¿Brasil, peligro latente de contagio de lepra?
Brasil es el segundo país con más casos de lepra en el mundo; anualmente reporta un promedio de 27.000. Bolivia tiene 4.000 kilómetros de frontera con ese país, por lo que, según un especialista
Santa Cruz reporta más del 60% de los casos de lepra a nivel nacional, siendo su capital de departamento la más afectada, según datos de Abundio Baptista, asesor del Programa de Lepra de esa región.
Brasil es el segundo país con más casos de lepra en el mundo; anualmente reporta un promedio de 27.000. Bolivia tiene 4.000 kilómetros de frontera con ese país, por lo que, según un especialista, hay peligro latente de contagio.
La detección temprana, como medida de control a través de un examen elemental de piel, es lo que el sistema de salud boliviano debería incorporar en el servicio sanitario cotidiano, según recomienda Abundio Baptista, médico salubrista y leprólogo que asesora al Programa de Leishmaniasis-Hansenn en Santa Cruz.
Baptista ha escrito libros relacionados con esta enfermedad infecciosa marcada por el estigma a lo largo de la historia de la humanidad. Aún hoy, en algunas comunidades, es la “enfermedad de los pecadores”.
Causada por la bacteria Mycobacterium leprae, provoca lesiones y heridas en la piel, principalmente, y también en la mucosa de las vías respiratorias altas, los ojos y el sistema nervioso periférico.
La lepra en el oriente
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa a la lepra entre las enfermedades desatendidas y olvidadas, pese a que ella es un indicador de pobreza.
En nuestro país, hace tres años se notificaron 120 casos de lepra. Pero desde entonces y hasta finales de 2017, se redujeron a 80. Todavía no se conoce el reporte oficial de la situación del 2018.
Según Baptista, Santa Cruz reporta más del 60% de los casos de lepra a nivel nacional, siendo su capital de departamento la más afectada. El 90% de esos casos se concentran en tres barrios de las zonas periféricas de Santa Cruz de la Sierra, como el Plan 3.000, Villa Primero de Mayo y Pampa de la Isla.
El especialista, preocupado, comenta a ECOS que si bien la lepra ya no es un problema de salud pública, el peligro de contagio sigue latente pues tres departamentos: Beni, Pando y Santa Cruz, colindan con Brasil.
“Bolivia tiene 4.000 kilómetros de frontera con este hermano país, y el peligro de contagio es latente porque la gente de ambos países cruza constantemente las fronteras”, remarca.
Control y tratamiento
El Ministerio de Salud boliviano corre con todos los gastos del tratamiento, que comprende: servicio de consulta, exámenes, diagnóstico y medicamentos.
Aunque en la actualidad la lepra es tratable y curable, puede dejar terribles secuelas si no se la identifica en estadios iniciales. De allí la importancia del control. En criterio de Baptista, la detección temprana es fundamental, y eso es, precisamente, lo que no está haciendo el sistema de salud.
El leprólogo aconseja incorporar un examen elemental de piel dentro de la cotidianidad de la atención en cada servicio de salud. “El médico, si ve una manchita en la piel, tiene que preguntarle al paciente si le duele o no, si se adormece o si perdió la sensibilidad, ¡nada más! Es algo muy básico”, dice.
Por otra parte, cuestiona que “en las facultades de Medicina ya no se está enseñando sobre la lepra; se le cambió el nombre a Hansen. Es como si se le cambiara el nombre al cáncer para borrar todo el drama que le rodea”.
Poco conocimiento
A decir de Baptista, en seminarios y congresos mundiales o continentales “se escucha que el servicio de salud tiene poco conocimiento sobre esta patología. Incluso algunos países dicen que ya no tienen lepra, y algunos se llevan una sorpresa cuando se enteran, por sus propios colegas, que en su país sigue presente esa enfermedad”.
Cuenta que hace poco estuvo en Puerto Quijarro, provincia Germán Busch de Santa Cruz.
A unos pocos kilómetros de allí se encuentra el municipio brasileño de Corumbá donde, según el leprólogo, cada año se notifican muchos nuevos casos de lepra.
En Puerto Quijarro, sin embargo, solo se reportó uno en los últimos diez años. •
¿Cuál es la relación del tatú con la lepra?
En el libro “Nación Guaraní Ñamae ñande rekore” (Una mirada a nuestro modo de ser), de Elías Caurey, se explica que en el Chaco boliviano la Nación Guaraní tiene la costumbre de realizar un ritual con el tatú-rapua (armadillo esférico).
Según la mitología guaraní, el tatú es un animal muy querido, respetado y apetecido por los indígenas. Por eso llevan a cabo la “tatu reka” o “tatuceada” (ir a cazar armadillos) para alimentarse, pidiendo permiso a Dios mediante un ritual que se sigue desde el inicio hasta el final de ese proceso.
“Yo puedo decir que no tenemos certeza de que el contagio de la lepra al ser humano esté relacionada con el armadillo”, afirma el leprólogo Abundio Baptista.
Dice que en Monteagudo, Chuquisaca, donde hay varias comunidades guaraníes, de 1.600 casos de lepra atendidos en los últimos años, solo se ha visto a un guaraní con esa enfermedad.
“Al contrario, yo tengo la hipótesis de que tal vez los guaraníes se estarían autoinmunizando contra ese mal al consumir tatús. En Oruro también hay otra variedad de armadillo, el quirquincho, con el que se fabrican charangos, y también hay gente que los come y no hay ni un solo caso de lepra”, concluye el especialista.
La lepra en Chuquisaca y Potosí
En Chuquisaca, el año pasado se diagnosticaron dos casos de lepra (uno de Yotala y otro de Camargo), mientras que en Potosí no se registró ninguno en el último quinquenio.
Entre 1964 y 1965, en Chuquisaca se reportaron unos 300 casos por año. Este departamento actualmente es modelo en el control de ese mal y se encuentra entre los que tienen notificación baja, pero eso no quiere decir que no haya lepra.
Se pudo controlar la enfermedad gracias al apoyo de la Asociación Alemana de Asistencia al Enfermo con Lepra y Tuberculosis (que trabajaba en más de 30 países) y al Hospital Dermatológico Monteagudo.
El responsable del Programa Departamental Lepra – Tuberculosis del SEDES Chuquisaca, Oscar Laime, asegura a ECOS que siguiendo las políticas de salud del Gobierno, se hace una vigilancia activa de los pacientes aplicando un sistema de control riguroso y personalizado.
Además, dice que el SEDES apoya con recursos económicos para fortalecer la vigilancia de esta patología y el Ministerio de Salud envía la medicación gratuita para todos los afectados. Explica que se brinda atención primaria dividida en tres acciones: promoción, prevención y rehabilitación.
En Potosí, se presentaron solo tres casos entre 2011 y 2013. Allí se ejerce un riguroso control, según el asesor del Programa de Lepra de Santa Cruz, Abundio Baptista.
Según datos del Sistema Nacional de Información en Salud, proporcionados a ECOS por el responsable de la Unidad de Informática y Comunicaciones del SEDES Potosí, Nelson Virgo, ese departamento no tuvo registros de casos de lepra en los últimos cinco años.
Lo que debes saber de la lepra
- Se manifiesta recién después de varios años de haber sido adquirida. El periodo de incubación es muy largo y depende del organismo de cada persona. Puede ser descubierta a los pocos meses o luego de más de 20 años.
- Las personas que la contraen tienen una alta probabilidad de desarrollar algún tipo de discapacidad y de quedar afectadas de por vida con la pérdida de partes de su cuerpo, como los dedos, por ejemplo, si no se tratan en estadios iniciales.
- Cada año se diagnostican más de 200 mil casos en el mundo, especialmente en tres países que concentran el 82.6% de las detecciones: India (63%), Brasil (11.7%) e Indonesia (7.8%), según la agencia EFE.
- Según los estándares de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cuando la prevalencia de lepra es menor a 1 por cada 10.000 personas, deja de ser un problema de salud pública.
- Las estadísticas del Servicio Departamental de Salud (SEDES) en Chuquisaca dicen que actualmente la prevalencia es de 0,03 por cada 10.000 habitantes.
- La lepra puede manifestarse mediante síntomas variados y heterogéneos. Generalmente se presenta una sensación de entumecimiento en los dedos y en los pies, una inflamación de los nervios periféricos y pérdida de peso.
- Otros síntomas tempranos son las manchas en la piel (en piel clara son rojas y en la piel oscura, de color claro). Estas manchas cutáneas parecen indoloras.
- La lepra puede curarse en un plazo de entre 6 y 12 meses con un tratamiento compuesto por varios fármacos. El tratamiento temprano evita la incapacidad.