Barcelona abre un prostíbulo de muñecas hiperrealistas
El primer prostíbulo de muñecas inflables de España, un negocio arraigado en países como Japón, se abrió en Barcelona. Los objetos de deseo en cuestión son las llamadas Sex Doll, la evolución de las tradicionales y...
El primer prostíbulo de muñecas inflables de España, un negocio arraigado en países como Japón, se abrió en Barcelona. Los objetos de deseo en cuestión son las llamadas Sex Doll, la evolución de las tradicionales y fetichistas muñecas inflables, convertidas ahora en una especie de maniquíes hiperrealistas construidos con los más avanzado polímeros y cauchos. Las muñecas están equipadas con curvas más o menos pronunciadas, a gusto del consumidor, y con tres orificios. Su precio en el mercado puede superar los 6.000 euros.
La recepcionista de Sex Doll lamenta que pueda proporcionar poca información y valorar la respuesta de los clientes por el escaso rodaje del negocio. Ofrecen, por ahora, los servicios sin límites de cuatro Sex Doll, con tarifas que van de 120 a 170 euros, según el tiempo (hasta dos horas).
Una de las grandes preguntas es la higiene de las muñecas. El prostíbulo asegura que antes y después de cada servicio las desinfecta “con jabones especiales antibacterias”. Aun así, recomiendan el uso de preservativos. Para los servicios se pide cita por adelantado, donde el cliente indica cómo desea que vaya vestida la muñeca.