Luis Soux Rives y la centenaria hidroeléctrica de Cayara
Una centenaria obra de ingeniería hidráulica construida en Cayara, Potosí, por el ingeniero francés Luis Soux Rives se mantiene todavía vigente. La planta y los canales reciben mantenimiento permanente por lo que...
Una centenaria obra de ingeniería hidráulica construida en Cayara, Potosí, por el ingeniero francés Luis Soux Rives se mantiene todavía vigente. La planta y los canales reciben mantenimiento permanente por lo que siguen funcionando: el agua llega hasta los generadores mediante tubos de acero con mucha pendiente, al lado de los cuales hay una hermosa cascada. Hoy en día, esta edificación depende de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL).
“Pienso que Luis Soux Rives fue un hombre muy ingenioso: buscaba métodos que faciliten el trabajo, lograba sus metas; construyó los canales superando la topografía y decidió dedicarse a explotar el estaño cuando muchos seguían con la plata”, destaca la gestora cultural potosina Amparo Miranda.
Actualmente, Miranda colabora a Sussan Aitken Salinas (tataranieta de Luis Soux) en la puesta en marcha de paseos turísticos a partir del Hotel Museo Cayara, combinando paisajes con tecnología. La gestora investigó sobre Luis Soux Rives en libros de minería del doctor Carlos Serrano Bravo, en el Colegio Franciscano y en la Cámara de Industria y Comercio. Además, recopiló información de los guías del Hotel Museo Cayara y, finalmente, de la red Internet.
Diseño de puentes
De acuerdo con los datos encontrados en esa investigación, Soux Rives nació el 5 de noviembre de 1855 en Saint Croix, Volpestre (Francia), y llegó a Bolivia en 1882 con un grupo de ingenieros contratados por el empresario minero Aniceto Arce (presidente de Bolivia entre 1888 y 1892), que estaba dedicado a lograr la vinculación caminera.
Arce delegó a varios profesionales la construcción del Puente Sucre sobre el río Pilcomayo, límite departamental entre Chuquisaca y Potosí. Entonces Soux participó en la construcción del gran puente colgante, una magnífica obra de ingeniería que une ambas orillas del río a lo largo de 200 metros.
“Aunque el puente ya no se utiliza, es un atractivo del lugar y motiva a muchos pasajeros y conductores a hacer un alto en el recorrido para tomar imágenes del paisaje con el puente”, comenta a ECOS la gestora cultural.
Minería
De esta forma, Soux se dedicó a la actividad minera en Potosí con bastante éxito, llegando a ser propietario de la Casa “Soux y Hernández” y de la empresa “Soux Hernández” —ambas con muchas minas—, además de los ingenios de Velarde, Huayllahuasi, Quintanilla y Pampa Ingenio.
Además, el empresario francés fue pionero en dejar la plata y dedicarse a la explotación del estaño con la introducción de tecnología de punta en el Ingenio Velarde. En 1904, logró instalar un andarivel para facilitar el transporte de minerales entre la mina Caracoles, Pailaviri y la planta Velarde.
Planta hidroeléctrica
Como la actividad minera requería de más energía eléctrica, Soux emprendió la construcción de una planta hidroeléctrica en la localidad de Cayara, distante a 15 kilómetros de Potosí, para dotar de ese importante insumo a las minas y a una parte de la ciudad.
Uno de los componentes del trabajo de Soux fue la construcción del dique que acumulaba el agua para el funcionamiento de la planta hidroeléctrica, en 1908. Esta obra consistió en captar agua de las quebradas cercanas y llevarla, junto a la de los otros ríos, a través de canales hechos con piedra cortada, bordeando los cerros y por donde fue necesario, perforando las montañas para→ →abrir túneles o “cuevas” —como las llaman los pobladores— y así continuar el camino del agua.
Luis Soux diseñó los canales de 1 metro de altura y 60 centímetros de ancho, poteados y muros de contención en muchos lugares para evitar el ingreso de la arena y las piedras. También planificó estanques de almacenamiento de agua, canales paralelos y esclusas para controlar y regular el caudal. Todos los canales fueron construidos con el espacio adecuado para caminar sin mucho esfuerzo (pensando en las personas que debían hacer el mantenimiento), inclusive dentro de los túneles.
Además, para salvar una quebrada levantó otro puente, que en la piedra central o clave del arco lleva labrada la fecha de su construcción: 1918, y las iniciales B.R., posiblemente del tallador.
Según Miranda, el agua llega hasta los generadores a través de tubos de acero con mucha pendiente, al lado de los cuales hay una hermosa cascada. La planta y los canales de 1905 reciben un mantenimiento permanente mediante técnicos especializados, por lo que siguen en funcionamiento. Ahora dependen de la COMIBOL.
Obra filantrópica
“Por los datos que hemos encontrado, Soux llegó a ser un minero próspero. En 1909, junto con su esposa María Hernández donó uno de sus inmuebles ubicado en las calles Nogales y Padilla para el funcionamiento del colegio Franciscano. Además, durante la Guerra del Chaco pagó la construcción del hospital Daniel Bracamonte y del Hospital Unificada”, explica Sussan Aitken Salinas, tataranieta de Luis Soux.
El matrimonio tuvo su residencia en un inmueble de la calle Nogales, que era también el ingenio Huayllahuasi, del cual quedan hasta hoy una poza de maceración o buitrón y muy poco de la construcción antigua. Ese inmueble es ahora la unidad educativa “Benicio Montero Mallo”.
En 1906, Luis Soux Rives fue el primer presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Potosí, que estaba integrada por ciudadanos bolivianos y europeos. Actualmente una avenida de la zona alta de la ciudad lleva su nombre en su honor, aunque muchos desconocen quién fue realmente este eximio profesional de la ingeniería.
Hacienda de Cayara
Según Sussan Aitken, la hacienda de Cayara tuvo varios propietarios desde su construcción: Juan de Pendones en 1557, luego pasa a los marqueses de Otavi en 1744 y a la marquesa Dominga de Thellaeche y su segundo esposo, Aquiles Ricciotti, en 1878.
“En 1905 la adquirió Luis Soux Rives, casado con doña María Luisa Hernández, nacida en Potosí el 15 de agosto de 1854. Tuvieron siete hijos, los cuales recibieron la propiedad en 1940 y posteriormente se traspasó íntegramente a una de las hijas, Julia. Ella posteriormente la heredó a sus cuatro hijos: Juan (Jack), Georgette, Cristina y Percy”, detalla Aitken.
El nieto de Luis Soux, Jack Aitken Soux, administró la hacienda entre 1950 y 1980 y posteriormente lo hicieron sus hijos Juan y Percy Aitken Castedo.
La hacienda ha sido restaurada en su totalidad por Juan Jorge Aitken Castedo y sus hijas, quienes tomaron la decisión de convertirla en un sitio turístico de primer nivel.
La memoria de Luis Soux Rives se mantiene en la hacienda con un retrato hecho a lápiz que preside el salón principal. Este gran ingeniero francés murió el 18 de octubre de 1939, a los 83 años de edad, y sus restos descansan en la capilla de la hacienda junto a los de su esposa, María Hernández de Soux, fallecida un año antes, el 22 de septiembre de 1938. •
Un circuito con atractivos turísticos
El Hotel Museo Cayara, la planta hidroeléctrica, la cascada y las cuevas fueron incluidas en un circuito de atractivos turísticos que parte en la hacienda para llegar hasta la planta, en la que permanecen funcionando las máquinas instaladas en dos salas. La más grande, que alberga el motor Siemens, conserva un retrato de Luis Soux. Un poco más allá de la planta se pueden observar los tubos de acero y la cascada.
Saliendo de la planta y tomando el camino, a pie o en vehículo, se llega a la parte alta donde un letrero indica la ruta a seguir. El recorrido continúa a pie, atravesando los campos de cultivos, hasta donde se encuentran los antiguos canales, hechos con piedra cortada, que resistieron el paso del agua durante más de 100 años.
“Caminar por estos canales, atravesar los túneles o ‘cuevas’, como se los conoce familiarmente, permite experimentar un paseo muy reconfortante. A veces se puede ver halcones, llamas u ovejas. Durante el recorrido también se encuentra una variedad de árboles y plantas medicinales como las keñuas, lampazo y otros”, detalla Amparo Miranda.
Siguiendo el trayecto del canal se llega hasta donde están los siete túneles perforados en la roca; por allí se puede caminar gracias a los espacios planificados por Luis Soux para el mantenimiento. Por seguridad, es necesario llevar cascos y linternas.
“Es un lindo lugar desde donde se puede apreciar el paisaje y disfrutar del aire del campo. Tiene sitios que son miradores naturales, se puede disfrutar tomando fotografías del paisaje cercano e incluso de la ciudad de Potosí y del Cerro Rico. Los interesados en este paseo turístico pueden contactarse llamando a los teléfonos 67409024 – 67409025”, finaliza Sussan Aitken Salinas.