“Sucre tiene un recurso humano infinito para desarrollar ciencia y tecnología”
"En el país hay gente brillante, pero a veces esa gente no lo sabe. Hacen falta 'rock stars' de la tecnología, modelos a seguir. En Argentina, todos quieren ser futbolistas, porque hay un argentino que apellida Messi…
"En el país hay gente brillante, pero a veces esa gente no lo sabe. Hacen falta 'rock stars' de la tecnología, modelos a seguir. En Argentina, todos quieren ser futbolistas, porque hay un argentino que apellida Messi… No tenemos 'rock stars' de la ciencia y la tecnología. Tenemos que formarlos, crear modelos a seguir bolivianos".
El año pasado puso el nombre del país en el top 20 del mundial de robótica “First Global Challenge”, el más importante del mundo. No es poca cosa. Nunca antes había pasado. Los que lo conocen, deben estar orgullosos. Mejor: en poco tiempo, consiguió despertar en una gran comunidad jóvenes estudiantes un interés sorprendente por el mundo de la ciencia y la tecnología. Y sí: es uno de los culpables de que la robótica se haya convertido en casi en una moda en el país en el último tiempo. ECOS entrevista a Said Pérez, el padre de la robótica.
ECOS. Recientemente, el diario El Deber lo eligió como uno de los personajes del año (2018) y le entregó un premio (el Patujú de Bronce) por su aporte a la sociedad. ¿Cómo recibió ese reconocimiento?
Said Pérez (SP). Fue un honor. Nunca pensé que me iban a reconocer como personaje del año. Sin embargo, tengo que compartir este reconocimiento con muchas personas: con Luis Fernando Ortiz, un joven cruceño que llegó al país después de terminar dos maestrías en Harvard; con Sergio Caballero, un joven sucrense que ahora es profesor en el MIT, la universidad más importante de ingeniería del mundo; con Carla Amon, que es una joven boliviana que está muy comprometida con proyectos de impacto social en el país y que vive en Washington, y con Ximena Rodríguez, una joven cochabambina que trabaja en una de las mayores consultoras del mundo en Nueva York. Ellos, desde el anonimato, aportaron y aportan con su granito de arena al campo de la ciencia y la tecnología en Bolivia.
ECOS. Cuéntenos más sobre usted. ¿Dónde nació y dónde se formó?
(SP). Soy sucrense. Estudié en el colegio Don Bosco. Soy ingeniero en telecomunicaciones e ingeniero de sistemas. Soy docente en la Universidad San Francisco Xavier y responsable del Laboratorio de Comunicaciones y Modulaciones Avanzadas. También soy instructor internacional certificado CISCO CCNA. Tengo una especialidad (full stack web developer) de la Universidad de Hong Kong y una certificación en Computer Networks de la Universidad de Washington. Me considero un apasionado por el telecontrol y por el desarrollo de software. Sin embargo, desde 2015 me he metido mucho en la capacitación a jóvenes y niños en robótica. Y, bueno, los dos últimos años, en 2017 como tutor y en 2018 como “head couch”, he tenido la suerte de acompañar al equipo boliviano de robótica al mundial del First Global Challenge. Para mí también fue un aprendizaje y una experiencia muy bonita.
ECOS. ¿Cómo comenzó esta aventura?
(SP). Creo que en 2014, durante el primer año de las Olimpiadas Plurinacionales de Robótica. Fue cuando decidí meterme en este campo. La final (de las olimpiadas) era en Santa Cruz, había un gran despliegue (…), mucha prensa… Sin embargo, en la categoría de hardware libre, ningún equipo podía hacer por lo menos un punto. Ningún departamento. Todo era muy lindo, pero sentía que eso era un cementerio. Los jóvenes estaban tristes. Con seguridad que ninguno ha optado por una carrera de ingeniería. Por eso en 2015 me propuse capacitar por lo menos a (los estudiantes de) Chuquisaca. La sede cayó justo en Sucre, y junto con un grupo de auxiliares de docencia (Julio Gamarra, Andrés Rodríguez, Jorge Santillán, José Miguel Padilla, Carlos Huaita y Noé Copa), empezamos a capacitarlos. Todo era gratuito y ad honorem. Mandamos cartas a los colegios. Como todo era gratuito, el trabajo fue monstruoso. Respondieron alrededor de 300 estudiantes. Así, en 2015, sorpresivamente Sucre ganó todas las medallas de oro en la categoría de hardware libre, hecho que se volvió a repetir en 2016. Después, la semilla se expandió a toda Bolivia.
ECOS. ¿En qué ha derivado todo eso?
(SP). En 2017 tuve la suerte de contactar a las cuatro personas que antes mencioné (Luis Fernando Ortiz, Sergio Caballero, Carla Amon y Ximena Rodríguez). Queríamos hacer algo más grande. Estábamos convencidos de que Bolivia tiene gente brillante. En el país hay gente brillante, pero a veces esa gente no lo sabe. Hacen falta “rock stars” de la tecnología, modelos a seguir. En Argentina, todos quieren ser futbolistas, porque hay un argentino que apellida Messi… No tenemos “rock star” de la ciencia y la tecnología. Tenemos que formarlos, crear modelos a seguir bolivianos.
Volviendo al asunto, creo que el mayor logro, también gracias a Luis Fernando Ortiz, Sergio Caballero, Carla Amon y Ximena Rodríguez, fue formar First Robotics Bolivia, que tiene el objetivo de incentivar a todos los jóvenes y niños bolivianos a que se metan en la ciencia y la tecnología y, paralelamente, ayudar al país a tener muy buenas representaciones en los campeonatos internacionales de robótica, especialmente en la First Global Challenge, que es la competencia mundial más importante. El año pasado, First Robotics Bolivia ha organizado la competencia de robótica más grande hasta ahora. Hubo 3.500 estudiantes que participaron de manera voluntaria. El premio fue formar parte de la selección boliviana de robótica que participó del First Global Challenge en México. Más allá de eso (…), lo más importante es haber formado una comunidad de 3.500 estudiantes, que se siguen conociendo, comparten información e inventos en una plataforma que se llama robotica.usfx.bo, que ha sido desarrollada por estudiantes de Ingeniería de Sistemas de la Universidad, que prácticamente es una red social dedicada a la ciencia y tecnología. Creo que este es un primer paso para que en el futuro en un corto plazo, toda esta comunidad que está formando grupos de trabajo de jóvenes apasionados por la ciencia y la tecnología, comience a resolver algunos problemas de la sociedad y generar empresas o emprendimientos.
ECOS. A propósito, alguna gente se pregunta por qué es importante todo esto…
(SP). Hoy en día hay un déficit de ingenieros. Bolivia tiene una economía basada en sus recursos naturales, que no son renovables. Si nos ponemos a pensar, eso algún día se nos va a acabar. Hay países en el mundo que no tienen recursos naturales, no han sido bendecidos con petróleo… Incluso, hay países que no tienen ni siquiera agua, que importan agua potable, pero que exportan conocimiento. Países como la India, que exportan millones de dólares en desarrollo de software. A eso hay que apuntar. Chuquisaca, especialmente Sucre, al ser una ciudad universitaria, tiene un recurso humano infinito para desarrollar ciencia y tecnología. Se puede hacer “sourcing” desde una universidad o desde una casa. Es algo que está haciendo Cochabamba, por ejemplo, aunque monetariamente hablando todavía estamos muy lejos, incluso, de los países vecinos. Creo que tenemos que apuntar a una economía basada en la exportación de conocimiento.
ECOS. ¿Qué necesitamos para conseguir eso?
(SP). Creo que tenemos que pisar tierra (…). Tenemos que pensar primero en una etapa previa de capacitación. Para poner un ejemplo: Jalasoft, una empresa cochabambina que desarrolla software, visita cada año las universidades para encontrar a los mejores estudiantes. Sin embargo, ellos los capacitan durante dos años y medio antes de ponerlos a trabajar. Entonces, creo que hay que reforzar la educación.
ECOS. ¿Hay algún proyecto con la USFX?
(SP). Creo que estamos un poco separados. Tenemos la Facultad de Economía, que está haciendo muchos proyectos –es algo muy bueno– y, por otra parte, tenemos la Facultad de Tecnología, donde nuestros esfuerzos están centrados en la investigación, y creo que necesitamos hacer sinergia.
ECOS. ¿Qué piensa hacer en el futuro? ¿Seguirá con esto?
(SP). Mi objetivo es seguir potenciando esta comunidad, para que no se pierda en el tiempo. El objetivo fundamental que tengo, sin embargo, es acercar a toda esa comunidad de jóvenes con las necesidades de las empresas bolivianas. Es decir, lograr que empiecen a generar progreso y desarrollo para Bolivia. Tenemos que dejar de hacer robots educativos. ¿Por qué no hacer un robot que pueda coger las bolsas de cemento y meterlas al camión lo más rápido posible? Creo que ese es el siguiente paso (…). Creo que necesitamos más ciencia en Sucre y menos ideología.
ECOS. ¿Y hay apoyo económico?
(SP). Gracias a Dios, al finalizar (el First Global Bolivia), hemos tenido más de diez auspiciadores (…). Hay que rescatar la apuesta de las empresas privadas (sobre todo de las locales). Pero no hemos tenido apoyo de la parte estatal. Este año queremos consolidar auspiciadores y tener un poco más de recursos para generar las condiciones necesarias para la selección boliviana de robótica. Otros países tienen no uno, sino cinco kits para entrenar. Nosotros (el año pasado), hemos practicado o en el cuarto o en el living de un estudiante. Otros países tienen ambientes grandes y más de un kit. •