El éxito internacional de Elías Ayaviri en YouTube
Produce su música en una modesta tienda de la zona del Mercado Campesino, en Sucre, sus canciones llevan más de 69 millones de reproducciones en YouTube, donde tiene nada menos que 326 mil suscriptores, y...
Produce su música en una modesta tienda de la zona del Mercado Campesino, en Sucre, sus canciones llevan más de 69 millones de reproducciones en YouTube, donde tiene nada menos que 326 mil suscriptores, y hasta Spotify lo cuenta entre sus listas. Se llama Elías Ayaviri, “EA” en Internet, un joven que estudió en el colegio San Juanillo, el último de ocho hermanos e hijo de una potosina y un orureño.
¿Cómo puede ser posible? Según los datos que maneja el propio Ayaviri, el 80% de la gente que lo sigue vive en México. Solo un 10% —quizá un poco más— en Bolivia. El resto, en diversas partes del mundo, entre ellas Perú y Brasil.
Las claves del éxito
Ayaviri dice a ECOS que su éxito en YouTube se debe a tres factores: a Dios, a sus canciones y a sus habilidades con las redes sociales. Como buen cristiano evangélico, ofrenda su popularidad al ser supremo: “Yo creo que lo me está ayudando es la bendición de Dios; cuando comencé oraba siempre, no creo que sea suerte. A los 15 años ya manejaba programas (informáticos), y aprendí en Facebook y YouTube cómo mover mi música”.
Luego, confiesa que “cada cosa tiene su truco”.
Comenzó a producir música en el 2010, aunque no de manera profesional, solo lo hacía por entretenimiento. Cantaba en el colegio y en la iglesia, pero de eso no pasaba. Hasta que en el 2012 abrió su canal en YouTube.
“Me gustaba este mundo del Internet. Empecé a subir mis primeros videos y no lograban tanto alcance. Entonces, decidí buscar maneras de promocionarme en Facebook y en Twitter; no tenía los recursos para pagar publicidad, era un colegial. Así comenzó todo este sueño. Gracias a Dios, recibí el apoyo de muchas personas”, cuenta después.
Sus canciones
¿Qué tienen de especial sus canciones? Las letras de Ayaviri no hablan de sexo ni de drogas. Por su religión, produce música para nada relacionada con esos temas.
“Mis canciones siempre tratan sobre cosas como el amor, la decepción, la tristeza, pero con un mensaje positivo, no sobre drogas o sexo: mi familia es cristiana. No quiero mostrar lo que (la mayoría de) los artistas (de mi género) muestran”, explica. “Quiero dar un buen ejemplo. Si alguien me va a imitar, que sea por cosas buenas”, añade.
Produce música romántica. Su género favorito es el pop, que casi siempre fusiona con reguetón o algo de rap. El primer video que subió a su canal, “Amor de madre”, una canción que grabó con su teléfono celular, se lo dedicó a su mamá. “Trata sobre valorar a una madre en vida y todo eso. Me siento muy orgulloso”, explica.
En un principio sus videos —que tenían solo una foto suya— no lograban ni 1.000 reproducciones. Pero poco después… “Mis primeros videos alcanzaron casi las 100 mil, veía la aceptación de las personas, notaba que más gente seguía mi música. Me hablaban desde los Estados Unidos, yo no tenía ni idea, ‘¿cómo me conoces?’ (les decía). Entonces, muy emocionado, decidí hacer más música, busqué a unas personas para que me den una mano”.
En 2014, lanzó otro video, “Te perdí”, que logró unos seis millones de reproducciones. “No lo creía”, dice Elías. “Incluso había artistas que me preguntaban cómo le hacía para tener tantas visitas. Yo les decía ‘les juro que no hago nada, solo comparto mis canciones por las redes sociales y la gente lo acepta’. Yo creo que mi truco fue saber promocionarme, buscar esas personas”.
El tema que más éxito le deparó fue “Contigo aprendí”; con él alcanzó nada menos que 15 millones de reproducciones. “Ha sido la que me ha ayudado a llegar lejos. Las demás llegaron a 10 millones y algo más”, repasa para ECOS. Subió, en total, 24 videos, todos producidos por él. Las canciones también son composiciones suyas. Acumula más de 69 millones de reproducciones.
¿Nadie es profeta…?
Es curioso. A Ayaviri (o “EA”, como aparece últimamente en sus videos) no lo escuchan tanto en su país. De hecho, sus canciones hasta están disponibles en Spotify o SoundCloude, algo que no ocurre con artistas nacionales con trayectorias mucho más largas.
Algunas de sus canciones también aparecen en portales populares que se dedican a ofrecer los acordes y la letra de sus canciones favoritas. Por ejemplo, en sitios web de Brasil.
Por cierto, AE ya tuvo la oportunidad de salir del país. Su primera salida internacional fue, precisamente, Brasil. Tocó en Sao Paulo, a pedido de las comunidades boliviana y peruana. “Fue una sorpresa, nunca había salido del país. Una radio boliviana me llamó, me pagaron el vuelo y todo lo demás. No sabía cuánto cobrarles. Fue el mejor viaje de mi vida: me trataron muy bien, me quedé una semana”, recuerda.
El dinero y el futuro
A AE todavía no le llegó el dinero en la misma proporción de su éxito en YouTube. Hasta hace poco recibía algo de esa red social, pero cambiaron las reglas. De todos modos, ya comenzó a cobrar por los conciertos que ofrece y cada vez lo llaman más para contratarlo. Y está seguro de que el empujón que está esperando no tardará en llegar.
“A ver qué canción pega, estamos seguros que estamos cerca”, dice con una fe que parece inquebrantable. “Quiero hacer conciertos grandes en otros países”.
Todo lo que ganó con su música hasta ahora fue invertido en un modesto estudio de grabación. Lo instaló en su tienda, que está situada en la populosa zona del Mercado Campesino. Allí produce todo: su música, sus videos. Mientras él se ocupa de eso, al otro lado, en la tienda, separada solo por un estante, una especie de pared, su ayudante se ocupa de vender biblias y el resto de la mercancía (plásticos y objetos similares).
Es probable que EA logre lo que está buscando. Por lo pronto, produce casi sin descanso. La semana pasada subió una nueva canción, esta vez dedicada a la violencia contra las mujeres, y grabó con la cantante cruceña Camila Soruco; hace unos días ofreció un concierto junto con ella. Además, ya tiene contrato para viajar a Perú, donde se presentará en siete lugares. •