Simeón Roncal

Cultura visual Cultura visual Foto: Willy San Miguel Cardona

Guillermo Calvo Ayaviri
Ecos / 05/05/2019 21:31

 

El pasado 20 de abril se recordaron los 149 años del nacimiento de Simeón Tadeo Roncal Gallardo. La presente crónica tiene el principal motivo de rendir un homenaje al excelso creador de las inmortales cuecas de salón que expresan un sentimiento en arpegios llenos de belleza y armonía.

Apuntes biográficos

Hijo de Juan Roncal, maestro de capilla de la Catedral Metropolitana de La Plata, organista y cantor de la iglesia matriz de Potosí, y de doña Rosa Gallardo, fue su compañera Virginia Cortes, hasta 1909, año en que falleció en Sucre.

Custodia el Archivo-Biblioteca Arquidiocesanos “Monseñor Taborga” un libro de bautismos que pertenece a la Parroquia de San Sebastián, donde se puede leer la siguiente partida:

En el año del Señor de mil ochocientos setenta a veintiuno de Abril. Yo el Presbítero Hilarión Garnica, Teniente de Cura del Párroco D. Bernardo Campero, bauticé, puse Óleo y Crisma a Simeón Tadeo de un día, hijo natural de D. Juan Roncal y Da. Rosa Gallardo de la Parroquia de San Miguel, fue padrino el Dr. José Manuel Ramallo, a quien le advertí su obligación y parentesco espiritual, para que conste lo firmé - Hilarión Garnica.

Según algunos biógrafos del maestro, “a los nueve años Roncal Gallardo era ya organista de la Catedral de Sucre, siendo su padre su primer profesor”, pero un inédito documento que se conserva en el referido repositorio anuncia lo siguiente, en relación a Juan y Simeón Roncal:

Cabildo Extraordinario, del 2 de julio de 1883: Ingreso al Coro Bajo en calidad de Salmistas los cantores Juan Roncal y Abel Ruiz, como Segundo Organista el joven Simeón Roncal. Los dos primeros con el sueldo de 200 pesos anuales cada uno y el tercero con el de 150 pesos.

Este dato ratifica que a los 13 años cumplidos, Simeón ya tenía una gran responsabilidad de estar presente en los diferentes oficios religiosos y cobrar un honorario.

Maestro de capilla

Tuvo varios cargos en el Coro Metropolitano, hasta llegar a ser nombrado maestro de capilla interino. Inicialmente trabajó como templador, primer y segundo organista y organista del Coro Bajo; además, suplió en muchas ocasiones a su padre en ese alto cargo.

Actividad en Potosí

Se trasladó a la Villa Imperial al promediar la primera década del siglo XX, trabajó como profesor de Música en la Escuela “José Alonso de Ibáñez” y en el Colegio Nacional de Pichincha. En sus horas libres dio clases de piano.

Tiempo después se fundó el Círculo de Bellas Artes de Potosí, donde Roncal se destacó interpretando sus obras. También acudía al domicilio de su maestro y amigo Armando Palmero Nava.

Fue escenario el Teatro “Modesto Omiste Tinajeros” de las actuaciones de Roncal. Allí demostró lo más depurado de su obra, recibiendo el aplauso consagratorio del público potosino.

Vivió en una típica casona colonial de la Villa Imperial ubicada en la calle Bustillos 857, desde donde se dirigía cotidianamente a cumplir su deber como apóstol de la educación.

Sus composiciones

Durante su vida compuso una variedad de cuecas, bailecitos y kaluyos, que hoy son considerados como un “Patrimonio musical boliviano”.

Las inmortales inspiraciones de Roncal se encuentran dispersas en el amplio repertorio folclórico nacional, algunas registradas y otras no.

Según la Resolución Suprema del 20 de julio de 1917, con el registro número 20 está asentada la inscripción de las siguientes piezas musicales: Berta (vals), Tres de Febrero (marcha fúnebre) y todas estas cuecas: La Ausencia, La Brisa, Julia, Noche tempestuosa, Ramón, Rosa, Huérfana Virginia, Lección de piano, Recuerdo, Pequeño Simeón, El Olvido, Lágrimas, Raquel, Decepción, Amor, Impresiones, El Arroyo, y Soledad. Fuera de estas obras dejó bailecitos y kaluyos, en los que se pueden advertir las autóctonas tonadas de las poblaciones de Macha, Pocoata y Tinguipaya.

Tiene en su haber otras composiciones que son muy pocas difundidas como el kaluyo Para Charango y Piano, la música de las siguientes obras de teatro: Corazones son triunfo, Hacia el mar, alegorías dramáticas pertenecientes al literato y poeta Carlos Medinaceli, el himno al vicuña libertario Alonso de Ibáñez, Adiós a Sucre, Kaluyo Indio N. 2, 5 de Octubre (himno) y las marchas Heroica, Fúnebre, Hacia el Chaco, entre otras.

Recordemos que su participación en los festejos del Primer Centenario del 25 de Mayo fue muy activa, pero no ocurrió lo mismo con el festejo en 1910 en Potosí por encontrarse de luto debido al fallecimiento de Virginia Cortés.

Merecido homenaje

En la capital han perpetuado la memoria de este insigne compositor sucrense nominando a la Escuela Nacional de Música “Simeón Roncal”, una institución que este año conmemora los 60 años de su fundación.

También una calle y la Casa Municipal de Cultura llevan su nombre, a sugerencia del autor de esta investigación, apoyado por Radio La Plata, Fundación Cultural La Plata y la Estudiantina La Plata como las autoridades del Gobierno y Concejo Municipal el 2003, el año que se recordaron las Bodas de Oro del fallecimiento del maestro (La Paz, 13 de enero de 1953).

Nuevo aporte bibliográfico

Con el título de “Vida y Obra del Compositor y Maestro de Capilla Simeón Tadeo Roncal Gallardo”, el próximo 20 de abril del 2020, año en que se conmemorara el sesquicentenario de su nacimiento, presentaré a consideración del público mi libro sobre el eximio compositor que vivió en Sucre (calle Ravelo; hay una placa en la casa donde nació), Potosí (calle Bustillos) y La Paz (calle Quito esquina Ecuador). •

* Excoordinador – docente de la Carrera de Historia USFX.

Parte del trabajo del Taller de Danza Clásica de la Universidad San Francisco Xavier y del Estudio de Danza Amparo Silva, en su rama de Belly Dance, ha sido documentado recientemente por la lente de Willy San Miguel Cardona, fotógrafo, arquitecto y docente con una amplia trayectoria en el campo de la fotografía desde 1990 entre Latinoamérica y Europa.

Destaca que la figura humana, con su lenguaje corporal, gestual y de vestuario, presenta un “diálogo ambiental” entre los centros de atención y jerarquías visuales, creando la dualidad perceptiva de la figura y el ambiente.

En cuanto a la producción, comenta que, en ambos casos (pues se trata de sesiones fotográficas separadas), el espacio utilizado tuvo un cuidadoso tratamiento estético de ambientación, considerando iluminación, sombras, colores, texturas y otros efectos.

“El propósito de lograr la transferencia de emociones y/o razones para obtener en el receptor este proceso de identificación se produce por la empatía y catarsis debido al uso de contrastes físicos o psicológicos del lenguaje de la expresión gestual, corporal y vestuario, conjugando en armonía con el espacio ambiental (luz, sombra, textura, colores del fondo) y el espacio referencial (ángulos, planos, encuadres, ópticas, etc.)”, detalla el fotógrafo.

En esta transferencia de la empatía y catarsis concurren utilerías o atrezos de línea semiótica, en relación con aquellos valores subjetivos de tipo constructivistas que pueden absorber los sentidos, añade San Martín en un texto enviado a esta revista.

Según el fotógrafo, a través de estas imágenes de la “danza en movimiento” se propone fomentar en el receptor un enriquecimiento observativo respecto a la “cultura visual” del que requerimos dentro de una sociedad en desarrollo.

Tal profundización psicológica de la imagen se expresa en el estilo fotográfico del “Portrait and Landscape” (Retrato y Paisaje), que es una herencia de la Escuela Escandinava aportada por Víctor Sjostrom, cineasta sueco entre 1917 y 1923, quien ha contribuido con este aporte visual a “la valoración del paisaje como personaje otorgando a la imagen una dimensión telúrica y cósmica”.

Henri Agel define esta fusión como: “los paisajes son estados psicológicos y los estados psicológicos son paisajes”. •

Parte del trabajo del Taller de Danza Clásica de la Universidad San Francisco Xavier y del Estudio de Danza Amparo Silva, en su rama de Belly Dance, ha sido documentado recientemente por la lente de Willy San Miguel Cardona, fotógrafo, arquitecto y docente con una amplia trayectoria en el campo de la fotografía desde 1990 entre Latinoamérica y Europa.

Destaca que la figura humana, con su lenguaje corporal, gestual y de vestuario, presenta un “diálogo ambiental” entre los centros de atención y jerarquías visuales, creando la dualidad perceptiva de la figura y el ambiente.

En cuanto a la producción, comenta que, en ambos casos (pues se trata de sesiones fotográficas separadas), el espacio utilizado tuvo un cuidadoso tratamiento estético de ambientación, considerando iluminación, sombras, colores, texturas y otros efectos.

“El propósito de lograr la transferencia de emociones y/o razones para obtener en el receptor este proceso de identificación se produce por la empatía y catarsis debido al uso de contrastes físicos o psicológicos del lenguaje de la expresión gestual, corporal y vestuario, conjugando en armonía con el espacio ambiental (luz, sombra, textura, colores del fondo) y el espacio referencial (ángulos, planos, encuadres, ópticas, etc.)”, detalla el fotógrafo.

En esta transferencia de la empatía y catarsis concurren utilerías o atrezos de línea semiótica, en relación con aquellos valores subjetivos de tipo constructivistas que pueden absorber los sentidos, añade San Martín en un texto enviado a esta revista.

Según el fotógrafo, a través de estas imágenes de la “danza en movimiento” se propone fomentar en el receptor un enriquecimiento observativo respecto a la “cultura visual” del que requerimos dentro de una sociedad en desarrollo.

Tal profundización psicológica de la imagen se expresa en el estilo fotográfico del “Portrait and Landscape” (Retrato y Paisaje), que es una herencia de la Escuela Escandinava aportada por Víctor Sjostrom, cineasta sueco entre 1917 y 1923, quien ha contribuido con este aporte visual a “la valoración del paisaje como personaje otorgando a la imagen una dimensión telúrica y cósmica”.

Henri Agel define esta fusión como: “los paisajes son estados psicológicos y los estados psicológicos son paisajes”. •

Willy San Miguel

Tiene formación en Arquitectura, Artes, Fotografía, Cine y Docencia en universidades de Bolivia y Europa. Desde 1991 ejerce la docencia de Fotografía, Lenguaje de Imagen, Historia de la Arquitectura, Arte y Cine, Diseño y Sociología Urbana en carreras de Comunicación, Publicidad, Turismo, Arquitectura y Sociología de Europa, Venezuela, Perú y Bolivia.

Entre 2016 y 2019 fue invitado para dirigir talleres de Fotografía en Arequipa, así como en la Escuela de Bellas Artes de Cusco y Calca. Sus trabajos de investigación visual han sido publicados en medios nacionales e internacionales. De 1980 a 2018, su obra se divulgó en salas de exposición de Bolivia, Venezuela, Inglaterra y sitios como el Museo Castell Sant’ Angelo (Roma, Italia, 2003).

 

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