a los indígenas bajo su mando les “dio licencia por el término de ocho días para el trabajo preciso de las siembras”.
Las batallas
Luego, relata los acontecimientos que atingen a la revolución en los Cintis, entre los años 1810 y 1820, con las diferentes batallas, principalmente las más acaloradas como las de La Loma y San Lucas, las de Palca Grande y Santa Elena; también algunas victorias patriotas resonantes, como la de Yurac Caballo.
Pero ninguna tan grandes y meritorias como la de Culpina, el 31 de enero, y la de Hornos, el 2 de febrero de 1816.
Contiene además los hechos acaecidos el 3 de abril de ese mismo año en la Batalla de Arpaja, donde un “ataque sorpresivo” terminó con “una espantosa mortandad en las filas patriotas y se tomaron decenas de prisioneros”.
La caída del héroe
Fue aquel el día en que cayó el héroe de los Cintis, fruto de la traición de Manuel Fernando Baca. “Murió el perverso Camargo a mis propias manos a repetidos golpes de mi espada”, se jactó Centeno.
“Junto al Comandante de la Republiqueta de Cinti también murieron los comandantes Victorio Aparicio, José Manuel Ramires, Pedro Avilés, José Antonio Ferreyra y varios porteños con 600 a 700 hombres”, cita Guevara en su libro.
Fascinantes detalles
Como bien lo destaca Lofstrom, otra de las virtudes de esta obra se encuentra en los “fascinantes detalles sobre el reclutamiento de soldados, el aprovisionamiento de la tropa, tanto de pertrechos de guerra como de comida, y sobre todo la crucial participación de la ‘indiada’ cinteña en la lucha por la independencia”.
El mismo historiador resalta la incorporación en estas páginas del militar realista Andrés de Santa Cruz, y después recomienda como obligatoria la lectura de “Revolución en los Cintis 1810-1820” para comprender la verdadera importancia de la guerrilla en lo que fue Pilaya y Paspaya, en relación a todo el movimiento independentista en Charcas.
Un texto escolar
La intención del autor es que este libro, el primero de investigación histórica de los Cintis que él escribe, llegue a las aulas para que los estudiantes conozcan más de sus propias raíces. Lo presentará este martes, a las 19:00, en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia.
Luis Alberto Guevara publicó en 2013 el libro “Dicharachero Culpineño”, una recopilación de tradiciones, modismos, costumbres y anécdotas de la Segunda Sección Municipal de la provincia Sud Cinti, en el departamento de Chuquisaca.
Entre otros detalles anecdóticos anota que Camargo confiaba en su gente de tal manera que, en pleno estado de guerra, a los indígenas bajo su mando les “dio licencia por el término de ocho días para el trabajo preciso de las siembras”.