El castillo de Frankenstein, ¿existe?
Mary Shelley, la autora del personaje mítico, probablemente escuchó los mitos de los residentes famosos de este castillo alemán y lo usó como inspiración para su aclamada novela “Frankenstein”, escrita cuando tenía solo
Mary Shelley, la autora del personaje mítico, probablemente escuchó los mitos de los residentes famosos de este castillo alemán y lo usó como inspiración para su aclamada novela “Frankenstein”, escrita cuando tenía solo 19 años.
¿Sabías que el castillo de Frankenstein sí existe? El solo nombrarlo nos trae a la memoria aquellas antiguas películas de terror del cine… pero, más allá de la ficción, la imponente construcción existió, efectivamente, y se encuentra en Alemania.
El castillo se levanta sobre una colina al sur de la ciudad de Darmstadt, en la Bundesland (estado federal) de Hesse en Alemania, situada en la parte sur de la región de Rin-Meno.
Ahora está en ruinas, con solo dos torres, una capilla y algunos muros restantes. Durante su pasado glorioso fue la casa de los barones von Frankenstein, una gran fortaleza que se utilizó para controlar la zona circundante.
La historia
La primera mención registrada de este monumento data de 948, su edificación concluyó en el siglo XIII y fue ampliado en gran medida entre los siglos XV y XVI. Este castillo alemán fue alguna vez una gran fortaleza utilizada por los barones de controlar la zona circundante.
El nombre de “Frankenstein” es mejor conocido por el creador del monstruo que habita en la novela de Mary Shelley y en la pantalla de muchas películas de horror desde entonces.
Shelley y su marido, el poeta Percy Shelley, acompañado por su amigo Lord Byron, visitaron varios castillos en Alemania a principios de 1800. Se cree que eso inspiró el inquietante relato.
Hoy, el castillo es el más conocido de Alemania gracias a su residente más famoso, el excéntrico José Konrad Dippel, del que se dice fue un alquimista dueño de un laboratorio. Los cuentos narran que Dippel robaba partes de cuerpos humanos de cementerios para promover el estudio de la filosofía natural. Algunos dicen que buscaba el secreto de la vida eterna. Shelley quizá escuchó los mitos de los residentes del castillo y esto le inspiró para su novela “Frankenstein”, escrita cuando tenía solo 19 años. En ella, el Dr. Victor Frankenstein usa electricidad para dar vida a una criatura formada de partes de criminales ejecutados. Frankenstein huye de su creación, que acaba matando a los amigos del doctor y su esposa.