Oídos tapados
Los oídos tapados son una molestia frecuente que incomoda mucho, sobre todo, cuando pasan las horas y no se destapan. ¿Por qué ocurre esto y cómo solucionarlo?
Los oídos tapados son una molestia frecuente que incomoda mucho, sobre todo, cuando pasan las horas y no se destapan. ¿Por qué ocurre esto y cómo solucionarlo?
El pediatra Jesús Garrido, autor del blog ‘Mi pediatra online’ (www.mipediatraonline.com), dice que los oídos se taponan cuando el oído medio hace vacío, generalmente debido a los cambios de presión.
“Entonces aparece una sensación molesta, a veces incluso dolorosa, que no reviste gravedad pero que puede resultar realmente incómoda, en especial en el caso de los niños”, escribe en su blog.
Frente a estos casos, Garrido aconseja que el niño chupe o mastique mientras se producen los cambios de presión, que pueden darse durante la presurización y despresurización de la cabina en un vuelo, un viaje corto en el que haya una diferencia de altura importante, etcétera.
“Esto favorece que el aire entre de nuevo hacia el oído medio equilibrando la presión. Para esto viene bien masticar. Es una de las pocas situaciones en las que es recomendable dar chicle a un niño”, agrega el profesional.
Otro médico, el doctor ecuatoriano Paúl Moscoso Mesías (www.drmoscoso.com), recomienda que el calor local para cuando un niño tenga dolor de oído en el avión. “Utiliza un pañuelo empapado en agua caliente en forma de compresa sobre el oído o coloca algodón remojado con agua caliente en el fondo de un vaso, gíralo y ubícalo sobre el oído afectado”, recomienda él. Para esto, habrá que tomar la previsión de llevar estos artículos en el viaje.
Solución opcional
Garrido, en su blog, ofrece una solución opcional: hacer presión desde la garganta para que pase aire al oído, lo que algunos llaman “soplar por las orejas”, es decir, taparse la nariz e intentar expulsar el aire de forma que notamos que pasa a los oídos.
También se refiere a aquellos casos en los que, a pesar de estas maniobras, la sensación perdure entre uno y tres días, haciéndose más molesta a medida que pasa el tiempo.
“Cuando esto sucede, tomar un antiinflamatorio puede calmar un poco el dolor y evitar que la trompa de Eustaquio se inflame, lo que impediría que se resolviera el problema. Aunque es muy raro que se mantenga más allá de dos o tres días”, finaliza el pediatra. •
Tips para los vuelos
Tomar bebidas descafeinadas en abundancia (la mejor es el agua) durante el vuelo. Beber en abundancia es importante, no solamente porque motiva a que el niño trague (lo cual hace que las trompas de Eustaquio se abran) sino porque el aire dentro de los aviones es sumamente seco, endurece las mucosidades nasales y facilita la congestión de las trompas de Eustaquio.
Tome ibuprofeno aproximadamente media hora antes de despegar o aterrizar si su hijo(a) suele tener dolor de oídos cuando vuela en avión.
Mastique chicle o chupe caramelos duros si su hijo(a) tiene más de tres años de edad.
Lleve con usted un biberón, chupete, o dé el pecho o amamante a su bebé. Si usted alimenta a su bebé con biberón, asegúrese de que esté sentado y con la espalda derecha mientras bebe.
Bostece frecuentemente, si su hijo(a) puede hacerlo intencionalmente.
Utilice descongestionantes nasales antes de despegar y aterrizar para ayudar a abrir los conductos nasales.
Mantenga a su hijo(a) despierto durante el despegue y el aterrizaje. Cuando dormimos, no tragamos con frecuencia, lo que dificulta mantener la presión del aire en el oído medio regulada.