La nueva sucursal de Café Capital
EN EL AÑO DE LAS BODAS DE PLATA DE UN LOCAL QUE YA ES TODA UNA TRADICIÓN EN SUCRE
Festejando su 25 aniversario, Café Capital abrió el pasado Día de San Valentín una sucursal en el barrio Petrolero que de inmediato se ganó la aceptación del público de Sucre. Punto de encuentro favorito de colegiales y universitarios, donde con Bs 20 se puede comer dos clásicos sándwiches de pollo acompañados de limonadas.
El nuevo “Capi” —como todos le llaman— es un lugar amplio, cómodo y ventilado, con capacidad para 100 personas. Está ubicado en la Avenida de las Américas # 500. El atractivo diseño y la decoración es obra del arquitecto Iván Carrasco y de la diseñadora Inés Querejazu.
Los propietarios
Patricia Tapia Mayora, potosina y administradora de empresas, y Rodolfo Ávila Terrazas, chuquisaqueño y técnico en maquinaria textil industrial, son los propietarios del Café Capital, junto a sus hijos Diego, ingeniero civil, y Natalia, estudiante de Ingeniería Industrial.
Pensando siempre en las exigencias de sus clientes, invirtieron un importante capital en la nueva sucursal. Tienen máquinas de frío, expositores de tortas, una fabricadora de hielo, equipos de refrigeración, una cafetera italiana, frapeadoras y otros. Renuevan su menú cada cinco años.
Desde su creación, Café Capital está en la calle Aniceto Arce # 13. Por allí ya pasaron varias generaciones de clientes que hasta ahora vuelven para degustar alguna de las 100 opciones contenidas en la carta, entre jugos, refrescos, helados, sándwiches, repostería, tortas y otras delicias. No obstante, sus productos estrella son el sándwich de pollo, la limonada y el submarino.
“La pasión por lo que se hace, el buen trato al cliente y el conocimiento del menú, son la clave de nuestro éxito”, revela Patricia al recordar que “abrimos el Café pensando en los colegiales y los universitarios. La idea era llegar a los estudiantes con productos de calidad, limpios, en un lugar digno, con baño y compitiendo con precios del mercado”.
Los inicios
Comenzaron con un pequeño capital y un menú con diez ofertas. Reconoce que muchos de los postres se fueron creando en el momento y a pedido de los clientes. Ella es la que le da el sabor y el sello personal a cada producto.
Para Rodolfo y Patricia, un empleado es el patrimonio de un negocio. Son exigentes con sus trabajadores, pero les pagan bien y tienen para contar muchas historias de superación gracias al apoyo que les brindan.
“En todos estos años nos han plagiado nuestros menús y también se llevaron a nuestro personal. Aun así, tenemos la preferencia de nuestros clientes, Dios nos bendice. Venir al 'Capi' es una tradición más en Sucre, así como los chocolates, los chorizos o los helados del parque”, manifiesta Patricia, sin perder la sonrisa.
Antes de finalizar, anuncia que compraron una vivienda en pleno corazón de Sucre, donde más adelante estará la casa matriz de ambos negocios. •