La revolución que se viene

La tecnología móvil de quinta generación, conocida como 5G, está ya entre nosotros. En realidad, lo estará a partir de 2020 pero sus impulsores, que equiparan su impacto —nada más y nada menos— con la revolución industrial en su momento, han iniciado una serie de contactos con multinacionales y gobiernos para no tomar a nadie desprevenido.

¿Para qué sectores será especialmente útil el 5G, sucesor del todavía reciente 4G? Entre otros, según lo que se conoce hasta ahora, en la salud, la industria automotriz, el transporte, la energía, el sector manufacturero y la comunicación.

El 5G, de acuerdo con un despacho de la agencia de noticias EFE, llamado a transformar la sociedad y a revolucionar la industria, centró debates, presentaciones y demostraciones en el Congreso de Celulares de Barcelona, lo que deja patente que gobiernos y empresas miran ya al 2020, el año previsto para que comiencen a comercializarse productos con esa tecnología.

En esa oportunidad, el comisario europeo para la Sociedad y la Economía Digital, Günther H. Oettingger, dijo que “hacer que el 5G sea una realidad en Europa para 2020 será esencial para el éxito de sectores industriales clave como la automoción, la salud y la industria digital”.

“Libro Blanco”
Lo dijo en una rueda de prensa en la que se presentó un “Libro Blanco”, que no se queda corto a la hora de definir las capacidades de transformación de esta tecnología, al asegurar que dará paso a la cuarta revolución industrial.

Entre las conclusiones del documento, presentado ante directivos de Ericsson, Huawei, Orange o Nokia, entre otras multinacionales, destacan los objetivos que el 5G está llamado a alcanzar, como una latencia (es decir, el tiempo de respuesta desde que se da una instrucción a un dispositivo hasta que este reacciona) por debajo de 5 milisegundos o una densidad de hasta 100 dispositivos por metro cuadrado.

Esos poderes, para muchos todavía ciencia ficción, hacen que esta tecnología resulte especialmente interesante para el desarrollo de sectores como la automoción, para los coches con conexión a internet, o la salud, en operaciones llevadas a cabo de forma remota por robots, pero también para la industria, el transporte, las telecomunicaciones o la energía.

Es por ello que el Libro Blanco apela a tenerlos en cuenta tanto en el proceso de estandarización en el que ahora, y hasta 2018, se embarcan fabricantes y operadores para priorizar casos de uso del 5G como en la identificación de prioridades de espectro.

Demostraciones
Y mientras en las salas se debatía sobre las futuras potencialidades de esta tecnología, en presentaciones y demostraciones fabricantes como Nokia, Ericsson o ZTE lo que intentaban era generar asombro y abrir camino.

Nokia demostró su apuesta por el 5G con la presentación de un ecosistema de productos —llamado AirScale— preparados para desplegar esta tecnología en cualquier dispositivo que pueda conectarse, ya sean teléfonos, autos o casas.

También el 5G centró las presentaciones de ZTE en el Congreso de Barcelona, con el lanzamiento, junto a China Mobile, de una arquitectura de red orientada a la conectividad 5G y de un nuevo prototipo de alta frecuencia 5G.

En un ejemplo de su investigación sobre las oportunidades de transformación industrial que ofrecen las redes 5G, Ericsson está mostrando un prototipo de sistema para vuelo semiautónomo y remoto de helicópteros controlados por radio.

Al añadir un elemento táctil al video y al audio, los usuarios pueden sentir cómo el helicóptero se mueve e interactúa con su entorno.