La mujer que sobrevivió a una caída de 4.000 metros
Joan Murray, ejecutiva bancaria de Carolina del Norte y con experiencia de 30 saltos de práctica en paracaídas, en 1999 decidió probar suerte con la caída libre desde 4.500 metros, un tipo de descenso en el que se...
Joan Murray, ejecutiva bancaria de Carolina del Norte y con experiencia de 30 saltos de práctica en paracaídas, en 1999 decidió probar suerte con la caída libre desde 4.500 metros, un tipo de descenso en el que se llega al punto máximo recomendado para abrir el paracaídas.
Se lanzó al vacío a 130 km/h pero, después de saltar, entró en pánico al darse cuenta de que el paracaídas principal no se desplegaba. Cuando se abrió el de reserva, estaba a 200 metros del suelo. El resultado no podía ser otro que impactar contra el piso, aunque no lo hizo directamente sobre la tierra sino sobre un nido donde se encontraban 250 mil hormigas de fuego.
Sufrió fracturas severas, fue atacada y picada por las hormigas que trataban de defender su fortificación. Cada picada de hormiga de fuego resulta muy dolorosa. En estos nidos, con estructura de cúpula, no todas atacan. Lo que sí puede ocurrir es que el veneno desate una respuesta alérgica que mate a la víctima. Para su fortuna, a Murray la salvaron más de 200 picadas. Los especialistas dicen que causaron tantas descargas de adrenalina en su humanidad que el corazón no dejó de latir y los nervios y órganos se mantuvieron funcionando.