Paga 300 mil monedas de un céntimo por venganza

Con el tiempo de Nick Stafford no se juega, si no hay que preguntarles a los funcionarios del Departamento de Automóviles de Estados Unidos, que pagaron con creces su mala atención.

La historia se remonta a septiembre, momento en el que Stafford le compró con toda ilusión un coche a su hijo. Como tenía que registrarlo llamó a la Administración para llevar a cabo el trámite.

Al parecer, Stafford se pasó horas y horas escuchando la música de espera, con la esperanza de que, al fin, alguien dijese “hola” al otro lado del teléfono. 

“Soy autónomo, así que apenas tengo tiempo para dormir y mucho menos para hacer un viajecito y hacer una pregunta de treinta segundos", aseguró a Buzzfeed. Quien no estaría tranquilo si no tramaba una venganza.

Tras elevar una queja oficial, Nick Stafford, cargando tres carretillas tomó la decisión de pagar con monedas de un céntimo los 2.987,14 dólares de impuestos que debía abonar. Es decir, llevó 300.000 monedas con un peso de 700 kilos para que los funcionarios, que antes le ningunearon tuviesen que contar durante 12 horas seguidas.