Duelo de gigantes: Herbívoros versus carnívoros
El reciente descubrimiento en Australia de huellas de dinosaurio consideradas entre las más grandes del planeta ha despertado una serie de especulaciones en nuestro medio por desinformación.
El reciente descubrimiento en Australia de huellas de dinosaurio consideradas entre las más grandes del planeta ha despertado una serie de especulaciones en nuestro medio por desinformación.
Esas pisadas corresponden a dinosaurios saurópodos (cuello largo) y a la época en la que estos enormes animales alcanzaron su mayor tamaño se la denomina “Edad de los Gigantes”. Entre sus principales características destacan dos: se trataba de herbívoros y caminaban en cuatro patas. Fueron las criaturas más grandes de la historia.
Los terópodos, en cambio, caminaban en dos patas y tenían una dieta carnívora; algunas especies, omnívora. Los dinosaurios eran tan distintos unos de otros que la ciencia, para diferenciarlos, tuvo que catalogarlos en especies y subespecies.
Australia vs. Bolivia
La gran diferencia entre las huellas encontradas en Australia y las que fueron ubicadas en Bolivia, concretamente en Chuquisaca, en el Distrito Municipal 8 de Sucre, es que aquellas pertenecen a dinosaurios saurópodos o de cuello largo y estas a terópodos, que, dicho sea de paso, serían los ascendientes directos de las aves actuales.
Aunque parezca insólito, en este duelo de gigantes, los “pequeños” terópodos fueron los predadores de los inmensos saurópodos.
ECOS acudió al científico que más estudió las huellas encontradas en Sucre, el paleontólogo argentino Sebastián Apesteguía, doctor en Ciencias Naturales con Orientación en Paleontología de la Universidad Nacional de La Plata e investigador→ →adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en su país.
Él, junto con profesionales chuquisaqueños encabezados por Roxana Acosta, consultora en Turismo Paleontológico, trabaja en un programa de investigación formulado en el Estudio para la Puesta en Valor de los Yacimientos Paleontológicos de Sucre y sus alrededores, elaborado a solicitud del Gobierno Autónomo Municipal, a través de la Dirección de Turismo.
La Edad de los Gigantes
Respecto al hallazgo australiano, Apesteguía, quien estuvo recientemente en Sucre para avanzar en el proceso de investigación que permitirá publicar el descubrimiento de Humaca (Maragua, Distrito 8) en el ámbito mundial, aclara que “con huellas de 170 cm, son un indudable récord mundial para los mayores dinosaurios, los saurópodos o de cuello largo, exactamente en la época en que fueron mayores: ‘La Edad de los Gigantes’. Aunque es importante mencionar que en los montes Jura, de Francia, cerca de la villa de Plagne, 30 millas al oeste de Génova y al norte de Lyon, se han registrado ya, de edad Jurásica, huellas de hasta 200 cm de diámetro, que no han sido publicadas formalmente, pero han sido analizadas por Pierre Hantzpergue, paleontólogo de la Universidad de Lyon”.
Luego, apunta que evidencias de los grandes herbívoros, en huesos y huellas, se han hallado en abundancia. “Huellas de enormes dinosaurios herbívoros saurópodos se conocen en los continentes del sur desde siempre. En particular, los inicios y mediados del período Cretácico (145 a 65 millones de años atrás) son lo que conocemos como ‘La Edad de los Gigantes’, en que los mayores dinosaurios conocidos habitaron los continentes del hemisferio sur (Sudamérica, África, Australia, Nueva Zelanda, Antártida, India, Madagascar y varios fragmentos más)”.
El experto añade que “de ese momento han quedado registradas en la Patagonia argentina huellas de 100 cm de diámetro. En Icla, Bolivia, huellas de 70 cm. En Kinsa Saruska (Quila Quila Marka, Maragua), de 80 cm. Y en Estados Unidos, huellas de hasta 85 cm”.
“En Sudamérica la evidencia mixta, osteológica e icnológica, nos muestra que los saurópodos del Cretácico terminal (Quila Quila Marka, Maragua, Cal Orck’o, Argentina), mayormente saltasaurinos, eran relativamente pequeños, y la mayoría de ellos no alcanzaban los 10 metros de largo, dejando huellas de alrededor de 50 cm. En el desierto del Gobi se han registrado huellas de 106 centímetros de longitud y 77 de ancho, pertenecientes a un titanosaurio, según uno de los líderes, el profesor Shinobu Ishigaki, de la Okayama University”, explica Apesteguía.
Los carnívoros o terópodos
Las mayores huellas de dinosaurios carnívoros registradas son las de Tyrannosauripus pillmorei. De 85 centímetros, procedentes de la Formación Ratón (Maastrichtiano), en Nuevo México (EEUU), fueron publicadas en 1994 por Martin Lockley y Adrian Hunt.
Según Apesteguía, entre los terópodos de fines del Cretácico (la época de Cal Orck’o, con dinosaurios más pequeños) había Carnotaurus rondando los ocho metros y Pycnonemosaurus, el mayor, de nueve metros.
En enero del año pasado, un grupo multinacional liderado por el doctor Apesteguía que trabajaba en el área de Maragua anunció el descubrimiento de un rastro de dinosaurio carnívoro cuyas pisadas medían 104 cm de longitud y un ancho máximo de 69 cm. En julio de 2016, la exploración de rocas de la Formación El Molino, entre Niñu Mayu y Ore Pajlla, en la periferia del sinclinal de Maragua (sector de Humaca, centralía de Maragua del Distrito 8 de Sucre) resultó en el hallazgo de una huella de terópodo, según el paleontólogo, muy bien preservada y con una longitud de 114 cm, lo que la convierte en la más grande a nivel mundial.
Un análisis de sus detalles anatómicos realizado por Apesteguía y otros permite reconocer que “se trata del mismo taxón que produjo la huella gigante para Chulk’u Mayu, aunque en diferentes condiciones de preservación. Ambas huellas comparten la presencia de dedos largos y una disposición asimétrica del dedo 4, que es mayor que el dedo 2. A la vez, el metatarsiano 2 es más corto y, consecuentemente, la marca del dedo 2 queda postergada con respecto a la del dedo 4, por lo que recuerda la estructura de abelisaurios y espinosaurios. Sin embargo, los últimos no son esperables para el Cretácico Superior y los Abelisáuridos furileusaurios dejan comúnmente huellas bien simétricas, con un talón simétrico también y los dedos 2 y 4 comparables en longitud”.
En su estudio a profundidad, compartido con ECOS, el experto argentino dice además que una estimación de tamaño basada en la huella sola sugiere que el espécimen rondaba los 14 metros de longitud y las siete toneladas de peso.
“Con 114 centímetros, esta huella es la mayor conocida para un terópodo a nivel mundial (aunque otros registros se hallan cercanos al mismo tamaño, demostrando así un límite estructural para estos dinosaurios). Asimismo, se trata del mayor registro para terópodos del Cretácico Superior en los continentes del sur, donde no se esperaba la presencia de terópodos gigantes en esa época”. Aclara que “aún resta mucho por investigar, pero el hallazgo de Maragua parece sugerir que los colosales carcarodontosauridos, de hace 100 a 90 millones de años, fueron quizás reemplazados por neovenatoridos gigantes hace 70 millones de años”.
En suma, mientras Australia tiene una nueva marca para el tamaño de huellas de dinosaurios herbívoros (saurópodos), “Bolivia sigue ostentando el récord mundial en tamaño de huellas de dinosaurios carnívoros (terópodos)”, sentencia él. •
EN SÍNTESIS
¿Las huellas de SAURÓPODOS australianas son más grandes que las de Bolivia?
Sí, se hallan entre las mayores del mundo, como corresponde al momento en que vivieron esos animales: la Edad de los Gigantes.
¿Las huellas de TERÓPODOS australianas son más grandes que las de Bolivia?
No, Bolivia sigue ostentando el récord mundial en tamaño de huellas de dinosaurios carnívoros, lo que a su vez es raro pues no se hallan dentro de la Edad de los Gigantes. Las huellas de terópodos encontradas en Australia no superan los 60 cm.
¿Hay más huellas en Australia que en Bolivia?
No, las australianas en ese sitio son unas 150 mientras que Bolivia tiene en Cal Orck’o 12.093 y en Maragua unas 3.000.
FUENTE: Dr. Sebastián Apesteguía
El proceso para la publicación científica de la mayor huella de Sucre
Por la importancia científica del rastro de terópodo descubierto en Sucre y dando continuidad al programa “Estudio para la Puesta en Valor de los Yacimientos Paleontológicos”, elaborado a solicitud del Gobierno Autónomo Municipal, a través de la Dirección de Turismo, el paleontólogo argentino Sebastián Apesteguía inició un proceso de investigación que permita la futura publicación científica del hallazgo en el ámbito mundial, informa a ECOS Roxana Acosta, consultora en Turismo Paleontológico.
“Para alcanzar este objetivo, inicialmente tomó contacto con icnólogos (especialistas en huellas) mexicanos y argentinos, con quienes se encuentra en la etapa de análisis de los detalles de la huella para la identificación precisa del tipo de dinosaurio terópodo al que pertenece”, agrega Acosta.
A continuación, explica que “en esta fase se realiza el trabajo de comparación de la morfología con los huesos y del rastro con otras huellas descubiertas en el mundo, para verificar si coinciden en forma y tamaños. Se realizan comentarios sobre el grupo asignado, su tiempo y espacio geográfico, es decir, qué significa esa huella en su contexto y cómo modifica lo que ya se sabía”.
También en esta etapa se agrega bibliografía e ilustraciones. Una vez redactadas las conclusiones, el doctor Apesteguía enviará el documento —en idioma inglés— a una revista especializada en publicaciones científicas de alcance internacional que, a su vez, remitirá el trabajo de investigación a otros especialistas en icnología del mundo.
Esos expertos evaluarán las asignaciones realizadas, así como toda la investigación efectuada para, posteriormente, emitir un informe con las observaciones que consideren pertinentes. “La publicación científica devolverá el documento al doctor Apesteguía para que subsane las observaciones y, una vez realizadas las últimas correcciones, se volverá a presentar la investigación a la revista científica para su publicación internacional”, prosigue Acosta en su relato para ECOS.
Las publicaciones científicas son revistas especializadas en investigaciones que tienen un valor que la comunidad científica asigna en función a su importancia y a su aporte. El proceso, concluye la Consultora en Turismo Paleontológico sobre la base de información de Apesteguía, toma aproximadamente nueve y diez meses.
El objetivo final de este proceso es la declaratoria de Cal Orck’o y Maragua como “Patrimonio Natural de la Humanidad” por parte de la UNESCO.
Las acciones de la Dirección Municipal de Turismo
El Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, a través de la Secretaría de Turismo y Cultura y la Direccion de Turismo, viene desarrollando diferentes acciones y una de ellas, considerada un pilar dentro de esta última área, es la paleontología.
El director Municipal de Turismo, Beimar Ramallo, informa a ECOS que “el año pasado pudimos concluir un estudio de la puesta en valor de los yacimientos paleontológicos del municipio de Sucre, donde pudimos contar con especialistas de renombre. Esta consultoría acabó con buenos resultados, planes de manejo de una nueva ruta paleontológica en el Distrito 8 (D-8) y el descubrimiento de la huella más grande del mundo, con 1,14 cm en el sector de Humaca, centralía de Maragua, del D-8”.
Ramallo recuerda que a través del paleontólogo Sebastián Apesteguía se elevó este hallazgo a la comunidad científica mundial. “Si bien estamos esperando una respuesta a estas publicaciones internacionales, también estamos sujetos a la consulta con los comunarios del lugar para proseguir con los trabajos de investigación, preservación, promoción y accesibilidad. Estos trabajos están dispuestos para esta región y esperamos puedan hacerse a la brevedad posible”, agrega la autoridad.
Finalmente, puntualiza que esta labor concluirá con la postulación a la UNESCO del farallón de Cal Orck'o como patrimonio de la humanidad. Al respecto, dice que para remitir toda esta documentación en agosto próximo se coordina con el Ministerio de Culturas y Turismo y la Dirección General de Patrimonio Cultural.