Camila, la boliviana para el proyecto Marte 2020
Tiene 27 años, su familia materna es de Sucre, vive en Francia y forma parte de un equipo que elabora un vehículo-robot
“Si a uno le gusta lo que hace, se logra”, dice Camila Velasco Landeau, la primera boliviana en participar en un proyecto de elaboración de un rover (vehículo-robot) que será enviado a Marte en 2020.
Velasco obtuvo el bachillerato (científico) el año 2009 en el colegio Franco Boliviano, en La Paz, y ganó una beca para estudiar cinco años en Francia. Ella es ingeniera espacial y trabaja actualmente en el Instituto de Investigación en Astrofísica y Planetología, en Francia.
La joven, de 27 años y de familia materna sucrense, es la única latinoamericana que forma parte de un equipo internacional en Francia, desde donde se enviará luego el robot a la NASA, en Estados Unidos (EEUU).
“SuperCam”
El equipo trabaja en horarios amplios y de noche, particularmente en el “SuperCam” que será colocado en la parte de la cabeza del robot.
El SuperCam es un instrumento científico, un telescopio que posee una cámara láser. Su principal funcionalidad son los rayos láser, que cuentan con doble frecuencia: una en infrarrojo y otra “raman”, que permitirá saber si hay presencia de moléculas.
Por ello, “el objetivo de SuperCam es analizar la composición de la roca marciana y así poder saber si se encuentran moléculas o componentes orgánicos, porque el objetivo final es saber si ha existido vidas en Marte. Si sí, en qué forma o si no, por qué no ha podido haber”, dice la experta boliviana.
En caso de que se encuentren moléculas orgánicas, la científica menciona que se va a poder evaluar de qué manera se podrá sobrevivir, y así se podrán preparar misiones habitadas.
Micrófono, una innovación
El cuerpo del rover está en los laboratorios de la NASA, en Pasadena, Estados Unidos. El instrumento SuperCam, fabricado en Francia, será enviado a EEUU para su instalación en el rover.
Por otra parte el robot contará con un micrófono, que Velasco considera una innovación. “Nunca en ningún proyecto que ha estado sobre la superficie de Marte ha tenido un micrófono, por lo que vamos a ver qué tipo de datos se puede sacar en esta misión con el mismo”, complementa ella.
El micrófono lo está desarrollando el Instituto Superior de Aeronáutica y Espacio (ISAE) en Francia.
El proceso
Según Velasco, el proceso de fabricación es complicado ya que requiere una fase de varias pruebas y ensayos para definir la mecánica, la electrónica, las ópticas, o si se necesita modificar tal vez algún requerimiento científico suplementario.
Por otro lado, una vez que la construcción del instrumento esté concluida, se debe validar y verificar el funcionamiento. Cuando esté validado, recién se entrega a la NASA. Finalmente, se procede con la validación del rover entero en el laboratorio de EEUU, según la explicación de la joven profesional boliviana.
El proyecto Marte 2020 es de la NASA. Este recibe apoyo y colaboración de varios laboratorios: la NASA, JPL, CNES, Universidad de Valladolid (España), entre otros.
El lanzamiento del rover está previsto para julio de 2020 y el aterrizaje en Marte para febrero de 2021.
¿Qué es un rover?
Velasco explica que “el rover es un auto pequeño. En la parte trasera no lleva un motor, es una especie de bomba atómica a base de plutonio que le permite tener el calor para sobrevivir a las temperaturas extremas en Marte (es decir que controla el clima y el polvo) y darle energía eléctrica a todos los instrumentos científicos del rover, además de desplazarse sobre la superficie marciana”.
Para dicho proyecto, las comisiones americanas y europeas han determinado que el planeta rojo no puede contaminarse, de manera que para esta construcción deben mantener condiciones de limpieza extrema.
“Cada dos semanas se hacen muestras de moléculas y partículas en el instrumento; tienen que estar bajo un cierto límite. También el área en que trabajamos está purificada, el aire es filtrado y nosotros estamos cubiertos con vestimenta integral y lentes para proteger nuestros ojos”, detalla Velasco. Esto, por la protección planetaria.
Dimensiones del automóvil
El robot tiene unas dimensiones de 3 metros de largo y 2,7 metros de ancho; además, una altura de 2,2 metros. Pesa 899 kilogramos.
La ingeniera espacial llegó a Bolivia para visitar a su familia, que radica en La Paz, y brindó una conferencia en el colegio Franco Boliviano. Hace poco volvió a Francia y ante el pedido de una entrevista se disculpó con ECOS, mediante sus familiares, porque ya está ocupada casi íntegramente en el proyecto SuperCam para el otro, denominado “Marte 2020”.
Dos consejos
Sin embargo, durante la conferencia dijo que tuvo suerte en obtener la beca y considera que es necesario esforzarse para tener buenos resultados en lo que uno hace.
Los presentes en la conferencia se sintieron motivados con su logro. Velasco aconsejó: “Hay que atreverse a intentar e interesarse verdaderamente porque, si no intentas, no vas a saber si se puede o no”.
También recomendó “tener seriedad en lo que uno hace, porque no puedes esperar tener éxito en algo que no te interese de verdad y no limitarse a hacer las cosas”.
Este último consejo lo dio pensando en quienes pretenden salir al exterior a estudiar, como lo hizo ella.
Su madre, María de los Ángeles Landeau, informó a ECOS que Camila vive en Toulouse hace siete años y que tiene otra hija en Francia, Aneli, aunque ella — arqueóloga e historiadora de arte de profesión— reside en Brive la Gaillarde.
Landeau remarcó que su hija Camila trabaja junto al equipo internacional asentado en Francia en la cabeza del robot, que es el SuperCam, mientras que el vehículo lo está armando la NASA. •
“El objetivo de SuperCam es analizar la composición de la roca marciana y así poder saber si se encuentran moléculas o componentes orgánicos, porque el objetivo final es saber si ha existido vidas en Marte. Si sí, en qué forma o si no, por qué no ha podido haber”, dice Camila Velasco Landeau.