Consejos sobre conservación y turismo
"La gente visita Bolivia por la conservación de su diversidad cultural y por la belleza de sus paisajes naturales, comparada con Brasil gana 10-0. No me interesa el Carnaval, el Dakar ni eventos de otro tipo
En opinión de Sergio Micheli, la conservación es la única forma de mantener los recursos naturales. “Mi abuelo me ha dejado bosques, ríos cristalinos y animales silvestres, pero yo, que vivo ahora, no le dejaré nada a mi nieto por la acción de depredar y sacar todo del hombre”, reflexiona al interpelar: ¿qué les vamos a dejar a las futuras generaciones?
"La gente visita Bolivia por la conservación de su diversidad cultural y por la belleza de sus paisajes naturales, comparada con Brasil gana 10-0. No me interesa el Carnaval, el Dakar ni eventos de otro tipo que puedo ver en mi país”.
Estas palabras son del italiano Sergio Micheli, un apasionado de la fotografía y del ecosistema que se ha propuesto fomentar la conservación de la naturaleza en todo el mundo.
Micheli es constructor naval jubilado, vive en Italia y llega a Bolivia un par de meses al año. Como pocas personas conoce gran parte del territorio nacional, donde desarrolla investigación sobre el ecosistema. Quien conversa con él nota rápidamente que es un hombre apasionado por lo que hace, sincero y sin pelos en la lengua.
Dice que trabajó durante muchos años en la India, visitando parques y reservas. Ahora hace lo mismo en Bolivia, con áreas protegidas y, si llega a tener una buena relación con sus directores, comparte con ellos consejos y les obsequia fotografías profesionales para que promuevan turísticamente esos lugares. “Si lo toman bien y si no, igual”, comenta.
Está centrado en la naturaleza y la biodiversidad. Cuando ECOS le pregunta por qué, responde: “Alguien tiene que sensibilizar y concienciar a la gente respecto a que sin la conservación no se puede tener un futuro cierto”. Si se acaban los recursos naturales, ¿de dónde sacaremos la comida y los medicamentos?, cuestiona.
“Es que la naturaleza no necesita a los humanos, nosotros necesitamos a la naturaleza; entonces, hay que cuidarla”, resume su filosofía.
La conservación es vital
Como fotógrafo, sabe que la naturaleza brinda ejemplos de belleza que ni el mejor arquitecto puede copiar.
En su opinión, la conservación es la única forma de mantener los recursos naturales. “Mi abuelo me ha dejado bosques, ríos cristalinos y animales silvestres, pero yo, que vivo ahora, no le dejaré nada a mi nieto por la acción de depredar y sacar todo del hombre”, reflexiona al interpelar: ¿qué les vamos a dejar a las futuras generaciones?
Durante sus viajes, Micheli visitó parques y reservas de Bolivia, aunque todavía desconoce algunas áreas, por ejemplo, de Chuquisaca. El medioambientalista piensa que el cañón del río Pilaya, en el municipio de Culpina, tiene un buen estado ecológico y que, por eso mismo, tendría que declararse zona protegida.
Además, podría ser explotada a nivel de ecoturismo y generar un flujo de turistas para beneficiar a los comunarios.
El sur de Potosí
En criterio de Micheli, la franja donde el municipio de Tupiza (Potosí) colinda con las fronteras de Chile y Argentina, tiene los paisajes más lindos que ha visto en su vida, y eso que visitó más de 80 países.
Las condiciones climáticas extremas crearon colores y formas espectaculares. Al contener además animales silvestres como el ñandú, en su criterio, toda esa zona debería estar protegida.
“Sin embargo el suelo es muy frágil, no sé por qué permitieron que el Dakar pasé por allí. Esa competencia hace un daño ecológico permanente; no solo atrae gente, también basura y otras cosas que abandonan ahí”, reprocha.
Santa Cruz
Según Micheli, el departamento de Santa Cruz tiene la mayor biodiversidad del país por su tamaño, pero lo que le perjudica es el desarrollo de una agricultura agresiva.
En ese sentido, observó la presencia de comunidades de extranjeros de los que, dijo, “no tienen conciencia ecológica, solo les interesa comprar tierras para deforestarlas”. Y lo más grave es que “llegan con sus cultivos hasta un metro cerca de las áreas protegidas”.
Además de su extensión, la tierra cruceña también alberga el sitio con la más alta diversidad de animales del país: el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Otuquis, que empieza en el Mutún y termina en Puerto Busch.
“En esa pequeña franja está la mayor variedad de animales en comparación con el inmenso Pantanal de Brasil y de Paraguay. Por esa razón la gente viene a cazar a Bolivia ilegalmente. Es importante proteger ese lugar”, alerta.
Las aves: la clave
Al ecologista le llama la atención la falta de aves en Bolivia, pese a la vasta naturaleza del país. En su criterio, antes había más.
De acuerdo con su análisis, la costumbre de quemar pastizales desde hace más de un siglo hizo que desaparecieran millones de insectos. Y estos son el alimento de las aves, por tanto ellas murieron de hambre o migraron.
Los cultivos están desprotegidos: son atacados por plagas cuyos enemigos naturales son las aves. Pero estas, como no encuentran refugio, desaparecen. Entonces, sin pájaros, las plagas no tienen enemigos.
“Las aves son parte del proceso de la agricultura, son la mejor solución para las plagas; se debe dejar como última opción el uso de pesticidas. Nosotros, en Italia, utilizamos métodos naturales”, explica.
Erosión
Todos los cultivos deberían tener franjas de bosque para conservar la biodiversidad y para frenar la erosión, que es otro gran problema.
Cada veinte metros deben dejar una franja de bosque para que el terreno no se deslice hacia abajo limpiando todo, aconseja el experto. “He visto que ponen papas en laderas inclinadas: con la lluvia, toda la tierra que se removió baja hacia el río provocando un gran daño ecológico”.
La excesiva sedimentación le quita el oxígeno al agua, razón por la cual desaparecen los peces. “Han desaparecido no sé cuántas especies debido a la sedimentación de los ríos”, comenta. •
El Palmar, en Presto
Según el italiano Sergio Micheli, en Bolivia no hay áreas protegidas de verdad. Cita como ejemplo al Área Natural de Manejo Integrado El Palmar, en Presto, Chuquisaca. “¿Cómo está protegida?”, interroga y de inmediato responde: “no lo está”.
Señala la penetración de gente que lleva animales, que tala y, sobre todo, que invade tierras sin sentido porque la dejan degradada, una herida que solo cicatriza con la siembra de árboles.
Dice que El Palmar le interesa porque se dio cuenta de que el actual director, Miguel Ángel Sardán, es mucho más perceptivo en comparación a los anteriores. Allí estudió a las cactáceas –que son parte del ecosistema– y vio que hay pocos animales.
Advierte que se protege a las palmeras pero, es poco para que la reserva siga adelante. Sugiere añadirle otro símbolo: el oso andino o jucumari. ECOS publicó hace un par de años una crónica destacando la importancia de la palmera janchicoco y el oso jucumari en este lugar.
“Parece que hay algunos ejemplares (del oso), pero es poco frecuente ver una población fija. No hay animales porque no hay comida, y no hay alimentos porque los pocos lugares donde vivían han sido invadidos, por tanto se fueron lejos”, opina Micheli.
Aconseja sembrar una variedad de árboles frutales por sectores poco frecuentados, para que retornen las aves y los mamíferos. Tampoco permitir que ingresen animales domésticos como vacas y cabras.
Consejos útiles sobre turismo
• En Bolivia hay lugares cuya única alternativa de desarrollo económico es el ecoturismo, por eso se necesitan ideas innovadoras.
• Costa Rica solo vive del turismo ecológico. Protege el 80% de su territorio. Es un “jardín zoológico”. Allí realizan proyectos de tesis estudiantes de todo el mundo.
• Ecuador percibe dinero como donación porque protege el bosque húmedo del Amazonas y del Chocó. Noruega y Dinamarca donan bastante solo por la preservación.
• El turismo clásico (de visita a los monumentos, iglesias, etc.) no hace circular el dinero en las zonas donde más se lo necesita. Se debe distribuir la riqueza donde no hay, llevar el turismo donde hay pobreza.
• Falta promocionar a Bolivia en las ferias internacionales de turismo de Estados Unidos, Europa y Asia, especialmente. No se sabe casi nada de Bolivia en el mundo.
• La promoción debe consistir en fotografías que tengan un fuerte impacto visual, de manera que se graben en la mente de las personas y que estas sientan deseos de ver en vivo y en directo esos lugares.
• El turismo es la única industria en expansión. Se cierran empresas en todo el mundo, pero la industria que nunca acabará es el turismo.
• Entonces, apuntar al turismo desechando los proyectos equivocados, obsoletos y fuera de tiempo. Hay que ver las cosas sin emociones, es necesario usa la lógica.
• El cambio de autoridades o directores eficientes en áreas de turismo es un absurdo. No se puede sacar a un buen profesional solo por ideología o por emociones. Hay que desechar a los ineptos.
Fuente: Sergio Micheli