Manquiri: Cultura, turismo y tradición
El libro “Manquiri, Cultura, Turismo y Tradición”, de la investigadora Aleyda Reyes Ortega, fruto de un exhaustivo estudio que se puede apreciar en un rico archivo fotográfico, refleja el tesoro natural que guardan las ocho comunidades del Distrito 18 del municipio de Potosí y que no muchos conocen.
Reyes es trabajadora social de profesión, máster en Sociología, investigadora con especialidad en Dirección Educativa de Innovación y tiene diplomados en Metodología de la Investigación, Educación, Superior, Docencia Universitaria y Salud. Dicta clases en las carreras de Sociología y Trabajo Social de la Universidad Autónoma Tomás Frías.
También es docente de posgrado en esa misma casa de estudios y en San Francisco Xavier. Vivió en Tupiza, Cochabamba, Potosí y Salta (Argentina).
Pérdida de identidad
En una entrevista con ECOS, Reyes sostiene que hay una pérdida de identidad y una falta de rescate de la revalorización cultural en el Distrito 18. Sin embargo, considera que es algo que sucede porque no queda plasmado en la memoria de la gente.
“Siento que faltan algunos aspectos escritos relacionados con la identidad de un pueblo. Eso me motivó para decir un día: ‘es momento de empezar a plasmarlos en un libro’…”.
Distrito18 de Manquiri
Su libro trata de la historia del Distrito18. Manquiri queda a tan solo 30 minutos de la ciudad de Potosí, escondido entre serpenteantes montañas. Comprende ocho comunidades: Manquiri, Tucuchaca, Turicaya Grande, Turicaya Chica, Chiutara, Concepción, Thamari y Ockoruro.
La investigación de Reyes comenzó en abril de 2018 y terminó en diciembre de ese mismo año. La Subalcaldía de Manquiri auspició la publicación del libro.
Ella dice que, con el apoyo de las autoridades municipales, prácticamente vivió en dichas comunidades para rescatar un poco de su historia, acercándose a sus orígenes, cultura, tradición y costumbres.
El escrito refleja lo que cada comunidad fue en el pasado y lo es ahora, en la actualidad. Parte desde el origen de las haciendas existentes en las comunidades, pasando por la historia de sus dueños, hasta los cambios de propietarios desde entonces hasta nuestros días.
Descubrimientos asombrosos
Acompañan a estos datos las leyendas infaltables y propias de cada lugar. Además, Reyes, en su caminar diario, descubrió en algunos sectores imágenes misteriosas y hasta tenebrosas… en rocas naturales.
Los comunarios no se habían dado cuenta de su existencia. “Parecen dibujados por manos humanas, pero no es así. Son lugares incansables de visitar”, comenta la autora.
Por ejemplo, Reyes menciona en su libro que en 1700 apareció la imagen del Cristo de Manquiri, a la que se le atribuyen milagros. En agradecimiento, la gente le ofrecía cuantiosas ofrendas de oro y plata recién sacada del Cerro Rico de Potosí.
En este marco, las ofrendas generalmente pasaban a manos de los hacendados, que se creían dueños y señores del santuario, la iglesia y el cementerio. Las peleas surgían porque los religiosos querían administrar los bienes del templo.
Reyes describe esas peleas —que ocurrían entre los dueños de las haciendas, los sacerdotes de la iglesia de Manquiri de esa época y la gente que se sentía parte de la comunidad y dueña de la tierra—. “Constantemente se enfrentaban en una suerte de pleitos”, enfatiza la escritora.
Santuario de Manquiri
Enclavada en medio de una gran quebrada que se demarca por el afloramiento de peñas rojizas, la localidad de Manquiri está a unos 15 kilómetros al este de Potosí.
Desde temprano, la colonia Manquiri es conocida por su santuario y por la importante procesión que se realiza allí para la fiesta del Espíritu Santo, Pentecostés.
La procesión tiene su centro en una imponente iglesia del siglo XVIII, sin duda, una de las más bellas de la región. Se encuentra precisamente situada sobre un peñón, al centro de la quebrada, dominando el paisaje.
“Es el santuario más hermoso y bien conservado que tiene el Distrito 18 de Potosí, con la imagen de un Cristo empotrado en una gran roca, que nos invita a ser portadores de paz y perdón, con un rostro que maravilla el alma con solo mirarlo”, dice Reyes.
Varios estudios sostienen que la mayoría de los templos edificados en la Colonia fueron construidos sobe “wak’as”, lugares sagrados donde los antiguos pueblos realizaban ritos dedicados a sus divinidades.
En su libro, Reyes también habla de las misteriosas formaciones naturales que aparecen en algunas rocas como el monje colonial, sobre una laja, o el rostro en el cerro y la Virgen de piedra en el cerro Puka Ala.
Incluso se refiere a otros atractivos naturales como las cuevas y el arte rupestre.
Comunidad Chiutara
La comunidad Chiutara se destaca por la simbiosis cultural, entre lo religioso y lo pagano, de la fiesta de la Santa Vera Cruz, que se celebra en la comunidad cada 3 de mayo, según indica la autora.
Esto ocurre en el Calvario, donde la gente muestra sus costumbres y tradiciones como agradecimiento por la cosecha o porque fue un año sin temporales, lo que significa que no se afectó la producción agrícola.
Comunidad de Concepción
Este es un pueblo pequeño pero de gran corazón. Conserva la capilla de la hacienda de otros tiempos con su “mamita”, como le dicen a la Virgen Concebida.
Su fiesta se recuerda cada 8 de diciembre. De acuerdo con la tradición oral, el patrón fue el que impuso esta celebración en ese lugar.
Turicaya Grande
“Si se quiere estar ‘cerca del cielo’ y abrir los brazos al igual que los cóndores majestuosos, que abrazan con sus alas el cielo, ¡qué mejor que visitar Turicaya Grande!”, invita Reyes.
Dice que los mejores paisajes envuelven a Turicaya Grande, con un manto verde de esplendor. “Los picos más altos de los cerros imponentes conservan y resguardan a los cóndores, seres que además de gallardos e imponentes son parte de nuestro escudo nacional”, describe.
Turicaya Chica
Para quienes gustan del misterio, una gran opción es visitar el “Horno del diablo” (un horno de fundición que está lleno de leyendas), en Turicaya Chica.
En esta comunidad hay una exhacienda conformada por cuatro secciones: Palcamayo, Quinrayguasi, Gualcoloma y Yana Qucha.
En esas secciones solo viven cinco grupos de familias.
Comunidad Thamari
Thamari se encuentra en una hondonada rodeada por imponentes montañas cuya coloración cambia de acuerdo a la estación del año. Por su topografía, es un lugar apto para practicar turismo de aventura.
“Atesora impresionantes estructuras arqueológicas, tiene cuevas donde se conservan unas interesantes pinturas rupestres que transmiten mensajes de quienes vivieron o estuvieron por esos parajes hace miles de años”, sostiene la investigadora.
Comunidad Tucuchaca
Se encuentra a 60 kilómetros de Potosí y se caracteriza porque es el único pueblo del Distrito 8 con clima frío. Posee un impresionante paisaje natural que también invita a los visitantes a realizar ecoturismo.
En este lugar también hay muchas cuevas donde se encuentran chullpas. Allí el Carnaval se festeja en la punta del cerro, en una especie de calvario. La patrona del lugar en la Virgen Santa Bárbara.
Santiago de Ockoruro
Tiene una capilla pequeña con un altar al fondo y un retablo revestido con pan de oro. Alrededor del altar, se encuentran pequeñas imágenes de ángeles o vírgenes que fueron dejadas por pasantes o personas de la comunidad.
Sobre el altar está el Señor de Cuasimodo y, al lado derecho, el Señor de Santiago. Toda la capilla tiene cimientos de cal y canto; ha sido construida con adobe.
El libro está disponible en la Subalcaldía de Manquiri, en la calle Tarija, parte posterior de las oficinas de la Alcaldía del municipio de Potosí.
“Yo les invito a que lean el libro y también a que visiten el Distrito 18. Tenemos la tendencia de querer conocer lugares fuera de nuestro país, (pero) es importante conocer lo que tenemos. Hay mucho por ver”, reflexiona Aleyda Reyes Ortega.