Biomagnetismo Médico
Un sistema terapéutico con imanes para combatir virus, bacterias, hongos, parásitos y otros gérmenes que causan enfermedades.
El médico Jorge Gabriel Mendoza Melgar diagnostica, trata y cura prácticamente todas las enfermedades aplicando el biomagnetismo médico, un sistema terapéutico en el que se utilizan potentes imanes para combatir virus, bacterias, hongos, parásitos y otros gérmenes que causan diversos males.
Aunque el éxito final depende del estado y la evolución que tenga la enfermedad, al parecer este tratamiento alternativo es muy efectivo y cada vez más gente lo busca con fe. Hay dos contraindicaciones: el uso de marcapaso o haberse sometido a quimioterapia.
Sesiones en Bolivia
El punto de acción de Mendoza es Santa Cruz de la Sierra, donde radica. Junto con su esposa, Rocío Bonilla, fisioterapeuta y acupunturista de profesión, se desplazan periódicamente por distintos departamentos del país, entre ellos La Paz, Tarija, Potosí y Sucre, para atender consultas y realizar sesiones de tratamientos a una gran cantidad de pacientes que se reúnen en una casa durante más o menos una semana.
De acuerdo con la experiencia de este médico, que también es fisioterapeuta y tiene una especialidad en acupuntura y una co-especialidad de terapias magnéticas, en Potosí la principales enfermedades que más aquejan a sus pacientes son: la artritis reumatoideas, la artrosis e intoxicación por metales pesados; en cambio en Sucre, los cánceres y las alteraciones biomecánicas (problemas de dolor).
Mendoza nació en Tarija y desde hace unos diez años aplica dos técnicas: el Biomagnetismo Médico (creado por el médico mexicano Isaac Goiz) y la Biopolaridad Transversal Magnética (creada por el médico boliviano Pablo Contreras Zapata).
Biomagnetismo Médico
Con este sistema se reconocen puntos de energía alterados en el organismo humano que, en conjunto, provocan una enfermedad.
El reconocimiento se efectúa con imanes pasivos (carecen de electricidad y tampoco están conectados a máquinas electrónicas), que se aplican en diversas zonas del cuerpo humano como si fuera un rastreo.
“Esto se evidenció a través de un estudio realizado por un doctor en la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA), quien dijo que todos los astronautas que llegaban del espacio lo hacían con un semicuerpo acortado. Para estabilizarlos desarrolló un campo magnético por el que hacía pasar al astronauta para que vuelva a estar simétrico; luego decía: ‘ya está curado este astronauta’”, comenta Mendoza.
Biopolaridad (BTM)
La Biopolaridad Transversal Magnética (BTM) es una técnica aplicativa de campos magnéticos permanentes, en puntos principales de coincidencia circulatoria en el organismo, con la finalidad de reorganizar, equilibrar y acelerar procesos entorpecidos en la economía humana.
Su campo de acción se desarrolla en disfunciones orgánicas, enfermedades orgánicas y sistémicas, alteraciones biomecánicas estructurales y alteraciones psicosomáticas.
El creador de la BTM, el boliviano Pablo Contreras Zapata, sostiene que esta técnica se convierte en el referente de una forma organizada de diagnóstico, tratamiento y pronóstico para diferentes especialidades, a través de las polaridades antagónicas que establecen el manejo amplio y valedero de campos eléctricos, electromagnéticos, magnéticos diferenciados y orgánicos energéticos, de una inagotable forma de aplicación terapéutica.
“Hoy en día se sabe que el cuerpo genera campos magnéticos y está en resonancia con la naturaleza y el planeta Tierra. O sea, todo lo que pasa en la Tierra afecta a los humanos, por ejemplo el cambio climático está ocasionando que el mosquito Aedes, transmisor del virus de zika, del dengue, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla, evolucione y se adapte a lugares fríos cuando procede de lugares cálidos”, explica el galeno.
Detección
Según Mendoza, el doctor Isaac Goiz tiene un plano corporal donde se pueden detectar virus, hongos, parásitos y bacterias. “La teoría dice que en un PH ácido hay virus y hongos y en un PH alcalino hay bacterias y parásitos. Como el 70 por ciento del cuerpo humano está compuesto de agua y el líquido no es neutro, hay una combinación de ambos y el PH tiende a ser alcalino o ácido”, detalla.
Entonces realizan un rastreo, un diagnostico fenomenológico, colocando un campo magnético y donde hay un agente patógeno, un hemicuerpo se encoge, entonces se buscan virus y bacterias y se diagnostica el problema que está afectando al paciente.
La BTM trabaja basándose en la sangre: los seres humanos poseen sangre venosa, que no tiene oxígeno (desoxihemogoblina), y sangre arterial que transporta el oxígeno (oxihemogoblina).
Mediante un estudio se descubrió que la oxihemogoblina tiene la capacidad de ser repelida por un campo magnético negativo, es decir que si se agarra la arteria aorta ascendente y se coloca un campo magnético allí, el flujo de sangre comenzará a aumentar desde ese campo. “La sangre oxigenada significa nutrición, anticuerpos, es decir, se comienza a restaurar la zona”.
De esta forma, con las dos técnicas se están resolviendo casos que a la medicina convencional le cuesta solucionar; y aunque el biomagnetismo no sirve para curar todas las enfermedades, el porcentaje de alivio y mejoría que los pacientes experimentan es notable.
El éxito del tratamiento depende del estado y la evolución que tenga una enfermedad, por ejemplo el cáncer pasa los estados 1, 2, 3 y 4. Los cánceres son curables en los estados 1 y 2, en el 3 hay que luchar para bajarlo a 2 y pensar en una curación, pero en el 4, que es terminal, ya no se puede hacer nada, solo mejorar la calidad de vida del paciente.
“Con los puntos magnéticos se puede ver cada órgano. A veces, cuando hay una disfunción orgánica, laboratorialmente no sale nada, pero con el campo magnético nosotros ya sabemos qué está funcionando mal”, explica Mendoza.
Con un bioescáner se analiza todo el cuerpo y el resultado sale en unas 100 hojas, donde se puede ver en qué parte está, por ejemplo, el cáncer. Si es positivo se envía al paciente para que se someta a estudios como la resonancia o la tomografía, para que constate la efectividad del diagnóstico que, según Mendoza, tiene un 100% de precisión.
En casos de que la persona usara marcapasos o se hubiera sometido a quimioterapia, no tienen ningún efecto.
“Es una gran satisfacción para nosotros ver a los pacientes bien, gente que llega doblada de dolor y se va después de una hora caminando, dándonos las gracias. Eso nos llena”, afirma el fisioterapeuta.
Un caso de cáncer que curó en Santa Cruz le abrió las puertas de otros departamentos porque el paciente se encargó de transmitir la buena nueva a familiares y amistades.
¿Cómo viajan?
Él trabaja de la siguiente manera: un grupo de personas enfermas se organiza en cada departamento y luego hace la solicitud para que los esposos Mendoza y Bonilla puedan llegar a su ciudad para atender a los pacientes. En Sucre, cada sesión tiene un costo de Bs 100, en Santa Cruz cobran Bs 250 la consulta y, dependiendo del caso, se rebaja el precio de cada sesión porque hay tratamientos que pueden durar meses.
“Yo no conozco la realidad económica de cada paciente, siempre les digo ‘¿cuánto puedes pagarme?’”, aclara Mendoza.
Los interesados en tomar contacta con estos profesionales pueden hacerlo escribiendo al email [email protected] o a la página que tienen en Facebook Fisioalternativa.
DATOS A TOMAR EN CUENTA
- Hay casos de ‘falsa diabetes’. Esta se reconoce cuando hay una intoxicación pancreática. El páncreas se encarga de sintetizar metales pesados y cuando se intoxica, deja de producir insulina, generando un cuadro parecido al de la diabetes.
- En casos de cáncer tiene que haber sí o sí dos bacterias, un virus y un hongo, pero si esos dos agentes patógenos no están en el organismo se trata de un ‘falso cáncer’, entonces hay que buscar qué está dañando al organismo.
- No hay una cultura de salud en el país; solo cuando el dolor es permanente, prolongado, profuso, difuso y confuso, los pacientes acuden al médico.
- El doctor Jorge Gabriel Mendoza Melgar trabaja con la nutrición ortomolecular. Cada planta tiene una función por excelencia.
- En su criterio, no se debería consumir leche. Dice que una cuchara de frijol proporciona más beneficios que un litro de leche. Según este médico, la leche tiene un conjunto de bacterias y de hongos.
- En los pacientes cancerígenos lo primero que se debe cortar es la leche y sus derivados. Otro dato a tomar en cuenta es que muchas enfermedades provienen de los animales; hay gente que duerme con perros y/o gatos.
- En Potosí, de 20 pacientes atendidos por Mendoza, 15 estaban intoxicados por metales pesados.
Fuente: Jorge Gabriel Mendoza Melgar