Lesly Zerna, la única profesora boliviana en Platzi
Lesly Zerna, chuquisaqueña, es la única profesora boliviana en Platzi, la plataforma de educación online con más de 700 mil estudiantes en el mundo de habla hispana.
Lesly Zerna, chuquisaqueña, es la única profesora boliviana en Platzi, la plataforma de educación online con más de 700 mil estudiantes en el mundo de habla hispana.
En Platzi, en 2018, Lesly grabó un curso sobre inteligencia artificial y este año repetirá esa experiencia. Su objetivo es contribuir a la inclusión de la mujer en la tecnología.
De esta manera, esta ingeniera en telecomunicaciones empieza a recoger los frutos de su esfuerzo, dedicación y de todos los desvelos que tuvo en sus años de estudiante de colegio y de universidad.
Su historia
Lesly Sandra Zerna Orellana nació en Sucre en 1990, estudió en la escuela Nicolás Ortiz y en el colegio Santa María Eufrasia. Ella cuenta a ECOS que durante la secundaria se dedicó mucho al estudio, especialmente, de las matemáticas y la física.
También pasó cursos en la Academia de Poesía de Norah Bernal de Daza, y trabajó en radio y televisión hasta los diez años. Siempre le gustó enseñar y compartir lo que aprendía con sus compañeras.
Además, estudió inglés durante dos años y medio en el Centro Boliviano Americano (CBA) gracias a la beca Embajadores de Inglés, un programa de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia.
En 2007, cuando se graduó del colegio fue parte de la primera generación de estudiantes bolivianos que partieron a Norteamérica con un intercambio cultural y educativo por dos semanas.
Dice que por las buenas notas que obtenía en el colegio pudo acceder a una beca completa de pregrado para la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones en la Universidad Católica Boliviana en Cochabamba, donde estuvo cuatro años y medio.
En 2010, cuando estaba terminando su carrera, participó de la Primera Cumbre de Jóvenes Embajadores en Panamá; asistieron dos por cada país latinoamericano.
Ese año también hizo una pasantía en una empresa de telecomunicaciones, en el área de desarrollo de software, y aprendió novedades sobre programación. Consideró entonces la posibilidad de estudiar Informática, pero a nivel de maestría.
En 2011, mientras cursaba sus estudios superiores, participó de un programa de inglés de verano en EEUU, junto con 30 personas de diferentes nacionalidades.
Estuvo dos meses en Filadelfia haciendo un curso intensivo de inglés para universitarios, pero también hizo otros de marketing, proyectos sociales y algo de voluntariado. “Esa experiencia fue muy buena para mí porque, aparte de mejorar el inglés, conocí cómo era la universidad en el extranjero”, comenta.
También participó en la organización no gubernamental (ONG) Compañeros de las Américas, con los que viajó la primera vez a EEUU, realizando proyectos sociales, de educación y otros.
Postuló a una beca de la Fundación Simón y Patiño para Europa y fue seleccionada. En 2015 fue aceptada en la Universidad Libre de Bruselas (Bélgica) para seguir la maestría en Ciencias de Computación e Ingeniería. Antes de empezar el segundo año trabajó durante tres meses en el laboratorio de la Universidad del Politécnico de Milano, en Italia, con un profesor cuya especialidad es la inteligencia artificial (IA). Cuando volvió a Bélgica, se enfocó en aprender matemáticas e IA.
Una vez que concluyó su maestría hizo unos cursos cortos sobre Ciencias de Datos en Europa y sobre Seguridad Informática.
Cuando retornó a Bolivia se enfocó en la enseñanza, trabajando pocos meses en el desarrollo de software. Fue docente de una materia en la Universidad Católica en Cochabamba; también tutora de tesis, relatora y después, le aumentaron materias.
En 2018 asistió a la Conferencia de Mujeres Latinas en Tecnología que se realizó en Bogotá. “Fue una experiencia increíble, conocí a mujeres que trabajan en diferentes áreas de la tecnología. Esto me motivó mucho para seguir aprendiendo y para seguir apoyando a mujeres más jóvenes en temas de tecnología”.
Plataforma Platzi
En Colombia pudo conversar con una panelista, Diana Reyes, quien es una de las encargadas de marketing en Platzi, del que Zerna admira su misión y trabajo. Entonces, aprovechó para conocer las oficinas de esa plataforma. “Uno podía quedarse a hablar con los panelistas pese a que son unas eminencias en tecnología. La gente es proactiva, siempre están apoyando las ideas y respondiendo preguntas”, revela.
Platzi es una herramienta de educación online con contenidos que abarcan el mundo de la tecnología, marketing y comunicaciones. Su oferta, de más de 150 cursos dictados por profesionales de alto nivel, siempre es la más actual. Platzi ha cambiado el paradigma de la enseñanza tradicional —con un método de educación más corto, pero efectivo— a la que se puede acceder en línea.
Lesly conversó con el personal de Platzi y quedó en la lista de posibles profesores. Después, hizo unas pruebas, grabó el demo de una clase porque, explica, si bien tiene experiencia enseñando en talleres y en la universidad, es diferente educar ante cámaras.
Al equipo de Platzi le gustó y en menos de un mes armaron un temario para aprendizaje automático que Zerna desarrolló desde su casa, en Bolivia. La última semana de trabajo viajó a Bogotá para grabar el curso en los estudios de Platzi. “Soy la primera profesora boliviana que dicta clases en la Platzi. Yo creo que este año también voy a grabar otro curso”, ratifica a ECOS.
Pero, aun habiendo avanzado tanto, ella no deja de aprender. En 2018, estudió en su casa, vía online, tecnologías modernas relacionadas con la IA.
Importancia de la tecnología
Según Zerna, la tecnología ayuda a mejorar los procesos repetitivos y mecánicos de la vida; acorta distancias permitiendo que dos personas separadas por miles de kilómetros puedan conversar ininterrumpidamente, por ejemplo.
“Vi que en Bolivia hay talento en nuevas tecnologías; no son muchos, pero son buenos. Pero falta motivar a la gente, faltan iniciativas. Por eso me gustan las actividades donde se enseña a la gente cómo se usan las tecnologías y cómo se puede aplicar en la vida diaria”, comenta.
Zerna dice que para aprender tecnología solo se necesita de una computadora, internet y ganas. Pero, haciendo una comparación, ve que en otros países hay más interés de aprender tecnología que en Bolivia
Dice que notó que en nuestro país, la gente es muy consumidora y poco productora de tecnología. En su criterio, falta capacitación y concienciación de que es algo que se puede hacer en casa.
Con relación al género, “considero que en la actualidad tanto hombres como mujeres tienen acceso a la información mediante la tecnología; pero, a través del trabajo que desarrollo, veo que son los chicos los que más se introducen en ella, son más curiosos. En cambio a las mujeres todavía les cuesta preguntar y escudriñar”, opina Zerna.
Ella aclara que hay mucho por hacer con la IA y que esto implica no solo trabajo de ingeniería, sino también campos específicos como software, hardware y diseño de productos. “Ahí entra la inclusión de mujeres, de hacer productos pensando en qué mujeres los van a utilizar”, agrega. •