Le diagnosticaron “risa patológica”; todo un drama
Cuatro meses después de haber sufrido una lesión cerebral por un asalto, el galés Paul Pugh estaba reunido con su equipo médico para hablar de su futuro. “Cuando me empezaron a hablar yo me sentí asustado y algo se...
Cuatro meses después de haber sufrido una lesión cerebral por un asalto, el galés Paul Pugh estaba reunido con su equipo médico para hablar de su futuro. “Cuando me empezaron a hablar yo me sentí asustado y algo se desencadenó en mi cerebro: me pasé la reunión entera riéndome. En realidad estaba llorando desconsoladamente, pero en la superficie se veía como si me estuviera riendo”, le dijo Pugh a la BBC.
Tras el asalto sufrió una fractura de cráneo y se pasó más de dos meses en coma.
Nadie entendía su comportamiento, su familia incluso pensó que “quería llamar la atención”. Pasaron varios años antes de que sus ataques de risa descontrolada fueran diagnosticados como “risa patológica”, también conocida como “síndrome o afección seudobulbar”. Esta condición se manifiesta cuando se crea una desconexión entre el lóbulo frontal del cerebro, que controla las emociones, y el cerebelo y el tronco cerebral, que regula la expresión de esas emociones. Se produce un momento literal de cruce de cables.