Contrato para padres y adolescentes. ALGUNOS LÍMITES NECESARIOS

¿Cuántas veces ha escuchado decir que las nuevas tecnologías son excelentes porque mejoran la vida de las personas?

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Redacción ECOS Infografía: Internet / ECOS
Ecos / 30/04/2019 23:36

¿Cuántas veces ha escuchado decir que las nuevas tecnologías son excelentes porque mejoran la vida de las personas? El problema surge con el uso nocivo. Un ejemplo de esto es el famoso desafío del “pack”, que consiste en el intercambio de imágenes de partes íntimas de gente por internet, trampa en la que cayeron adolescentes y niñas en Sucre, según una reciente denuncia que activó la alarma de autoridades locales y nacionales.

Responsables de un colegio privado de la capital, en coordinación con los padres de familia, han llegado al punto de desinstalar aplicaciones de redes sociales en los celulares de sus hijos, con tal de no exponerlos a presuntas organizaciones vinculadas a la pornografía infantil.

¿Qué se puede hacer ante esta situación? ECOS presenta una alternativa que viene funcionando bastante bien y que ha sido aplaudida por muchos padres de familia en América Latina.

El documento

Profesionales entendidos en la materia han considerado la necesidad de establecer un “contrato en línea” de uso de internet, celulares y redes sociales. Jordi Rosado, un conocido comunicador social de México, plantea un documento con cláusulas o reglas de uso (VER RECUADRO).

Recientemente, varias instituciones serias han compartido este tipo de contratos para manejar las reglas entre padres e hijos. Se dice que han disminuido mucho los riesgos que enfrentan los menores de edad en línea.

Entre peligros y adicciones

La adicción al internet comienza desde los 12 años, según el director del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría de México, Eduardo Calixto González. Otras fuentes incluso bajan esa edad en varios años.

Rosado cree que un contrato de esta naturaleza debe tener reglas claras y respetadas, pues se busca evitar que los hijos sufran algún tipo de violencia o agresión dentro de internet y también evitar una futura adicción.

“Una vez que ya tienes identificadas tus preocupaciones en línea, y ya sabes en qué andan tus hijos (o quieren andar), es muy importante que dejes muy claras, visibles y hasta pegadas al lado de la computadora (y, si es necesario, también en el refrigerador) las reglas”, afirma.

1 de cada 3 niños

Los niños están cada vez más presentes en Internet —1 de cada 3 usuarios en todo el mundo es un niño—, pero aún son muy escasas las medidas para protegerlos de los riesgos del mundo digital y para aumentar su acceso a un contenido seguro. Así lo refleja el informe de UNICEF “El Estado Mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digital”.

Según los datos compartidos por Rosado, hay más de 11,5 millones de menores, de entre 6 y 19 años, que utilizan la tecnología. De estos, los que tienen entre 8 y 12 años dedican seis horas diarias a sus celulares, mientras que los adolescentes mayores de 12 pasan hasta nueve horas en internet, revisando sus redes sociales, por medio de un celular.

El contrato en línea ha funcionado muy bien porque los adolescentes reaccionan de una manera increíble cuando saben a qué atenerse y, en especial, cuando sienten igualdad.

“Al final, en teoría, todo contrato está hecho para beneficiar a ambas partes (olvídate de los contratos leoninos, con letritas chiquitas), y esto ellos lo sienten. Acuérdate de que uno de sus principales objetivos en la adolescencia es crecer, negociar y sentir que consiguen algo, por lo que un contrato es una figura adecuada para conseguir lo que necesitan”, aconseja Rosado.

Negociación

El hijo/a quiere un dispositivo, sentirse seguro, tiempo de internet y permiso para usarlos. Pero el padre/madre quiere que no se pierda en la red, que no corra peligros, que no abusen de él/ella y no perder la convivencia.

Asociaciones como The Modern Parent, SafeKids.com, Irules, ConnectSafely.org y Digital Family México, coinciden con la mayoría de los puntos de seguridad y han implementado este tipo de contratos en talleres, familias, escuelas y comunidades enteras con gran éxito.

Rosado comparte su versión (apenas modificada por ECOS, adecuando el lenguaje a nuestro medio), no sin antes aclarar que la hizo “recopilando los puntos esenciales, generando otros que me parecen importantes, ocupando el trabajo que he tenido con adolescentes en los últimos 15 años, adaptándolo de una manera divertida para que tus hijos lo sientan amigable y empático y, sobre todo, haciéndolo recíproco e incluyendo responsabilidades para los papás, por la forma cómo razonan los adolescentes”.

Finalmente, reflexiona: “Estoy seguro de que te ayudará a cuidar lo más preciado que tenemos en nuestra vida… nuestros hijos”.

 

Contrato en línea para padres y adolescentes (*)

Yo ___________________ (nombre del adolescente), se me denominará en el siguiente contrato como el adolescente (peligroso).

Yo ____________________ (nombre de mamá/papá), se me denominará en el siguiente contrato como el padre o la madre (intenso/a).

Este contrato se ha hecho porque la tecnología ha cambiado muchas situaciones. El internet tiene cosas geniales, que hay que disfrutar, y otras que debemos aprender a controlar para que no se conviertan en problemas.

En la red hay mucha gente buena, pero también mucha gente mala (adultos y adolescentes) que buscan hacer daño a los demás. Estas personas inventan engaños y trampas todos los días para poner en riesgo a los adolescentes y a toda la familia.

Este es un contrato para padres que aman a sus hijos y NO quieren que corran ningún peligro, y para hijos que NO quieren que les vaya a pasar nada a ellos ni a su familia.

Cláusulas

1. El adolescente no jugará ni texteará mientras hace la tarea (aunque esté a punto de pasar el nivel más difícil del juego o sus amigos le manden un millón de textos diciendo “contesta -contesta-contesta”).

2. El padre es el dueño de los dispositivos (celular, compu, tablet, etc.) que están en préstamo con el adolescente.

3. El adolescente o casi adolescente no utilizará su teléfono durante la comida. Esto no por mala vibra, simplemente para pasar tiempo juntos y que no se le olvide el nombre de algún miembro de su familia.

4. Si el adolescente cumple las reglas y los tiempos que vienen en este contrato, tendrá derecho a utilizar sus dispositivos. En caso de que NO los cumpla, estos serán retirados por el adulto, según las reglas establecidas.

5. Si los padres piden al adolescente que deje de jugar, textear o que apague el dispositivo porque necesitan su atención, lo hará a la primera.

6. Si el adolescente tira, moja, descompone o rompe la pantalla (aunque sea de una orillita) del dispositivo, será su obligación pagarlo de su propio dinero y no podrá utilizarlo hasta que lo termine de pagar. Solo podrá hacerlo si es necesario para una emergencia (celular) o una tarea o examen (compu/tablet prestada).

7. Los dispositivos se tendrán que apagar y entregar a las ____ horas. Antes de esto el adolescente los podrá usar dentro de los tiempos permitidos, ¡como quiera! (Aunque al padre ya se le haya acabado la pila del suyo y le dé coraje).

8. El adolescente no contactará en línea a nadie antes de las 9 a.m. ni después de las 9 p.m. Lo hará por respeto a la casa propia y ajena. Si sus amigos están chateando más tarde, entenderá que cada familia tiene sus propias reglas y pues, ni modo.

* Aunque el adolescente haya cooperado o comprado el dispositivo con parte de su dinero, es mantenido y vive en casa de sus papás. Además, el servicio de internet también es pagado por los adultos, por lo que los dispositivos los controlarán los papás.

9. No contestará el teléfono cuando esté hablando con alguien más en persona; esperará a que termine y regresará la llamada. Esto es parte de su educación. También lo pondrá en silencio en los lugares públicos como el cine, las clases, cuando esté estudiando con otras personas y en todo lugar donde moleste a los demás.

10. No utilizará sexting (mandar mensajes y fotos sexuales) con nadie. Después podrá arrepentirse de lo que puse y avergonzarse o hasta meterse en un problema legal.

11. Dejará alguna vez (cuando sea posible) el teléfono en casa. Aunque ama su teléfono, se dará cuenta de que no es una extensión suya y hay muchas cosas que puede disfrutar también sin él.

12. Los padres pueden dejar al adolescente utilizar redes sociales (si ambas partes no acuerdan lo contrario), pero a cambio ellos tendrán todas las claves de acceso para cuidarlo (redes, correo, etc.). Los papás prometen fielmente NO leer todo lo que su hijo/a escriba ni hacerlo/a sentir incómodo/a: solo estarán pendientes de cosas, personas o situaciones que puedan ser peligrosas para su hijo/a.

13. Si los padres por “equivocación” o… mala suerte, empiezan a leer algo de la vida privada del adolescente (que no le pone en peligro), se comprometen al 100 por ciento a dejarlo de leer y no comentar nada sobre eso (aunque se mueran de ganas).

14. El adolescente aceptará como amigo/a en las redes a nadie que no conozca (por más buena onda o guapo/a que parezca). Recordará que es peligroso y que en la red, el león y el ligue no son como los pintan.

15. No hablará ni escribirá en línea o por teléfono con nadie que no conozca en persona. Si algún desconocido le contacta, avisará a sus papás, sí o sí, porque pueden ponerle una trampa.

* Para que este contrato funcione, es necesario que tanto el padre como el adolescente estén dispuestos a cambiar y a ceder en algunas cosas. Este documento contiene originalmente 29 puntos.

 

Nombre y firma

Adolescente

 

Nombre y firma

Padre/Madre

 

Nombre y firma

Testigo

Etiquetas:
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