Autopista en miniatura

El Parque Vial Infantil ha sido construido en una superficie de 6.000 metros cuadrados en la zona de Huachacalla, a unos cinco minutos en automóvil desde la Plaza 10 de Noviembre de Potosí. Fue diseñado para enseñar educación vial pero, por sus características, uno de sus impulsores, el sargento Néstor Mamani, señala que también puede servir para educar a los infractores de las normas de Tránsito.

Vías con señalización y semáforos… una pasarela… un largo túnel… Si el Parque Vial Infantil de Potosí tuviera viviendas, y edificios, sería el pedazo de una gran ciudad pero en miniatura.

La construcción fue diseñada con la fórmula ideal de la educación: aprender jugando. Aquí, en este parque, los niños pueden jugar y, al hacerlo, inevitablemente aprenderán educación vial.

Si vienen con bicicleta o autito propio, de esos que funcionan con batería, les permitirán usar la infraestructura, pero siguiendo las reglas; es decir, poniéndose bajo la supervisión de los policías que, según se ha proyectado, estarán en el lugar las 24 horas del día por cuanto este sitio cuenta con dormitorios.

El área administrativa está en uno de los tres bloques donde también hay aulas, salones de conferencias y baños especialmente diseñados para niños.

¿Dónde queda?

El Parque Vial Infantil ha sido construido en una superficie de 6.000 metros cuadrados en la zona de Huachacalla, a unos cinco minutos en automóvil desde la Plaza 10 de Noviembre de Potosí.

Fue diseñado para enseñar educación vial pero, por sus características, uno de sus impulsores, el sargento Néstor Mamani, señala que también puede servir para educar a los infractores de las normas de Tránsito.

Fue entregado el 26 de enero recién pasado por el alcalde de Potosí, Williams Cervantes, en un acto en el que estuvo el presidente del Estado, Evo Morales, y el comandante general de la Policía Boliviana, Rómulo Delgado.

Una apuesta por los niños

El jefe policial señaló que esta es una de las respuestas al exceso de accidentes que se registra ahora en las carreteras del país.

La autoridad dijo que a los adultos no se les puede enseñar mucho pero, si nos concentramos en los niños, obtendremos mejores resultados en el futuro.

La obra costó más de 11,3 millones de bolivianos y, bien administrado, no solo podría ser un lugar de esparcimiento sino hasta un atractivo turístico, porque también tiene autitos propios, un tranvía y un bus en miniatura que están a disposición de los visitantes.

La clave es que esté abierto todo el tiempo, para que los niños no se queden frustrados al ir hasta el parque y encontrarlo cerrado. Funcionando todo el tiempo, se convertirá en un pequeño motor económico para la zona en la que se encuentra.

La mayoría de las líneas de transporte público de Potosí que van a Cantumarca pasan por el lugar. Hay que bajarse a la altura del ingenio Thuru. •