Álex Aillón, el poeta comediante

El chuquisaqueño presentará el miércoles su show de stand-up “Ser Negro en la Ciudad Blanca”

Álex Aillón, el poeta comediante Álex Aillón, el poeta comediante

Oscar Díaz Arnau ECOS
Ecos / 27/05/2018 07:42

El poeta chuquisaqueño Álex Aillón mostrará el miércoles, a las 19:30, en el Teatro 3 de Febrero, una faceta diferente a la que nos tiene acostumbrados, aunque sin alejarse de la palestra del arte: una rutina de stand-up.

El espectáculo, titulado “Ser Negro en la Ciudad Blanca”, está auspiciado por la Dirección de Cultura del Gobierno Municipal de Sucre y forma parte del programa “Sucre Crea(c)tivo”.

No todos saben que Álex, el poeta, el periodista y editor del suplemento literario “Puño y Letra”, de Correo del Sur, tiene un gran sentido del humor. Al fin y al cabo heredero de una tradición de causticidad que todo chuquisaqueño lleva en la sangre, él, aupado por su público y después de varios libros producidos y presentados a nivel nacional e internacional, guionó y montó una comedia especialmente para Sucre.

Según Aillón, en primer lugar, se trata de un homenaje a la capital en este mayo de la libertad. “Un homenaje poético”, remarca a ECOS.

El stand-up es un género poco y nada explorado en nuestro medio. Menos aún desde la poesía. Asistir a un espectáculo de estas características, que promete el sello y la calidad acostumbrados por uno de los poetas sucrenses más reconocidos de los últimos tiempos, representa una oportunidad para sorprenderse y pasar un buen momento. ¿Cómo Álex Aillón se atreve a subirse a las tablas? Nos lo cuenta en la siguiente entrevista:

ECOS. ¿Por qué la poesía no debe ser seria o aburrida? ¿Hay un prejuicio con los poetas y es esta la causa por la que la poesía no tiene tantos lectores?

Álex Aillón (AA). Bueno, de inicio ninguna buena poesía puede ser aburrida. La poesía generalmente tiene un modo de presentarse y ser tratada de manera muy seria, porque se trabaja con el lenguaje en su forma más intensa. Pero como hay poesía que trata el lenguaje y la realidad de manera “seria” también la hay, quizás en su forma menos frecuente, la que lo hace desde el humor. Gente como Leonard Cohen, Sharon Olds o James Tate son un gran ejemplo de ello. No es fácil lograr el humor en la poesía; es un arte mayor, en realidad. En la narrativa tenemos muchos más casos; uno de ellos, no te olvides, es el caso del gran Roberto Fontanarrosa, que decía que a él no le interesaba el Premio Nobel de Literatura y que tampoco le interesaban las definiciones que hicieran de él, que se conformaba con que alguien viniera y le dijera: “Me cagué de risa con tu libro”.

ECOS. “Ser Negro en la Ciudad Blanca” es también un guiño a un lastre más o menos nuevo para Sucre, el señalamiento de “racista”. ¿Hay algo de eso en tu obra?

AA. Bueno, sí, el título de lo que vamos a hacer el 30 de mayo tiene que ver fundamentalmente con ese contraste. Sucre es una Ciudad Blanca, pero también es una ciudad negra, una ciudad de colores, una ciudad de diferentes matices. La gente que vive aquí en su mayoría no es como se cree o se quiere hacer creer a la gente de fuera: que somos de “sangre azul”. ¡Por Dios!, ¿quién demonios puede creerse eso a estas alturas de la vida? Eso ya es un mal estigma para una ciudad como la nuestra que acoge una diversidad saludable de gentes y procederes. Creo fundamental recrear y reinventar algunos de los mitos que se han creado en torno a Sucre. Y la única manera de lograr eso es con creatividad y alegría. Se nos hace muy coloniales, muy atildados, muy serios, muy españoles. ¡Al carajo!, ¡no lo somos! Además, se ha dicho que el humor chuquisaqueño es uno de los más refinados. Eso sí es algo que, creo, debemos rescatar. Recordemos a Nicolás Ortiz, por dar solo un ejemplo.

ECOS. Un poeta y periodista en el stand-up… ¿El humor salvará al mundo de la rutina diaria plagada de malas noticias?

AA. El humor es lo único que ha salvado siempre al mundo. Un mundo que no ríe y no ve las cosas con humor, es un mundo que cae fácilmente en el fascismo. No existe un mundo tolerante, ni una sociedad democrática posible, si se ha perdido el humor. Y no te hablo de perder la seriedad en cómo se ve el mundo y se manejan las cosas importantes de la vida. Pero recuerda lo que decía Groucho Marx: “el humor es la cosa más seria que existe”. Yo, particularmente, desconfío de la gente que no tiene la capacidad de reírse de sí misma, inclusive en los momentos más terribles. El humor nos recuerda que no somos tan importantes, que las cosas que creemos serias, como la política, la religión, las ideologías, nos hacen olvidar el lado humano que tenemos todos y que, generalmente, nos lo recuerda una sonrisa.

ECOS. ¿Cual es la particularidad de vivir, de “ser” en Sucre y Chuquisaca?

AA. En realidad, no creo que haya ninguna forma particular de ser diferente a otras ciudades parecidas del continente, y sin embargo en Sucre están todas las particularidades resumidas. Somos una cápsula de tiempo suspendido que flota en otra dimensión. Creo que la locura es una linda definición de los que es “ser sucrense”. Fundamentalmente, ¿qué es lo que nos gusta a los sucrenses? Pues, creo que esto es lo que nos gusta: Nos gusta delirar en las chicherías, en los parques, en las estaciones donde los trenes parten hacia ninguna parte. El amor y el odio son fuertes en nosotros: cultivamos sentimientos extremos, nada de puntos medios, de normalidades, de palideces. Alentamos la vida, la sangre al galope, la cúspide de los días y las noches. La gente de otras ciudades nos ve con desconfianza; dicen que nos creemos mejores, que qué carajos nos creemos, que estamos locos… Lo que no entienden es que ser loco en Sucre es un privilegio comparable a lo sagrado. Solo la locura es capaz de entregarle belleza al universo”. •

 

Etiquetas:
  • Álex Aillón
  • poeta
  • comediante
  • Compartir:

    También le puede interesar


    Lo más leido

    1
    2
    3
    4
    5
    1
    2
    3
    4
    5
    Suplementos


      ECOS


      Péndulo Político


      Mi Doctor