Marianela Torrico, todo por amor al folclore nacional
Guapa, sentimental, sencilla, alegre, carismática y amantísima de la tierra que la vio nacer es la cantante Marianela Torrico, que visitó Sucre y Potosí, entre otros lugares del país, para filmar un videoclip.
Guapa, sentimental, sencilla, alegre, carismática y amantísima de la tierra que la vio nacer es la cantante Marianela Torrico, que visitó Sucre y Potosí, entre otros lugares del país, para filmar un videoclip.
Ella vive desde pequeña en Estados Unidos, pero es boliviana (nació en La Paz) y ama el folclore nacional. Como un homenaje a su patria realiza un paseo musical por diferentes sitios turísticos cuyas imágenes serán plasmadas en un video para su segundo disco.
“Demoro mucho en hacer mis producciones porque soy muy exigente. Imagínate, no es fácil venir tan lejos para hacer un solo video musical recorriendo toda Bolivia. Quiero que cuando un boliviano vea mi video diga ‘¡wow!, ¡ese es mi país!’”, confía a ECOS.
Tour por el país
La grabación del videoclip le dio la oportunidad de visitar en pocos días casi todo el país; antes, solo conocía la ciudad de La Paz.
Esta vez, Torrico prepara su nuevo disco con la productora cochabambina Terrígenos Films, que trabaja con varios grupos nacionales como los Kjarkas, Chila Jatun y María Juana.
Según David Vela, representante de la productora, para el video de Torrico empezaron filmando en Cochabamba, luego pasaron a Roboré, la Chiquitanía, Santa Cruz, Samaipata, los valles cruceños, Sucre, Potosí, el Salar de Uyuni, Oruro, La Paz, el lago Titicaca y Tihuanaku.
Antes de partir rumbo a Potosí, la cantante se mostró impresionada con la variedad de atractivos turísticos y culturales que tiene el país. De Sucre, por ejemplo, destacó la amabilidad de su gente y la limpieza de la ciudad.
Trabajos
Hace dos años lanzó su primer disco como solista titulado “Mi primer amor”; la instrumentación se grabó en La Paz, bajo la dirección de Richard Burgoa, y la voz en Estados Unidos, para su posterior mezcla y masterización.
Esa producción tiene una gama variada de géneros musicales.
“El videoclip que estoy grabando en Bolivia es un trabajo independiente”, remarca después, antes de anunciar que será lanzado en las redes sociales la primera semana de agosto, como un homenaje a las fiestas patrias.
Dice que su principal mercado es el boliviano, pero no deja de destacar el de España, donde recibe mucho apoyo. Además, cuenta con una gran cantidad de seguidores en México y, por supuesto, en la comunidad boliviana en Estados Unidos.
Explica que sus interpretaciones se caracterizan por ser fusiones musicales, sin tener muchas variaciones. Sostiene además que los coros de sus canciones son muy diferentes a lo que usualmente se escucha.
El folclore en su vida
Torrico proviene de una familia con raíces musicales: tiene tíos que se dedican a esta rama del arte. Además, como buena boliviana, creció en medio de guitarreadas familiares, escuchando una variedad de melodías folclóricas.
Recuerda que desde chica viajaba continuamente a Coroico, en los Yungas de La Paz, para visitar a su abuela, hija de esa exuberante tierra. En ese ínterin su familia acostumbraba escuchar discos de los Kori Wayras, el Grupo Bolivia y Proyección, cuyas melodías quedaron grabadas en su corazón.
Estados Unidos
Marianela vive en Nueva Jersey desde que tenía nueve años. Hasta ese estado norteamericano migraron sus padres en busca de un futuro mejor.
Lo que pocos saben es que al partir de Bolivia se llevó consigo el amor por la música folclórica. “El folclore tiene algo muy especial para mí, me llega hasta el alma y toca mis raíces más profundas”, comenta a ECOS, con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos.
Mientras estudiaba en colegio se dedicó a cantar en los coros de la escuela interpretando música clásica y jazz. También trabajó con orquestas de música tropical; le encanta la salsa. Sin embargo, el folclore boliviano encabeza sus gustos musicales.
Se tituló de la carrera Negocios Internacionales en EEUU y trabaja en esa área, pero nunca deja de lado su vena artística y su inquietud por difundir el folclore boliviano en otras latitudes del mundo.
“Añoro a mi patria, mi familia, amigos, a la comida, tradiciones y costumbres. Cada vez que escucho folclore boliviano aflora en mí una nostalgia y un sentimiento que muchas veces me provocan lágrimas de emoción. Disfruto lo que hago, por amor a la tierra que me vio nacer. No tengo un fin comercial”, aclara a continuación.
Su familia
Marianela es hija de Roberto Torrico y Sonia Torrico, tiene dos hermanas y un hermano. Se casó con el neoyorquino Galo Guevara, cuyos padres son ecuatorianos. Tiene dos hijos: Ariana de 11 años y Daniel de 9.
Las prioridades en su vida son sus hijos y su familia, por ello dice que debe encontrar un balance entre el trabajo y la música.
Tiene la ventaja de que su esposo también es músico: toca los teclados e incursiona en el género tropical: salsa, merengue y cumbia. Tiene muy buen oído musical, reconoce Marianela.
“Mi esposo me apoya bastante en lo que hago y esto lo atribuyo al balance que trato de tener en mis actividades, porque todo lo que hago, lo hago por amor”, concluye. •