ETI: 20 años de trabajo silencioso

Personas con discapacidad confeccionan los trajes del Tinku Atipay

ETI: 20 años de trabajo silencioso

ETI: 20 años de trabajo silencioso

Ina Urquidi, fundadora, actual directora ejecutiva y representante legal de la ETI.

Ina Urquidi, fundadora, actual directora ejecutiva y representante legal de la ETI.

ETI: 20 años de trabajo silencioso

ETI: 20 años de trabajo silencioso

Niños de nivel inicial de la Unidad Educativa Cristina Aitken de Gutiérrez, administrada por la ETI

Niños de nivel inicial de la Unidad Educativa Cristina Aitken de Gutiérrez, administrada por la ETI

ETI: 20 años de trabajo silencioso

ETI: 20 años de trabajo silencioso

Una sesión de terapia en ETI.

Una sesión de terapia en ETI.


    Evelyn Campos López
    Ecos / 04/09/2016 07:50

    Cada persona tiene necesidades particulares, de acuerdo con su tipo de discapacidad, y los gastos por cada una son enormes. Para citar un ejemplo, muchos sufren de escaras de compresión, lo que les provoca un gran dolor. Entonces, lo prioritario es tratar esas heridas con antibióticos costosos: para cada uno se necesita un promedio de 350 bolivianos.

    En la sala de confección, Eliana Alcócer trabaja con 40 personas; la mayoría son madres. Unos bordan a mano puntos perfectos y sin nudos, otros, como Hilaria, que siempre está feliz, coloca pedrería e hilo dorado en el contorno de los dibujos; trabajan incluso los que tienen una discapacidad severa, como Oscar, que desde hace años envuelve hilos. Algunos hacen nudos y cortan hilos como parte de la terapia ocupacional.

    La Escuela Taller Integrado (ETI) acoge y beneficia a personas con capacidades diferentes desde hace 20 años. Pocos saben que, desde hace 14, sus residentes se dedican arduamente al bordado de los trajes del Tinku Atipay, cuyos danzarines lucirán sus delicadas confecciones en la entrada en honor a la Virgen de Guadalupe.

    De esta forma, ayudan al funcionamiento y mantenimiento de esa institución.
    Su trabajo parece hecho por una máquina bordadora. Salta a la vista que todos, a pesar de sus carencias, lucen sonrientes y se desenvuelven en un ambiente armonioso.

    También es notorio que las maestras, de diferentes áreas, tienen una gran vocación de servicio y un compromiso genuino con sus pupilos, a los que imparten enseñanzas con cariño y paciencia infinita.

    Tinku Atipay
    La creadora, fundadora y actual directora ejecutiva y representante legal de la ETI, Ina Urquidi, cuenta a ECOS que primero confeccionaron trajes para la confraternidad Centralistas y desde hace 14 años lo hacen para el Tinku Atipay.

    “Realizamos un trabajo coordinando con el directorio de los Centralistas, entre ambos sectores hay comprensión, solidaridad y apoyo mutuo”, nunca les fallamos”, asegura.

    Mujeres y hombres costureros están capacitados para confeccionar cualquier prenda de vestir: su objetivo era realizar una producción masificada, especialmente de uniformes. Tienen la capacidad de competir con calidad, tiempo y precio.

    Urquidi dice que no echan a perder nada, que todo se recicla. Por ejemplo, de los pequeños retazos de tela que sobran, elaboran monederos, bolsitas y muñequería en miniatura para vender como artesanías.

    También hornean pan, todos los días. Antes lo elaboraban para el desayuno escolar, pero, como los requisitos se volvieron más exigentes, dejaron de hacerlo. Los residentes de la ETI confeccionaron las mochilas que la Alcaldía de Sucre distribuyó a los estudiantes de colegios fiscales hace algunos años, con el fin de captar recursos para el mantenimiento de la institución, que nunca son suficientes.

    El inicio
    En 1996 comenzaron con un pequeño taller inclusivo de costura, que se fue ampliando porque trabajaban con madres en situación crítica, niños a los que no sabían cómo cuidar y personas con discapacidad.

    “Sin planificar un proyecto empezamos a trabajar a la inversa, aprendiendo, haciendo y produciendo, confeccionando trajes de diseño para misses, fiestas de 15 años. Cuando se presentaba el traje recién decíamos que había sido confeccionado por personas con algún tipo de discapacidad; era una gran sorpresa para la gente”, recuerda Urquidi.

    A medida que el tiempo pasó, las necesidades crecieron porque llegaba —y aún llega— gente con una salud muy precaria y con altos niveles de desnutrición, a la que se le brinda una atención integral, con una visión de independencia, autonomía y empoderamiento. “Tenemos una sobredemanda que no se puede cubrir a plenitud, no solo de Sucre sino también de las provincias”.

    Cada persona tiene necesidades particulares, de acuerdo con su tipo de discapacidad, y los gastos por cada una son enormes. Para citar un ejemplo, muchos sufren de escaras de compresión, lo que les provoca un gran dolor. Entonces, lo prioritario es tratar esas heridas con antibióticos costosos: para cada uno se necesita un promedio de 350 bolivianos.

    Además, la mayoría usa pañales desechables y cada bolsa de 16 unidades cuesta Bs 120; una persona requiere de cinco por día. A esto se suman los costos de alimentación, transporte, tratamiento, terapias y otros gastos.

    Los residentes de la ETI necesitan atención especializada las 24 horas del día y el personal no tiene ni un solo ítem proporcionado por el Estado; trabajan con estudiantes de psicología, pedagogía y fisioterapia, al margen de varios profesionales.

    Una difícil situación
    Con el fin de fortalecerla económica e institucionalmente Juan José Bonifaz trabaja como voluntario en la ETI, cuya situación económica es preocupante.

    “Estamos explorando la posibilidad de hacer un proyecto un poco más grande para equilibrar la situación. Tratamos de ingresar en una primera fase con la Unión Europea, pero se tiene que cumplir muchos requisitos legales y económicos. Lamentablemente en este país las ONG son las únicas que hacen algo, pero no es suficiente. Somos un equipo de jubilados que podemos hacer mucho todavía”, comenta él.

    Las instituciones o personas interesadas en comunicarse con la ETI, ubicada en la calle San Martín, frente al colegio Árabe, pueden llamar a los teléfonos 64-21186 o 64-21185.

    Escuela Taller Integrado
    - La ETI es una institución sin fines de lucro que trabaja a favor de madres solas, jefes de hogar, niños y jóvenes con discapacidad psico y físico motriz.
    - Busca la rehabilitación, capacitación e inserción social y laboral de las personas con algún tipo de discapacidad.
    - Presta servicios en salud, educación, rehabilitación, fisioterapia, psicología y trabajo social.
    - La identificación de personas con discapacidad es su prioridad, de tal forma que se pueda evidenciar su existencia y elaborar  planes de intervención para mejorar su calidad de vida.
    - La ETI con Rehabilitación Basada en la Comunidad (RBC) es una estrategia de desarrollo comunitario para rehabilitación, equiparación de oportunidades, integración e inclusión social de sus beneficiarios, que funciona en Monteagudo.
    - Allí se lleva adelante con esfuerzos combinados entre los residentes, sus familias, las comunidades, los servicios sociales públicos y privados de salud y educación.
    - Trabaja con inclusión educativa y adaptación curricular, en coordinación con directores y profesores de unidades educativas de la provincia Hernando Siles para la inclusión o reinserción de niños, niñas, adolescentes y adultos con discapacidad.
    - Promueven gestiones de prevención, referencia de pacientes a centros hospitalarios, tratamientos de fisioterapia y asistencia técnica.
    - Incentivan el desarrollo de habilidades, autoempleo, protección laboral y emprendimientos de los residentes y de sus familias, brindando oportunidades para lograr su independencia.
    - Realizan gestiones para la atención en salud, trámites de documentación y acceso a la justicia en coordinación interinstitucional, generando esfuerzos combinados en la promoción de los derechos de las personas con discapacidad.
    - Dictan talleres de sensibilización y concienciación a la sociedad, evitan la discriminación y violencia a través de un trato igualitario para lograr una sociedad inclusiva, también participan en actividades socioculturales, artísticas y deportivas.
    - El objetivo de la ETI es capacitar a los beneficiarios y generar recursos para su subsistencia y mejorar su calidad de vida, además de apoyar al sostenimiento del proyecto.
    - En los talleres textiles los residentes se forman hasta llegar a un nivel industrial. También tiene una panadería artesanal e industrial y una carpintería.
    - La Unidad Educativa Cristina Aitken de Gutiérrez, de la ETI es un modelo piloto de educación inclusiva regular a nivel nacional, que cuenta con nivel inicial, primaria y secundaria.
    - En el Centro Integrado de Niños, se practica estimulación temprana. Mientras las mamás aprenden diversos oficios sus niños son cuidados en la Guardería La Kantuta.
    - En el centro de Educación Alternativa “Cristina Aitken de Butiérrez B”, los adultos reciben educación escolar y capacitación técnica que es reconocida a nivel nacional pues está avalada por la Dirección Departamental de Educación (DDE).
    - También tiene una sala de apoyo (beneficio adicional), donde los hijos de las mamás que aprenden en la ETI y asisten a la escuela, reciben apoyo con las tareas, en la expresión y otros.

    Rehabilitación
    - La ETI cuenta con varios programas exitosos de rehabilitación como fisioterapia e hidroterapia a cargo de profesionales de primer nivel.
    - La terapia psicológica es fundamental para la rehabilitación de una persona y se relaciona directamente con la rehabilitación física.
    - La ocupacional también es parte de la rehabilitación y complementa varias actividades.
    - En la Residencia Maryam se recibe a un grupo de personas con discapacidad, de escasos recursos económicos procedentes del área rural.
    - Se les ofrece hospedaje, alimentación, rehabilitación, atención médica y otros beneficios durante diez meses.
    - La rehabilitación basada en la comunidad y la atención móvil son necesarias ya que una gran parte de los beneficiarios provienen de la periferia de Sucre y del área rural del país.
    - Los equipos móviles de profesionales comprometidos en rehabilitación y salud acuden a las viviendas de los beneficiarios para hacer tratamientos y curaciones.
    - El transporte se realiza con dos buses equipados exclusivamente para el confort de las personas con discapacidad.
    - También se ofrece una alimentación nutritiva de acuerdo con las necesidades de las personas con discapacidad.

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