¡Los celos!
Cuando la pareja siente la amenaza de alguien (real o imaginario)
¿Hasta qué punto se puede tener ciertas libertades individuales para no despertar los celos del otro? Cuando se inicia una relación se deben establecer límites que permitan diferenciar su relación de cualquier otra. Este proceso se lleva a cabo adoptando normas sociales y culturales, considerando también las perspectivas de la pareja.
“Todos deseamos tener un hogar propio y deseamos autonomía para seguir explorando lo nuevo. Algunas parejas mantienen rutinas para verse, por ejemplo a algunas les basta verse solo los fines de semana, otras mantienen una relación a distancia y su medio de comunicación más frecuente son las redes sociales mediante internet. Hay otras que determinan días específicos para verse y otras que no soportan estar lejos ni una noche”, dice la psicóloga Isbieta Cuba Arellano a ECOS.
Seguridad y libertad
Cuba recomienda buscar un equilibrio entre la seguridad y la libertad de ambas partes. Se entiende por seguridad a la confianza que se deposita en la persona a quien se ama.
Los hombres suelen sentirse amenazados por la independencia de las mujeres. El hecho de que una mujer se haga cargo de sus propios deseos, o que haya tenido amantes, o recursos propios, son situaciones que implícitamente pueden signi?car que ella no necesita al hombre.
Incluso si no hay evidencia alguna de traición, el modo de ser independiente de una mujer puede inspirar la “duda” de los celos. El hombre puede sentir que no es necesario para su pareja y esto llevarle a pensar que ella tiene “otro” a quien realmente necesita.
Pero, ¿qué son los celos?
La psicóloga explica que los celos son manifestaciones emocionales de inseguridad frente a la conservación de una relación de pareja.
Se trata de una experiencia emocional compleja, resultante de la interacción de una serie de circunstancias externas que pueden “amenazar” una relación, donde se experimenta la sensación de pérdida en la relación de pareja que se desea mantener.
Además, entran en juego ciertos aspectos de la identidad como el autoconcepto, que es la opinión que cada persona tiene sobre sí misma.
Los celos no son una enfermedad (salvo en los casos de celotipia, VER RECUADRO APARTE); tampoco un rasgo de personalidad, un valor, un defecto ni una medida del amor (o de la inseguridad o de la desconfianza) en pareja. Son, generalmente, una de las emociones humanas básicas y universales.
Le puede pasar a cualquiera
Por lo tanto pueden afectar a cualquier persona, de cualquier cultura y en cualquier momento de su vida. Aunque no pueden ocurrir en cualquier situación, porque los celos requieren de dos condiciones previas sin las cuales no pueden darse: un vínculo afectivo con alguien concreto y la presencia (real o no) de un tercero que amenaza la continuidad del vínculo.
Cada quién maneja de diferente manera los celos. “No podemos ayudar a nadie a sentir o a dejar de sentir celos, pero sí podemos ayudarle a vivirlos, pensarlos y gestionarlos mejor”, sostiene la experta.
Un tercero
Según la profesional, para que se dé una situación de celos se necesita de tres: la persona que ama, la persona amada y el o la rival. Este último (o esta última) puede ser alguien real o imaginario, es decir, siempre cabe la posibilidad de que no exista.
Y en los celos se unen tres emociones a la vez: ira, tristeza y miedo, además de disgusto y sentimientos de inferioridad.
Tipos o grados de celos
Los celos son experiencias emocionales que en algún momento de nuestras vidas todos hemos sentido y no solo hacia una pareja, sino también por amigos y hermanos. A lo largo de la vida se aprende a lidiar con ellos.
Algunos estudios identificaron tres tipos o grados de celos: los normales, los obsesivos y el síndrome de Otelo. Los ‘‘celos normales’’ se refieren a que una persona se siente momentáneamente amenazada por una relación paralela reconocida públicamente (Crowe, 1995).
El segundo grado supone una sensación previa de vulnerabilidad que incluye miedos anticipatorios y obsesiones (Pasini, 2003), que llegan a interferir el equilibrio de la pareja de alguna manera.
El tercero es lo que se ha descrito como ‘‘síndrome de Otelo’’, también denominado celotipia (Todd & Dewhurst, 1955). Es un trastorno delirante en donde la persona está convencida de que su pareja le es infiel, y en esta forma extrema la persona se siente segura de sus percepciones de traición, sin importar que exista evidencia de lo contrario.
Cómo afectan a la pareja
Los celos afectan a la confianza en la pareja, puesto que la persona celosa al sentir miedo a perder puede realizar acciones que invadan el espacio de la persona amada con prohibiciones, por ejemplo.
Según la psicóloga Cuba, cuando los celos no atentan contra la integridad de uno de los miembros de la pareja se pueden considerar como funcionales, pero hay que evitar llegar a situaciones de violencia (física o psicológica) y de restricción (por ejemplo que la persona celosa prohíba a su pareja frecuentar lugares, reunirse con amigos o colegas de trabajo, vestirse de cierta manera, o maquillarse en el caso de las mujeres).•
¿Cuándo y cómo se tratan los celos?
Cuando los celos son excesivos requieren de un tratamiento psicológico y psiquiátrico, ya que pueden existir alteraciones en las sustancias que transmiten información en el cerebro (el neurotransmisor denominado serotonina), y este desequilibrio puede producir las reacciones agresivas.
Una de las manifestaciones más dramáticas de los celos es la violencia hacia la mujer. Los índices estadísticos del Ministerio Público indican que en Bolivia hubo 92 feminicidios y 28.000 agresiones a mujeres hasta noviembre de 2017.
“En este sentido, hago mención a la frase conocida de ‘si no es mía, no es de nadie’, pues la realidad es que tanto la mujer como el hombre son solamente de uno mismo y en ningún momento debe convertirse en la posesión de otra persona”, dice la psicóloga Isbieta Cuba Arellano a ECOS.
“Entendemos que el consumo de alcohol combinado con los celos puede recaer en un factor muy importante para que se produzca un feminicidio; sin embargo no solo se reduce a esto sino que se trata de un tema mucho más amplio y complejo, que puede partir del machismo, la cosificación de la mujer, posicionamiento de roles sociales y culturales, etc.”, agrega la profesional.
Para prevenir estas situaciones, afirma que se debe entender que tanto la mujer como el hombre tienen un valor propio como ser humano y que nadie tiene derecho a decidir por ella o por él, menos a lastimar o ser lastimado.
“La mujer no es propiedad de nadie”, sentencia Cuba.
¿Cómo se manifiestan los celos?
- Los celos se manifiestan en tres dimensiones: cognitiva, adaptativa y conductual.
- En lo cognitivo, se caracteriza la percepción de amenaza de pérdida de una relación significativa, la pérdida de la atención del otro, “la necesidad de ser necesitado”. Es decir, miedo a perder una relación.
- En lo adaptativo, los celos pueden favorecer el restablecimiento de una relación que está siendo amenazada; es una respuesta de protección a la relación para mantener el equilibrio de la misma. Se da para mantener la relación.
- En lo conductual, los hombres suelen ejercer acciones más activas, por ejemplo: gastar dinero en regalos y flores para la pareja, restringir la salida de su pareja para evitar contacto con posibles rivales, expresiones de amenaza a la pareja y a los posibles rivales, conductas violentas como agresiones físicas, consumo de alcohol...
- Las mujeres suelen llorar a solas e intentan el restablecimiento de la relación mejorando su apariencia física: utilizando ropa provocativa, maquillaje y otros, para provocar que su pareja sienta celos.
- Las manifestaciones de celos también se relacionan con el tipo de emoción que predomina. En el caso de la ira, los celos se manifiestan de manera explosiva, agresiva, con ataques, insultos y ofensas verbales.
- Cuando predomina la tristeza, por lo general intentan reducir esta sensación a través del consumo de alcohol, tabaco y drogas.
- Si predomina el miedo a la pérdida, se suelen realizar acciones dirigidas a restablecer la relación, como ir al lugar donde trabaja la pareja con algún regalo, preparar cenas románticas. En estos casos se utiliza normalmente la frase “marcar territorio”.
Fuente: Psicóloga Isbieta Cuba Arellano
¡Alerta! Celotipia
- Son los celos obsesivos que se pueden sentir por personas cercanas como parejas, familiares y amigos. Esta es una enfermedad progresiva, o sea que con el paso del tiempo se vuelve más fuerte.
- Los celos pueden aparecer como fruto de malas experiencias pasadas. Estas situaciones desagradables crean una especie de autodefensa en el sujeto, para que no se repita lo que pasó antes.
- Asimismo, se puede originar por las inseguridades que tiene un individuo y el miedo a perder a su pareja.
- En la mente de un celotípico patológico hay estados emocionales que están relacionados con ciertas acciones y comportamientos que desencadenan la infidelidad.
- Sintomáticamente hablando, el individuo que sufre el mal de los celos obsesivos no acepta su condición; considera su comportamiento como “normal”.
- También, mantiene actitudes paranoicas y violentas contra el ser u objeto a los que van dirigidos sus celos, necesita mantenerse cerca del individuo la mayor parte del tiempo y a menudo se siente abandonado y con baja autoestima.
- El tratamiento provisto para tratar la celotipia se basa en mejorar la confianza mutua dentro de la relación de pareja (siendo este el caso más común), haciendo que el celotípico perciba que su pareja no le está siendo infiel.
- Sin embargo, los dos individuos deben tener sesiones por separado: el celoso, para eliminar las ideas delirantes y absurdas; la persona afectada por los celos de su pareja, para que aprenda a convivir con la enfermedad de su acompañante y le ayude a superarla.
Fuente: Psicóloga Isbieta Cuba Arellano