¿Parto normal o cesárea?
Redes de mujeres y el Presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Chuquisaca coinciden en que hay médicos que comercializan con el parto vía abdominal
Ana Zalles maneja una comunidad virtual de madres bolivianas denominada 'Ñü mamis'. Ella lanzó en Twitter una encuesta que dio una relación de dos cesáreas por cada parto vaginal, “cuando las investigaciones muestran que solo 1 de cada 10 partos realmente necesita cesárea”. Después, en la misma red social, puso la siguiente provocación: “O tenemos la ‘suerte’ de ser esa 1 entre 10 o nuestros médicos nos están mamando terriblemente”.
—¿Hay diferencia de costo? —le pregunta una usuaria de la red.
—Sí —responde—. Y con la cesárea, mucho personal médico se beneficia. Anestesiólogos, etc. Y el tiempo de duración es controlado.
Zalles, por Twitter pero ya en una conversación privada, como confirmando la realidad con su testimonio, dice a ECOS: “Yo también tuve a mis guaguas por cesárea”.
Dos grupos que trabajan en la concientización social del parto humanizado en Bolivia se atreven a denunciar la práctica innecesaria de cesáreas, entre otros motivos, por comodidad y, lo más grave, por el costo mayor del parto vía abdominal.
Esto es reconocido incluso por el presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Chuquisaca, doctor Fernando Carranza Montellano, quien además comparte con esta revista el dato de que la norma boliviana permite hasta 28 cesáreas por cada 100 partos. “Pero ese índice ha subido mucho”, añade el galeno, antes de aclarar que esto se da “por muchos factores, inclusive la presión social; por ejemplo, los familiares a veces se desesperan por el sufrimiento de la gestante y no quieren aguardar el tiempo que se necesita en ocasiones en un parto natural”.
Carranza también confirma que “la incidencia en nuestros hospitales ha aumentado en la cantidad de cesáreas en relación a partos”. E informa que “la mayoría de las mujeres en la parte (de atención) privada elige el parto por vía abdominal (cesárea)”.
Red de parto humanizado
“No todos los partos necesitan cesárea”, afirma tajantemente Tatiana Ovando, integrante de la Red Boliviana para la Humanización del Parto y Nacimiento (REBOHUPAN), con presencia en Facebook. Y agrega: “Una cesárea es absolutamente necesaria en un caso de urgencia. Que una cesárea salva vidas, sí la salva, pero solamente cuando hay una complicación”.
Desde Santa Cruz, Ovando sostiene que si una persona está acompañando el parto, puede evaluar si se necesita una cesárea si hay complicación. “Pero, por mi propia experiencia y la cercanía con este trabajo, yo puedo decir que existen partos naturales vaginales, posibles y en perfecto estado, ante muchos mitos en los que cabe la cesárea: la vuelta de cordón, sufrimiento fetal, que el bebé no esté cabeza abajo... Yo he visto partos naturales, incluso de gemelos, que se han dado en perfecto estado, sin la necesidad de una cesárea, porque no es una complicación, simplemente un parto diferente”.
En Facebook, la REBOHUPAN se presenta así: “Colectivo de personas que exigimos respeto a los derechos de las mujeres y promovemos una atención humanizada del parto y nacimiento”.
Ana Zalles (@anitazalles) cuenta a ECOS que Ñü mamis “comenzó con amigas de amigas y poco a poco creció (al principio era un grupo abierto, ahora por seguridad es secreto). Hay gente de toda Bolivia y bolivianas que viven fuera. Hay también unos cuantos papás. El grupo tiene casi 1.000 miembros”.
'Como en casa'
Ángela Riveros es antropóloga, terapeuta floral y facilitadora del Círculo de Maternidad y Paternidad Consciente (CMPC). “Nos reunimos una vez al mes para hablar del parto humanizado”, dice en contacto desde La Paz.
El CMPC se reúne dos horas al mes, en un espacio denominado 'Como en casa', que se encuentra en la Avenida del Ejército Nro. 1115, zona de Miraflores. Se trata de un grupo abierto, para mujeres y hombres, que está a cargo de personas individuales, sin financiamiento ni fines de lucro.
“Al final se hace un aporte voluntario para las reuniones y sostener el espacio. Es un grupo para generar conciencia de la necesidad de traer vidas en condiciones más humanas”, explica Riveros.
“En general no hay espacios donde la mujer pueda recopilar esta información, o prepararse y acompañarse con otras mujeres. Algunas de ellas han sufrido la vulneración de sus derechos al no considerarse las condiciones del parto humanizado… Estas condiciones no se dan en la mayoría de los hospitales y de las clínicas del país”, agrega ella.
Según Riveros, “las cesáreas se están haciendo en muchos casos sin una razón válida, por la seguridad y la comodidad del médico o por otras circunstancias; por ejemplo, llegan a pensar que el parto fuera un tema meramente corporal. Los médicos toman la decisión y te empujan a hacer la cesárea… no esperan el proceso de parto de la mujer con cariño, con calma, con afecto”.
El lucro es otra de las razones por las que se realizan tantas cesáreas en el país, de acuerdo con la versión de la facilitadora del CMPC.
Recuerda que en Europa o en Estados Unidos existen las parteras o las deulas, es decir, personas que acompañan el proceso del embarazo y el parto de las mujeres. También las 'casas de parto', “donde se sienten más cómodas, seguras y acompañadas, y no en el marco de presión que se advierte a veces en los hospitales y clínicas”. Por eso, considera la facilitadora, “hay muchas cosas que hay que cambiar a nivel institucional en Bolivia”.
Al igual que Tatiana Ovando, de la REBOHUPAN, en el CMPC sostienen que “las cesáreas están bien en momentos de emergencia, para salvar la vida de la madre y del hijo. Pero en muchos casos se programan por comodidad”.
Dignidad y respeto
El reclamo de los colectivos, mayormente conformados por mujeres, pasa por la dignidad y el respeto. Cuando ECOS pregunta a Ovando por qué exigen respeto a sus derechos, ella responde que “se les está faltando el respeto a las mujeres a la hora de no considerar su propia decisión en el momento de tener su parto; ellas no pueden decidir por ellas mismas. Generalmente hay toda una ciencia y un médico, muchas veces hombre, que decide por ellas. Es más, no se incorpora absolutamente ni sus sentimientos ni sus emociones”.
Luego, denuncia que “el sistema médico hegemónico se apropia del cuerpo de las mujeres para decidir sobre ellas, justificando muchas veces cesáreas innecesarias, ante una ciencia que ha colaborado con la medicalización y la comercialización con el cuerpo de la mujer. Una vez más, el parto se convierte en una mercancía y, por ende, en una ganancia para los médicos”.
También asegura que “muchas veces no solo eso sino que además se las trata mal. Hay violencia obstétrica, maltrato, solamente tratarlas como un número más, tratar de hacer un procedimiento rápido antes de valorar el proceso fisiológico, emocional y espiritual que implica un parto”.
La REBOHUPAN pide un trato digno para la mujer, porque, a decir de Ovando, “el proceso de un parto es de ella y muchas veces no tiene nada que ver con un hospital porque estar embarazada y parir no significa estar enferma. Muchas veces la mujer quiere parir acompañada de su pareja, de una mujer de confianza, de su→
→mamá... Humanizar significa dar este trato digno y amable con el que deberían venir estos nuevos seres al mundo, y que no se ha hecho hasta el día de hoy porque simplemente se lo toma como un procedimiento”.
Según Ángela Riveros, de la CMPC, “se ven muchas historias y situaciones en las que la madre no tiene la información al inicio y luego el apoyo de su entorno. Es importante que esté acompañada del esposo, del compañero o de algún familiar. Por otra parte, no hay condiciones a nivel institucional, en hospitales y clínicas, que por ejemplo no dejan ingresar a familiares para apoyar a la madre después del parto”.
Ella denuncia igualmente que “por ejemplo en mi caso, a mi niño cuando lo tuve no me lo han dado en el primer momento por una serie de procedimientos, y esas horas son fundamentales porque al inicio, cuando una mamá tiene a su bebé, sea por parto natural o por cesárea, es importante que el bebé tenga un contacto inmediato con la madre”.
Desde la obstetricia
Con 23 años de experiencia, siendo formador de profesionales en Sucre, el doctor Fernando Carranza Montellano, presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Chuquisaca, recibe amablemente a ECOS en el Hospital de la Mujer, de Sucre, donde nos concede una entrevista en el intermedio de una clase con alumnos universitarios. Él enumera una serie de complicaciones médicas que ameritan la práctica de una cesárea, y también admite que hay galenos que realizan esta operación cuando no es necesario.
Comienza explicando que “el parto es un proceso fisiológico normal. Que es lo ideal un parto (vaginal), sí, es lo ideal, pero cuando no tiene ninguna alteración en su descenso, en su salida al exterior. Eso significa que las ventajas de un parto, en primer lugar, es esa hipoxia que sufre el bebé en el canal del parto le beneficia para evitar lo que es la ictericia en el neonato. Dos, que siempre menos riesgo va a tener un parto, pero cuando hay complicaciones como problemas de falta de rotación, falta de descenso o una distocia (alteración) de partes blandas, o un problema de la parte ósea, por ejemplo cuando la pelvis no es adecuada para que ese producto de la gestación salga por el canal del parto, entonces tiene que llegarse a una cesárea”.
Entre otras causas para un parto por vía abdominal o cesárea, menciona que “hay indicaciones exclusivamente necesarias como: productos macrosómicos; niñas de 15 años embarazadas que tienen una pelvis estrecha o productos de la gestación muy grandes; problemas de preeclampsia (presiones altas) en la mujer…”.
Luego, “hay rupturas prematuras de membrana en periodos muy largos, entonces no se puede permitir un parto (vaginal) sino que se lleva a una cesárea, para sacar ese producto que ya ha estado expuesto a muchas infecciones”.
Cesárea electiva
Un aspecto muy importante que el doctor Carranza destaca es el de la presión social. “Si bien lo ideal es un parto normal, que inclusive esté acompañado por la pareja y sea parte de ese momento tan milagroso como es el nacimiento, hay criterios de mujeres que dicen que prefieren una cesárea electiva”, aclara él.
Relata que, en estos casos, las mujeres escogen la cesárea por dos razones. “Una, porque no quieren sentir dolores de parto —normalmente se escucha que son los más fuertes—, y dos, si ese producto de la gestación es muy grande, es un parto laborioso, tarda el descenso, etc., puede producir a la larga los 'descensos de vejiga' (…) Mientras más hijos tenga la mujer, se producen los descensos de vejiga. En cambio por cesárea no existe eso, ese conducto vaginal se queda intacto”.
Reconocimiento
“Que sí efectivamente existen, y eso hay que reconocer, profesionales que comercializan con la parte de la cesárea, sí existen. Hay médicos que inducen a la paciente a que mejor se haga una cesárea por el costo. Eso sí, pero no lo podemos evitar porque hay toda clase de médicos y está en el accionar y la conciencia de cada uno”, reconoce el presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Chuquisaca, Fernando Carranza.
También ha aumentado la incidencia de las cesáreas previas. “Normalmente si una paciente ha tenido cesárea, la literatura me dice: 'la segunda, cesárea'. Eso va a depender también del periodo intergestacional corto. Ahí es donde generalmente, como no han recibido una educación en lo que es orientación y planificación familiar, las mujeres se embarazan muy rápidamente; entonces, los periodos entre un embarazo y otro son muy cortos y conllevan a una segunda cesárea”, añade el galeno.
Según Carranza, después de una cesárea, para que vuelva a haber una nueva gestación, se aconseja de dos y medio años para arriba. “Antes de ese tiempo, si ya han tenido una cesárea, no podemos esperar porque puede producirse una ruptura uterina en el trabajo de parto”.
Protocolo de acompañamiento
El obstetra consultado por ECOS indica que está permitido el acompañamiento a la mujer durante el parto o la cesárea. “Nuestras normas nos permiten que la mujer debería ser acompañada en la sala de partos e inclusive en la parte quirúrgica, en las cesáreas debería estar la pareja porque eso es bueno; yo soy partidario, creo que debería estar la pareja dentro de la cesárea o el parto porque es un apoyo emocional que le va a dar a la mujer”.
Cuando le preguntamos si esto efectivamente se cumple o si depende del médico a cargo, responde: “Depende de los médicos y también de las instituciones. Generalmente muchos no quieren porque puede haber una complicación y evitan los familiares ahí adentro. Y la parte de la normativa de los quirófanos: hay instituciones que no desean eso”.
Parteras o deulas
Respecto a las parteras o las deulas, que acompañan o inducen el parto prescindiendo incluso de un médico, el doctor Carranza opina: “El parto es un proceso fisiológico. La mujer, incluso sin necesidad de parteras y con la ayuda del marido, puede tener en su domicilio. Como nosotros hemos visto, en el área rural muchas mujeres han tenido en sus casas.
Antes, había las matronas que atendían el parto. El problema es cuando se complica: esa gente no está capacitada para resolver el problema de la complicación del trabajo de parto”. •